México D.F. Martes 12 de agosto de 2003
Deja la cerámica porque le impedía
ir al detalle, dice; "ahora me siento en libertad"
"Dar vida" al frío bronce, reto que se ha impuesto
el escultor Jorge Marín
Equilibristas, ángeles y figuras humanas, pretextos
para jugar con la gravedad
MONICA MATEOS-VEGA
Para
el escultor Jorge Marín (Uruapan, 1963) trabajar con cerámica
"es un goce, como estar en contacto permanente con piel". Por eso ahora
se enfrenta al reto del bronce, material frío que intenta "despertar
para darle vida".
Equilibristas sobre esferas, ángeles suspendidos
de imaginarios puntos de apoyo y la figura humana como pretexto para juguetear
con las leyes de gravedad son el tema de la nueva serie del artista.
Para romper la formalidad de las inauguraciones tradicionales,
Marín preparó hace unas semanas un encuentro en el que el
público convivió con "esculturas vivas" que deambularon entre
sus pares de metal.
"Fue una especie de parodia de mi trabajo con el único
propósito de compartir mi quehacer con la gente", explica Marín,
cuya obsesión temática es, en esta época de su vida,
el equilibro, idea que, considera, le viene de sus años como restaurador
-es egresado de la Escuela Nacional de Conservación del Instituto
Nacional de Antropología e Historia.
Con dos décadas de experiencia profesional, explica
su interés por el manejo de diversos materiales, "con disciplina,
para encontrar diversas posibilidades creativas, siempre con calidad".
Afirma que con el bronce puede llegar "al punto neurótico
del trabajo, ir al detalle; la cerámica no me lo permitía,
es muy difícil construir con ese material. Ahora me siento en libertad,
antes estaba muy atado técnicamente, por la falta de control del
material, y ahora no tengo limitante, puedo ir hasta donde quiera".
Algunas de sus esculturas pertenecen a los acervos de
los museos de Arte Moderno, de Arte Carrillo Gil, Universitario del Chopo
y de Arte Latinoamericano de Long Beach, California, entre otros.
La obra reciente de Jorge Marín se puede visitar
en la casa estudio del autor, previa cita al 5330 3587, con Marta Páez.
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