La reforma en México permitiría "algún tipo de inversión privada", señala Perry

Hay más caminos que la privatización del sector eléctrico, considera el BM

La crisis en energía, derivada de la falta de eficiencia en los servicios, refiere

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

En la reforma del sistema eléctrico mexicano, "seguramente" tendrá que ser incorporada la posibilidad de permitir "algún tipo de inversión privada" en el sector, debido a la "estrechez" de recursos del gobierno para aumentar las inversiones en este campo, aseguró el Banco Mundial.

"La privatización de la industria eléctrica es uno de los caminos, pero podría haber otros mecanismos bajo normas estrictas y con una buena regulación", sostuvo este miércoles Guillermo Perry, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

El funcionario del organismo multilateral aseguró que uno de los problemas que México debe enfrentar en lo inmediato es lograr que el sector energético sea más competitivo, para lo cual se requieren nuevas inversiones que el gobierno federal no está en condición de hacer dada la debilidad de los ingresos fiscales, que dependen en buena medida de los ingresos petroleros.

La mejoría en la competitividad del sector eléctrico mexicano, que es controlado por el Estado por medio de la Comisión Federal de Electricidad y de Luz y Fuerza del Centro, se puede conseguir de varias maneras. "Una de ellas es la privatización, aunque eso debería ir acompañado de una muy buena regulación."

Perry participó ayer desde Bogotá en una videoconferencia de prensa organizada por el Banco Mundial, que fue transmitida simultáneamente a Washington, Buenos Aires y la ciudad de México y en la que fue presentado el informe Las perspectivas económicas mundiales y los países en desarrollo 2004.

Entrevistado sobre la intención del gobierno mexicano de impulsar la reforma del sector eléctrico, reforzada con el relevo del martes pasado en la Secretaría de Energía, Guillermo Perry aseguró que la recuperación de la economía mexicana depende principalmente de que sean realizadas reformas estructurales en materia de energía, hacendaria y laboral.

"En el caso de la energía eléctrica, las crisis son derivadas de la falta de eficiencia en los servicios. Por ejemplo, México tiene grandes yacimientos de gas y ahora importa ese combustible a precios muy altos. Por eso, la privatización de la industria energética es uno de los caminos que puede seguir la reforma, pero también podría haber otros. Lo que es claro es que México tiene un problema importante en este campo", señaló.

Sin embargo, insistió en que la propia experiencia de América Latina demuestra que no hay un solo camino para la reforma de los sistemas eléctricos.

"No creemos que haya un solo modelo (de reforma eléctrica). Lo que se debe buscar es introducir reformas para hacer más eficiente al sector y aumentar la inversión. Seguramente, en el caso de México deberían incorporar algún tipo de inversión privada, porque debido a la estrechez fiscal es difícil lograr los objetivos con los puros recursos públicos. Pero qué tanta inversión privada debería ser incorporada es una decisión que deberán tomar los mexicanos", indicó Perry.

Recordó que en América Latina hay experiencias de países que privatizaron completamente sus sistemas de energía "y todo salió bien con una buena regulación". Hay, dijo, otras naciones que optaron por un esquema mixto y el éxito también ha dependido de la regulación.

El funcionario del Banco Mundial también destacó la necesidad de que las distintas fuerzas políticas del país y el propio gobierno del presidente Vicente Fox, que no cuenta con mayoría legislativa, logren acuerdos para sacar adelante la serie de reformas que son consideradas indispensables para que el país pueda lograr mayores tasas de crecimiento.

"Podemos tomar como ejemplo el caso de Colombia. El gobierno del presidente Alvaro Uribe no cuenta con mayoría legislativa, pero las distintas fuerzas políticas han alcanzado acuerdos para realizar varias reformas al mismo tiempo."

Menor crecimiento al previsto en 2003

Guillermo Perry dijo que según las estimaciones del Banco Mundial, la economía mexicana crecerá este año "arriba de uno por ciento y ojalá que en un rango de 1.5 por ciento". Esta previsión es inferior a la del Banco de México (2 por ciento) y a la de la Secretaría de Hacienda (3 por ciento).

El funcionario señaló que, de la mano de la esperada recuperación de Estados Unidos, México podrá lograr un repunte de la economía de 4 por ciento en 2004.

"La fuerza del crecimiento de México dependerá de qué tan rápido se recupere Estados Unidos y la velocidad con que esa recuperación se transmita a México. Pero independientemente de ello, es importante que se avance en las reformas estructurales", apuntó.