México D.F. Sábado 6 de septiembre de 2003
El reto es crecer en matrícula y seguir
apoyando la investigación, señala el rector
Es posible una educación de masas que
sea de calidad, asegura De la Fuente
La UNAM no quiere el monopolio; "que se fortalezcan
otras universidades" La institución tiene autoridad y derecho
para alzar la voz cuando se "distorsionen aspectos" de su realidad, dice
FABIOLA MARTINEZ
En una abierta defensa a la educación superior
"de masas", el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), Juan Ramón de la Fuente, advirtió que pese a las
limitaciones económicas la máxima casa de estudios no reducirá
su matrícula, calculada actualmente en más de 250 mil alumnos,
incluidos los de posgrado.
Destacó también la importancia de las humanidades
y de las ciencias sociales para el desarrollo nacional, justo hoy, dijo,
"cuando sentimos el embate de fuerzas que reclaman que la educación
superior se ciña estrictamente a los mandatos y las necesidades
de los mercados económicos".
En la ceremonia de entrega de reconocimientos a 16 distinguidos
investigadores con más de 45 años de trayectoria universitaria,
De la Fuente rechazó que la UNAM pretenda adjudicarse el "monopolio"
del rumbo de la educación pública, de la investigación
científica o de la cultura del país.
No obstante, alertó que es necesario defender de
manera decidida las ciencias básicas, las humanidades y las ciencias
sociales, "más allá de las preferencias de quienes tengan,
en un momento dado, la capacidad para definir prioridades, las cuales muchas
veces no corresponden a lo que verdaderamente debía ser prioritario".
Hace
tres semanas, la Secretaría de Educación Pública instaló
una mesa
de trabajo para revisar la problemática en torno
a la educación media superior y superior, luego que De la Fuente
señaló que el gobierno federal maquillaba cifras respecto
al número de matriculados en este sector.
La UNAM recibió este año a 66 mil alumnos
de nuevo ingreso para preparatoria y licenciaturas.
En breve entrevista, De la Fuente confió en que
las mesas referidas avancen "bien y pronto", para que todo el debate se
traduzca en un "acciones sólidas" que resuelvan el problema de la
"presión demográfica" en este sector, una vez que se crucen
las bases de datos de la matrícula. Lo más importante, dijo,
es que la educación superior pública no se subordine a las
coyunturas ni se doblegue ante las limitaciones económicas.
Dijo que es necesario trabajar hasta el límite
de las posibilidades, "combinar, como lo hemos podido demostrar, una educación
de masas con una educación de calidad.
"Basta ya de falsos dilemas. Sí es posible y esta
universiad lo demuestra todos los días al educar y formar a gran
número de estudiantes en licenciatura y posgrado, y hacerlo con
calidad", expresó.
Por ello agregó que el debate no es si la cantidad
limita la calidad; "el reto radica en seguir aumentando esta
condición con grandes volúmenes de estudiantes
y simultáneamente se-
guir impulsando la investigación en todas las
áreas y la extensión del
conocimiento".
Fue entonces cuando el rector aseveró, sin mencionar
el debate sostenido con el gobierno federal, que esta casa de estudios
tiene autoridad y derecho para elevar su voz "cuando consideremos que se
distorsionan aspectos de nuestra realidad que vivimos cotidianamente".
Señaló inclusive que la UNAM, por más
fuerte y vigorosa que sea, no puede sola resolver el problema de la educación
superior del país: "necesitamos que crezcan y se fortalezcan otras
universidades públicas en todo el territorio nacional".
El esfuerzo, comentó, tiene que ser más
amplio, mucho mejor coordinado y mucho más decidido para que realmente
las nuevas generaciones de mexicanos puedan tener acceso a una institución
pública y autónoma en la que no haya obstáculos ideológicos,
étnicos ni religiosos.
Ante investigadores como Leopoldo Zea, con 60 años
de trayectoria académica; el historiador Miguel León-Portilla;
Héctor Fix Zamudio, y Pablo González Casanova, sólo
por mencionar algunos, De la Fuente señaló que "el cultivo
de las humanidades y las ciencias sociales" seguirá siendo un "compromiso
indeclinable" de la universidad.
Afirmó que la UNAM ha sido una institución
sabia que ha distinguido entre lo que perdura y lo meramente coyuntural,
lo que aporta del protagonismo efímero. Resulta oportuno, expresó,
con el orgullo de la estirpe, la importancia de las disciplinas que ustedes
han cultivado. "Hoy, cuando el debate sobre la educación superior
vuelve a estar en el centro del escenario nacional e internacional. Hoy,
cuando oímos voces que claman por una reforma de la educación
superior, aunque no queda claro ni el rumbo ni las metas".
Los doctores reconocidos en el programa Formadores de
las Humanidades y las Ciencias Sociales en la UNAM son Santiago Genovés
Tarazaga, del Instituto de Investigaciones Antropológicas; María
del Carmen Ruiz, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas;
Angel Bassols, del Instituto de Investigaciones Económicas; Clementina
Díaz y de Ovando y Elisa Vargaslugo Rangel, del Instituto de Investigaciones
Estéticas, y Helena Beristáin y Rubén Bonifaz, del
Instituto de Investigaciones Filológicas.
Además, Alejandro Rossi Guerrero, del Instituto
de Investigaciones Filosóficas; Ernesto de la Torre, Miguel León-Portilla
y Josefina Muriel de la Torre, del Instituto de Investigaciones Históricas;
Héctor Fix Zamudio, del Instituto de Investigaciones Jurídicas;
Raúl Benítez y Pablo González Casanova, del Instituto
de Investigaciones Sociales, y Joaquín Sánchez MacGregor
y Leopoldo Zea Aguilar, del Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos.
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