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México D.F. Sábado 9 de agosto de 2003
DESFILADERO
Jaime Avilés
Belsasso vende manicomios
Legisladores, contra los CSM
El comisionado para la farmacodependencia intenta sacar
a remate los terrenos de los psiquiátricos
HACE DOS SABADOS, esta página denunció
que el 17 de julio pasado, por medio de Pemex, la oficina de Vicente Fox
(antes conocida como Presidencia de la República) empezó
a licitar clandestinamente los llamados contratos de servicios múltiples
(CSM) entre las mayores petroleras del globo, en una acción que
de hecho privatiza en secreto buena parte de los recursos energéticos
del país.
Anteayer, en lenta pero afortunada respuesta, legisladores
de tres partidos -PRI, PRD y Convergencia- anunciaron que interpondrán
una controversia constitucional contra el Poder Ejecutivo "si persiste
en entregar a trasnacionales la explotación de gas" por la vía
de ese mecanismo jurídico (Andrea Becerril, La Jornada, 8
de agosto).
Mientras tanto, en el curso de la semana que se extingue,
legisladores del PAN, bajo la batuta de Diego Fernández de Cevallos,
externaron su confianza en que durante el periodo de sesiones que se inicia
el primero de septiembre "sacarán adelante la reforma de la industria
eléctrica", es decir, la privatización formal de uno de los
dos sectores estratégicos que nos quedan.
En dirección de ese propósito, Luz y Fuerza
del Centro dio a conocer que "perdonará" a sus clientes morosos
una deuda estimada en 4 mil millones de pesos, una medida que en opinión
de Rosendo Flores, secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas,
contribuirá a debilitar aún más a esa empresa paraestatal,
para que el día de mañana Fox nos diga que no nos queda más
remedio que vendérsela a Enron o a cualquier otro consorcio extranjero.
Estos datos corroboran que tras la decorativa figura de
Fox, la maligna inteligencia política de Carlos Salinas de Gortari
está retomando el control del "gobierno", para culminar el desmantelamiento
de las últimas estructuras nacionales que siguen en pie. Cuando
la privatización de la industria eléctrica sea una realidad
y con maniobras legales Petróleos Mexicanos sea manejado por intereses
extranjeros, México se verá en las mismas condiciones de
indefensión que Argentina. Y para allá vamos a grandes zancadas.
Pero mientras esto sucede en aquellos rumbos, en el campo
de la salud mental hay quien, sin comunicárselo al Poder Legislativo
ni a los medios, trabaja en la sombra para privatizar, al menos parcialmente,
los terrenos "ociosos" de los hospitales psiquiátricos, junto a
los cuales en breve tal vez crecerán grandes bodegas, plazas comerciales,
o quizá depósitos de desechos tóxicos, pues al fin
lo que caiga es bueno.
¿Quién manda en la Ssa?
En
la medida en que la residencia oficial de Los Pinos se transforma en el
centro de un palpable vacío de poder, los servidores más
cercanos del otrora poderoso "señor Presidente" pierden eficacia
en sus propios puestos de mando. Así le ocurrió esta semana
a Julio Frenk Mora, titular de la Secretaría de Salud (Ssa), a quien
el comisionado nacional para el tema de las adicciones, el célebre
doctor Guido Belsasso, le asestó un golpe debajo del cinturón
en el ámbito de su dudosa competencia: los hospitales psiquiátricos.
Hace algunas semanas, cuando esta página dio a
conocer la existencia de un Plan Maestro en Salud Mental, que pretende
invertir mil 500 millones de pesos en la remodelación de los antiguos
y espantosos manicomios de la Ssa, para que sigan funcionando tan mal como
siempre, dos médicos del hospital Samuel Ramírez Moreno acometieron
la noble empresa de darle terapia a este columnista, por medio de Internet,
para devolverlo a la realidad y hacerle ver cuán "perversa" era
Virginia González Torres y cuán "chafa" era su Modelo Hidalgo
de atención a pacientes con trastornos psiquiátricos.
Después de mantener una amable correspondencia
con ellos -como corresponde a todo espacio periodístico que abra
su buzón a las inquietudes de sus lectores-, Desfiladero dejó
de contestarles el correo habida cuenta de que, en realidad, no eran más
que voceros oficiosos de Belsasso, quien tiene al Ramírez Moreno
como centro de operaciones desde el cual aspira a consolidar su Plan Maestro,
contraviniendo todas las indicaciones que Frenk estableció para
el tratamiento de los problemas de salud mental desde la Organización
Mundial de la Salud (OMS), donde fue un destacado funcionario antes de
venirse, llamado por los head hunters, al gabinetazo de Fox.
