México D.F. Viernes 15 de agosto de 2003
Ingresan al paraje Agua Grande, en disputa,
con el aval de la PFP
Comuneros de Xalatlaco rompen acuerdo con el DF
En asamblea acuerdan levantar otra vez las cabañas
desmanteladas
Turnan expediente sobre amparo a otro juzgado
Se retiran del lugar
JOSEFINA QUINTERO M.
Comuneros del municipio de Xalatlaco, estado de México,
colindante con la delegación Tlalpan del Distrito Federal, decidieron
ayer recuperar el paraje Agua Grande, pese al acuerdo que existe con los
habitantes de Santo Tomás y San Miguel Ajusco y las autoridades
capitalinas de respetar las tierras hasta que se resuelva sobre el amparo
interpuesto ante el juez tercero de distrito en materia administrativa.
Durante
una asamblea, los comuneros de Xalatlaco acordaron levantar otra vez las
cabañas -desmanteladas por personal de la Comisión de Recursos
Naturales (Corena) del Distrito Federal por violar normas ambientales-,
revisar los criaderos de trucha que se encuentran en el lugar y permanecer
en el paraje.
Así, un grupo de comuneros encabezados por Melitón
Cervantes Reyes ingresó al paraje, resguardado desde el 16 de julio
por efectivos de la Policía Federal Preventiva (PFP), aunque no
todos apoyaron la decisión.
Alrededor de las 15:30 horas, unas 50 personas, entre
las que había hombres, mujeres y niños, manifestaron que
se dirigían al paraje Agua Grande a "reparar sus cabañas".
Sin ningún problema entraron a la zona, resguardada
por 70 efectivos de la PFP y tres unidades bajo el mando del capitán
segundo José Ramírez Galicia, quien permitió el acceso
con la advertencia de que si llevaban a cabo la construcción tenía
instrucciones de desalojarlos.
Sin tomar en cuenta que existe un acuerdo que impide la
entrada de las partes en conflicto al paraje, el grupo de comuneros avanzó,
revisó el lugar y después de una hora salió sin levantar
ninguna de las cabañas.
El paraje Agua Grande forma parte de las mil 509 hectáreas
que se disputan las comunidades de Xalatlaco y de Santo Tomás y
San Miguel Ajusco desde hace más de 50 años.
Ambas comunidades aseguran que el predio les pertenece,
por lo que iniciaron un juicio agrario cuya sentencia hasta la fecha no
ha podido ejecutarse, debido al amparo que promovió la comunidad
de Xalatlaco tras conocer que a la comunidad del Ajusco se le había
acreditado la posesión.
El retraso en la ejecución de la sentencia fue
aprovechado por la comunidad mexiquense para construir cabañas en
una zona de reserva ecológica, donde las construcciones están
prohibidas, además de que instalaron criaderos de trucha.
Ante la violación a las normas ambientales del
Distrito Federal, las cabañas fueron desmanteladas el 8 de julio
pasado, lo que provocó la retención de ocho policías
y un comunero de Tlalpan y bloqueos de carreteras durante varios días.
Para evitar un enfrentamiento entre las comunidades del
Ajusco y de Xalatlaco, se acordó esperar la resolución sobre
el amparo; sin embargo, hace casi dos semanas la juez tercera de distrito
turnó el expediente del caso a un juzgado especial para que resuelva.
El retraso en la solución del conflicto agrario,
según los comuneros de Xalatlaco, responde a intereses del grupo
Atlacomulco, que intenta apoderarse de sus tierras.
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