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México D.F. Domingo 31 de agosto de 2003
En México lo han visto más de
90 mil espectadores
Masacre en Columbine, el documental más
taquillero
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
A seis semanas de su estreno comercial (el 18 de julio),
Masacre en Columbine, de Michael Moore, se ha convertido en el documental
más taquillero jamás exhibido en México. De acuerdo
con datos de Artecinema, la distribuidora que la trajo al país,
la cinta ha sido vista por 91 mil 11 espectadores, que han dejado 3 millones
425 mil pesos en taquilla.
Quizá parezcan cifras pequeñas comparadas
con los números astronómicos que alcanzan las grandes producciones
de Hollywood, pero para una película de ese género, que aborda
un tema social, se trata de una recaudación ''histórica''.
Así, mientras una cinta como Todopoderoso, protagonizada
por Jim Carey, se estrenó con 350 copias y una aplastante campaña
promocional, Masacre... se estrenó con 13 copias, que, por
otra parte, superan las cinco o seis que suelen distribuirse en México
de un documental.
Masacre en Columbine (Bowling of Columbine),
ganadora del Oscar al mejor documental, gira en torno a las miles de muertes
(más de 11 mil) por armas de fuego que ocurren anualmente en Estados
Unidos. A partir de la matanza del 20 de abril de 1999, perpetrada por
dos adolescentes en la escuela preparatoria de Columbine (Littleton, Colorado),
Moore ofrece una reveladora e implacable radiografía de la cultura
de la violencia que rige a la sociedad estadunidense. ''¿Por qué
nos matamos?'', es la pregunta que sirve de hilo conductor al trabajo de
Moore. Con agudeza, sagacidad, irreverencia, capacidad de observación,
tenacidad, indomable espíritu crítico y una lúcida
interpretación de los datos a la mano, Moore ofrece algunas respuestas.
Respecto
de las salas en que se ha proyectado el filme, la Cineteca Nacional es
la que hasta ahora mayor recaudación ha logrado: entre el 18 de
julio y el 24 de agosto, asistieron a verla 19 mil 885 personas, que dejaron
en taquilla 509 mil pesos. Esos números, de acuerdo con Gerardo
Salcedo, jefe de programación de la Cineteca, colocan a la cinta
de Michael Moore como la que más espectadores ha tenido en ese espacio
en lo que va del año. Y no duda en considerarla ''el documental
más popular que se ha exhibido en México. Ninguno había
recaudado esa cantidad de dinero'', ni siquiera Los últimos días,
de Steven Spielberg, acerca del Holocausto.
Aunque a una escala obviamente menor, Masacre en Columbine
está generando en México el mismo fenómeno que en
Estados Unidos. Según la página de Internet de Michael Moore,
a 44 semanas (más de 10 meses) de su estreno en aquel país,
la cinta ha recaudado 22 millones de dólares, cifra récord
para un documental, que deja muy abajo la marca anterior, de 7 millones
de dólares. Y sigue en cartelera.
Michael Moore alcanzó notoriedad masiva y mundial
durante la pasada ceremonia de entrega de los Oscar. Al recibir el premio
al mejor documental, se manifestó contra la invasión a Irak
y cuestionó la política armamentista de George W. Bush. Entonces
millones oyeron su nombre por primera vez, pero Moore ya tiene tras de
sí una larga historia que lo acredita como un icono de la contracultura
y de la nueva izquierda estadunidense (Ver reportaje de Hermann Bellinghausen
en La Jornada, 7/ VI/ 2002).
Moore comenzó su carrera como periodista en 1976,
en un periódico alternativo de su natal Flint, Michigan. En Estados
Unidos se dio a conocer con Roger and me (1989), un documental sobre
el despido de 30 mil trabajadores de la planta de General Motors (GM) en
Flint. En la cinta, Moore da cuenta de los múltiples efectos sociales
y económicos de la medida, al tiempo que aparece tratando, inútilmente,
de entrevistarse con Roger Smith, director general de GM, para cuestionarlo
sobre su decisión. En el documental Moore pregunta: ¿cuál
es la diferencia entre el terrorismo que colocó una bomba en la
ciudad de Oklahoma (1995) y el terrorismo que practica GM en Flint?
Exhibida comercialmente en 1989, Roger and me se
convirtió en su momento en el documental más taquillero de
Estados Unidos.
Ante la muerte intelectual, el activismo
En su libro El crepúsculo de la cultura americana
(editorial Sexto Piso), el crítico social e historiador cultural
estadunidense Morris Berman ubica a Michael Moore como ejemplo de activismo
cultural alternativo a ''la muerte espiritual e intelectual'' que amenaza
a la sociedad estadunidense.
Frente al advenimiento de "una etapa oscura" que afectará
a la civilización occidental en general, Berman propone la "opción
monástica", es decir, un modo de vida que, por medio de la preservación
y transmisión del conocimiento, fomente modos de vida y valores
que puedan actuar "como contrapeso al mundo de basura, ignorancia, desigualdad
social y consumismo masivo que hoy define al paisaje estadunidense".
Moore es un NIM, acrónimo que usa Morris Berman
en El crepúsculo de la cultura americana para denominar al
Nuevo Individuo Monástico: personas en constante y activa oposición
a la dominación corporativa. Los NIM ''no pertenecen a ninguna clase,
no tienen membresía en una jerarquía, forman una especie
de aristocracia sin dinero, libre de jefes, de supervisión, y de
lo que típicamente es llamado 'trabajo'. Trabajan muy duro, de hecho,
pero como aman su trabajo y lo hacen por interés intrínseco,
este trabajo no es muy distinto del juego. En el contexto de la cultura
norteamericana contemporánea, tales personas son una anomalía,
porque no están interesadas en el mundo del éxito en los
negocios y el consumismo en masa".
Aun cuando publicó su libro antes del estreno y
consecuente impacto mediático y comercial de Masacre en Columbine,
Berman ya se preguntaba: "¿qué hay con Moore? ¿Lo
ha arruinado el éxito? Ciertamente existe el potencial para que
lo haga y me parece que va a requerir de mucho cuidado para no convertirse
en un producto de una especie 'alternativa'. Pero a la fecha, el registro
de Moore permanece extremadamente bueno. Estableció el Center for
Alternative Media para subsidiar a cineastas independientes y causas sociales
liberales. Ha resistido intentos de la Warner para que haga películas
melosas y comerciales. Y saca su chequera y da dinero a inexpertos cineastas
cuando la ocasión se presenta. Muy a su favor, les desagrada a los
ricos y poderosos y lo evitan, y su programa de televisión, Tv
Nation, que estuvo al aire dos cortas temporadas, fue finalmente sacado
del aire. Moore considera esto una insignia de honor, estableciendo que
este tipo de rechazo es una certera señal de que está haciendo
algo bien".
Ahora Masacre en Columbine y el impacto comercial
de su mensaje político permite ratificar: Michael Moore sigue haciendo
bien las cosas
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