La tierra vista desde el cielo, en grabados y relieves

Muestra de fotografías del planeta, adaptada para invidentes en Londres

DE LA REDACCION

La fotografía dio un salto cualitativo y se puso en manos, literalmente, de los visitantes invidentes de un museo londinense: un serie de tomas aéreas fueron adaptadas mediante una técnica innovadora, que permite transformar las imágenes en grabados y relieves para poder tocarlas.

Este acontecimiento singular ocurrió en el Museo de Historia Natural de Londres, donde se presentó la exposición La tierra vista desde el cielo: una muestra fotográfica de nuestro planeta, del francés Yann Arthus-Bertrand. Esta muestra recopila más de siete años de trabajo por todo el mundo, y fue captado desde helicópteros, aviones y globos aerostáticos con el solo objetivo de mostrar los diferentes facetas de la naturaleza y el daño que a veces genera la humanidad sobre ella.

"Estaban muy interesados, porque es la primera vez que alguien ha hecho algo por ellos", afirmó Yann Arthus-Bertrand, quien guió a los invidentes por la muestra, adaptada por primera vez para estos fines. Transformadas en placas táctiles de plástico natural, las fotos muestran desde caravanas de camellos en el desierto hasta montañas o edificios ultramodernos en Tokio.

De esta manera, el fotoperiodista francés amplía las posibilidades de la exposición, que presentó en marzo del año pasado en las rejas de la primera sección de Chapultepec, sobre Paseo de la Reforma.

En esa ocasión, Bertrand propuso La tierra vista desde el cielo como una "evaluación" del planeta en los inicios del siglo. Era, en sus propias palabras, un medio comprometido para mostrar los efectos nocivos de los ritmos actuales de producción, consumo y explotación sobre los ecosistemas. El objetivo primordial, expresó, "es hacer fotos que sean más gráficas que bellas, pues este concepto es muy subjetivo y cursi".

Este fotógrafo-aviador ha recorrido 105 países y ya acumula más de 3 mil horas de vuelo en helicóptero, pero se muestra consciente de que este trabajo debe seguir a largo plazo y con el apoyo de instituciones y empresas.

De la muestra -que ha sido vista (y ahora tocada) por 7 millones de personas- se publicó un libro, traducido a 14 idiomas, con textos de diversos científicos. Se ha vendido más de un millón de ejemplares. El artista insistía desde el año pasado sobre el carácter agitativo de su obra al rescate de la naturaleza: "Cada uno de nosotros tiene el poder y el deber de actuar y movilizarse, de manera individual o masiva, para influir en las personas responsables de tomar decisiones".