México D.F. Sábado 6 de septiembre de 2003
HACIA LA CUMBRE DE CANCUN
La globalización es irreformable: Mantovani,
del Partido Refundación Comunista
Vienen italianos a tomar calles y discutir rumbo
del movimiento altermundista
El zapatismo, primer levantamiento contra el neoliberalismo:
Nicotra, del Foro Social Europeo
JESUS RAMIREZ CUEVAS
En los años recientes, Italia ha sido escenario
de la irrupción de uno de los contingentes más importantes
del movimiento internacional contra la globalización. En la nación
europea esa corriente ha logrado reunir en torno suyo a un amplio espectro
político y social, desde católicos y cristianos, hasta sindicatos
nacionales, partidos políticos, jóvenes "desobedientes" de
centros sociales, desempleados y migrantes.
A Cancún llegará una delegación de
al menos 300 activistas italianos que participarán en las jornadas
de lucha contra la Organización Mundial de Comercio (OMC).
De paso rumbo a su destino, dos de ellos, Ramón
Mantovani, diputado del Partido Refundación Comunista (PRC), y Alfio
Nicotra, vocero del Foro Social Europeo (FSE), explican a La Jornada
las razones de su visita y las perspectivas del llamado "movimiento de
movimientos".
Ramón Mantovani ha participado en las principales
protestas internacionales. En esta ocasión rechazó la invitación
de dos comisiones parlamentarias que participarán en la reunión
de la OMC, "porque voy a Cancún para participar en las discusiones
del movimiento y, sobre todo, en las protestas en la calle".
El parlamentario italiano comenta que "desde Europa parece
que la cumbre de la OMC será un fracaso porque hasta el momento
no hay acuerdo en ningún punto fundamental. La OMC es totalmente
negativa para el mundo y encima ha fracasado, por eso hay que eliminarla".
"No hay acuerdos -puntualiza Mantovani- porque desde Seattle
no hay ningún gobierno nacional, ni siquiera el de Estados Unidos,
que pueda ignorar que la gente ha abierto los ojos y que las políticas
neoliberales laborales y de comercio ya no tienen una opinión pública
favorable como la tenían antes".
Frente a este panorama, considera el diputado de PRC,
"se está diciendo que los campesinos europeos ricos perjudican a
los campesinos de los países más pobres. Eso es una mentira,
la realidad es que la propuesta de la OMC -y de los gobiernos europeos-
es liberalizar el comercio de los productos agrícolas para favorecer
a las grandes corporaciones agroalimentarias mundiales, y eso va a perjudicar
a todos los campesinos, tanto de países ricos como de los pobres".
La globalización, en crisis
Ramón
Mantovani afirma que "la globalización está en crisis y esto
se ve ahora con más claridad. Esto es un mérito del movimiento
contra la globalización que lo dijo claramente antes que cualquier
otro. Hoy no hay ningún comentarista serio que no reconozca que
está en crisis".
Al profundizar sobre este punto, Mantovani asegura que
"hay una crisis económica mundial generalizada y de credibilidad
de los organismos financieros internacionales". "Cuando hace tres años
comenzó la crisis de la nueva economía y los problemas de
incremento en la producción de Estados Unidos y de la Unión
Europea, dijeron que eso se iba a resolver en un año. Pero vivimos
una recesión de la que no se ve salida por el momento".
La crisis de credibilidad, sostiene el diputado italiano,
se debe a que "la opinión pública ha abierto los ojos, tanto
en Europa como en América Latina. El caso de Argentina es contundente.
Eso ha provocado también una crisis de la hegemonía que había
tenido la globalización. Hace 10 años nadie se soñaba
con criticar a la OMC porque parecía que nos esperaban décadas
de desarrollo y de crecimiento económico infinito, pero en pocos
años se frenó ese proceso. Ni siquiera la guerra, sobre todo
la invasión a Irak, ha resuelto esta crisis; no ha servido para
relanzar la economía estadunidense, eso confirma que hay una crisis
muy fuerte".
