México D.F. Viernes 15 de agosto de 2003
FIC, EXAMEN Y RECTIFICACIONES
Ramiro Osorio anuncia la desaparición del
foro público La Yerbabuena
Atraer a los jóvenes a las actividades culturales,
tarea pendiente del FIC
Aunque resultó una experiencia interesante,
no resolvió el problema, admite
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Este año el Festival Internacional Cervantino (FIC)
no contará con La Yerbabuena, el foro que por dos años se
había destinado a las llamadas manifestaciones artísticas
juveniles. Se le había concebido como un espacio para atraer a los
miles de jóvenes que anualmente se aglomeran en Guanajuato durante
la celebración del encuentro: ''creemos que aunque fue una experiencia
interesante no resolvió el problema", sostiene el director del festival,
Ramiro Osorio.
¿Cuál
es ese problema? Cada año parte de los medios de comunicación
y algunas organizaciones civiles y empresariales de Guanajuato manifiestan
su rechazo hacia la muchedumbre juvenil que inunda callejones y plazas
guanajuatenses. Aseguran que únicamente se congregan para beber
y causar desórdenes, que no disfrutan ni valoran las actividades
artísticas, y que dañan la imagen de la ciudad.
Ramiro Osorio, director del FIC, no comparte ese enfoque
y plantea otro punto de vista: ''Es un problema en la medida en que tenemos
una gran cantidad de gente joven que no acude a los espectáculos,
que va más en plan de disfrutar el espacio. Con el tiempo se ha
vuelto un lugar de cita para jóvenes de la región. No me
parece mal, lo que creo es que tenemos que encontrar la forma de que esa
gente se enriquezca con el FIC, que se ocupe en cosas del festival y en
la medida en que así sea se desocuparán de hacer desmanes.
Se trata de un público potencial al que ninguno de nosotros ha sabido
aún como tratar. Hemos hechos esfuerzo pero no lo hemos logrado.
En ese sentido es un desafío. Este año no haremos La Yerbabuena,
pero tenemos una programación para jóvenes mediante la cual
podrán entrar en contacto con los nuevos lenguajes artísticos''
en el ámbito de la música, el teatro, la danza.
Según Osorio son espectáculos de y para
jóvenes, y por tanto permeados de una sensibilidad y propuestas
estéticas contemporáneas, en las que se aprecian los nuevos
lenguajes del arte. Se dice que esos jóvenes "son un desmadre, pero
pregúntate si los hemos entendido y si hemos considerado que tienen
derecho como cualquiera de nosotros a acceder a los bienes y servicios
de la cultura".
El hecho es que con la desaparición de La Yerbabuena
parece haberse atendido la exigencia hecha el año pasado por algunas
agrupaciones empresariales y vecinales que, inclusive, llegaron a pedir
la renuncia de Osorio.
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