El titular de la CDHDF comentó propuestas del asesor de la SSP

Grave, que se pretenda criminalizar a grupos sociales, considera Alvarez Icaza

ANGEL BOLAÑOS Y JOSEFINA QUINTERO

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) consideró positivo que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reconozca sus problemas estructurales y busque propuestas que permitan atender dichas deficiencias, sobre todo las relacionadas con señalamientos que ha hecho el organismo en sus recomendaciones, como lo que se refiere a la capacitación y profesionalización de la policía preventiva.

El titular de la CDHDF, Emilio Alvarez Icaza, resaltó el hecho de que junto al tema de la modernización de la policía y la revisión del sistema de justicia criminal, el informe de Giuliani incorpore como una de las prioridades la participación de la comunidad.

Observó sin embargo que "el concepto de sociedad civil no es muy fuerte en el documento" y tampoco se apoya en instrumentos internacionales, como podría ser el manual de capacitación en derechos humanos para la policía, elaborado por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

El ombudsman no fijó una postura respecto a los propósitos de reducir el número de menores en situación de calle, lograr un mayor control de la prostitución y la proliferación de franeleros y limpia parabrisas, contenidos en las recomendaciones de Giuliani, puesto que no hay ninguna ley que autorice a la SSP a tomar medidas en ese sentido.

No obstante, consideró grave que se pretenda criminalizar a esos grupos de la sociedad. Lo importante ahora, señaló, es abrir los espacios de discusión sobre esos temas.

Por su parte, coordinadores de Seguridad Pública de las delegaciones políticas señalaron que muchas de las recomendaciones emitidas por el despacho de Giuliani ya se aplican en sus demarcaciones, pero consideraron que para abatir la delincuencia es necesaria una política acorde con la realidad delictiva de la ciudad de México.

Indicaron que un punto importante es definir los derechos humanos, porque no hay un límite entre la víctima y el victimario; "como ambos son seres humanos hay que respetar sus garantías, y eso lo aprovechan los delincuentes".