Sobre las críticas al movimiento acerca de que
su protesta no ofrece alternativas a la globalización actual, Ramón
Mantovani responde: "No creo que esa crítica sea correcta, quienes
la hacen piensan manejar el movimiento de una forma tradicional. El movimiento
expone los problemas y los gobiernos, los partidos y los parlamentos dan
las respuestas. Pero el movimiento no delega las respuestas a nadie, al
contrario, cada día se hace más duro y radical en la crítica
a la OMC, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial".
Más aún, "el movimiento ha sido capaz de
articular propuestas y soluciones en reuniones como las de Porto Alegre
o Florencia, y lo será más en París e India. Lo que
pasa es que esas propuestas no parten de la ilusión de que, por
ejemplo, la OMC se pueda reformar. La globalización actual es irreformable".
La protesta, indispensable para construir alternativas
Al considerar como una posible debilidad del movimiento
que su agenda de protestas vaya al ritmo de las reuniones de los organismos
financieros internacionales, Alfio Nicotra, del FSE, responde:
"Donde hay un acto mundial como la cumbre de la OMC, hay
una necesidad del movimiento de demostrar que hay otro mundo además
del que anuncian las multinacionales y los burócratas que toman
decisiones, que cancelan el futuro de naciones enteras". Sin embargo, el
joven activista explica que hay otras acciones que no están condicionadas
a esta dinámica, "como las manifestaciones contra la guerra el 15
de febrero, que fue una fecha propuesta en el seno del movimiento que se
opone a la guerra contra la humanidad, que no es sólo militar sino
económica, social y cultural. Ese día se dio la protesta
mundial más grande de la historia".
En el mismo sentido, Ramón Mantovani comenta: "la
crítica es válida, el movimiento sería muy débil
si sólo protestara, pero no existiría si no protestara y
no continuase protestando. La protesta es indispensable para construir
una alternativa. En caso contrario, el movimiento mundial se convertiría
en un lobby de opinión o un grupo de presión. En Italia
pensamos que éste es un movimiento de lucha".
Alfio Nicotra señala que "hay intentos de institucionalizar
el movimiento, pero esta posición fue derrotada por la propia corriente.
Por ejemplo, una parte de los organizadores de las protestas en Génova
en 2001 tomaba al G-8 como interlocutor. Pero el movimiento lo considera
un gobierno mundial ilegítimo y abusivo. Eso mismo está pasando
ahora con la OMC. La campaña mundial Nuestro Mundo no está
en venta, al comienzo hablaba de una interlocución con la OMC, pero
ahora esta campaña radicalizará su posición después
de verificar que en la reciente reunión mundial en Ginebra este
organismo negó fármacos accesibles a los países pobres,
con ellos se confirma que no ofrece ninguna salida a los más pobres".
Sobre las expectativas de la participación en Cancún
de los activistas italianos, Alfio Nicotra comenta: "En este momento el
movimiento realiza una protesta muy fuerte en el norte de Italia contra
la cumbre de los ministros de relaciones exteriores de la Unión
Europea. Esto se junta con la crítica a la construcción de
Europa y de una constitución europea que son propuestas sin alma,
centradas en el mercado, en la política neoliberal. La respuesta
política del movimiento a la política de la OMC está
ligada a la lucha por otra Europa".
El vocero del FSE agrega: "llegamos a Cancún con
un movimiento muy articulado. Nuestro acuerdo es parar el trabajo de la
OMC sin violencia, pero con mucha determinación, aplicando la táctica
de la desobediencia civil".
El activista italiano confiesa que para ellos "es muy
importante asistir a las protestas en Cancún. El movimiento en Europa
debe muchísimo al levantamiento zapatista, que fue el primer alzamiento
antineoliberal. Creo que llegar a la tierra que, después de la caída
del Muro de Berlín, ha demostrado a todo el mundo que es posible
continuar luchando por lograr otro mundo, es para nosotros algo muy emocionante".
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