Para la OMS, los manicomios deben ser borrados de la faz
de la Tierra para ser sustituidos por hospitales generales que destinen
cierto número de camas a personas con crisis psicóticas agudas
para que permanezcan internadas sólo unos días; en lugar
de las viejas mazmorras, deben privilegiarse las llamadas "casas de medio
camino", donde puedan estar los convalecientes, antes de reintegrarse a
la vida social comunitaria. Y sobre todo, afirma la OMS y lo ratifica la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), hay que fortalecer
las estructuras de atención preventiva, para detectar los trastornos
a tiempo y educar a los familiares de los enfermos en los secretos del
martirio que la vida les echó encima.
Así, pues, Desfiladero creyó que había
zanjado su privada polémica con los médicos testaferros de
Belsasso, adscritos al Ramírez Moreno, cuando gracias a una fuente
en Washington obtuvo y difundió el informe de la OPS que reconoce
al Modelo Hidalgo de Virginia González Torres como el único
hospital psiquiátrico de México digno de ser mencionado por
su nombre y elogiado por sus logros. Pero el asuntó no terminó
allí. Al contrario, Belsasso escaló el conflicto en perjuicio,
como siempre, de los enfermos mentales.
El pasado lunes, Inés Arévalo, secretaria
general del sindicato de la Ssa en el Ramírez Moreno, y Rafael Castro,
director de la institución, cerraron con un vistoso candado las
rejas del taller de rehabilitación mental que el Modelo Hidalgo
sostiene en las instalaciones de ese manicomio. ¿Qué significa
eso?
Penuria y humillación
Al clausurado taller, que está en operaciones desde
hace seis años, acuden 150 personas, 30 de las cuales han recobrado
su libertad, mientras las demás aún son cautivas del Ramírez
Moreno. Gracias al enfoque del Modelo Hidalgo, trabajan en la decoración
de cerámica, ganan un pequeño sueldo semanal, cuentan con
una tiendita para comprar dulces y refrescos y, en términos generales,
se preparan, bien para volver a enfrentar la vida extramuros, bien para
soportar con mayor entereza los tormentos cotidianos del encierro. Pues
bien, por lo pronto, si Julio Frenk no interviene, esto se acabó
para ellas y para ellos.
"El Modelo Hidalgo sólo ha servido para enriquecer
a sus funcionarios y no cumple con el perfil académico", puede leerse
ahora en una de las mantas que cuelgan sobre las rejas del Ramírez
Moreno. Esas mismas palabras figuran en las cartas que ha venido recibiendo
el buzón de esta plana. "Virginia, has utilizado a los hospitales
psiquiátricos para tus fines políticos y de lucro", reza
otra. "Virginia, deja de amenazar con desaparecer nuestro centro de trabajo.
Basta de lucrar con el Samuel. La base trabajadora no te lo permitiremos...",
afirma una más.
Lo interesante de esta propaganda es que Belsasso está
utilizando al Modelo Hidalgo como fantasma para encubrir su proyecto, pues
en su Plan Maestro afirma claramente que se propone vender una porción
del predio que ocupa el Ramírez Moreno. Lea usted: "Línea
de acción. Dividir la superficie total de los terrenos del hospital
en cuatro zonas: A. Zona de atención primaria a la salud mental.
B. Zona de hospitalización de corta estancia para pacientes agudos.
C. Zona asilar a enfermos mentales. D. Zona para asignar terrenos y uso
de suelo a un tercero".
Más adelante, especifica: "Garantizar el usufructo
de los terrenos definiendo para su asignación a un tercero, donde
el beneficio económico tenga como destino al CREME (Centro de Rehabilitación
de Enfermos Mentales) y los nuevos programas de atención a la salud
mental. Obtener la autonomía de gestión como hospital para
usar a beneficio propio los terrenos y el usufructo de los mismos. Solicitar
las gestiones correspondientes para llevar a cabo la asignación
de los terrenos para su usufructo por parte de un tercero. Definir al responsable
de la administración y el buen uso de los recursos económicos
obtenidos de acuerdo a lo establecido".
Y en el apartado de "metas", reitera: "Lograr la factibilidad
jurídica de los terrenos para poder definir el uso, destino y usufructo
de los mismos. Obtener recursos económicos que garanticen la operación
del CREME y el desarrollo de los nuevos programas", etcétera. Como
se ve, aparte del mal gusto empleado para crear la sigla CREME, de tan
fúnebre evocación, Belsasso en realidad está creando
las condiciones para dirigir un jugoso negocio personal que le dejará
sin duda enormes dividendos, porque lo que piensa hacer con los terrenos
del Ramírez Moreno es una aspiración que el Plan Maestro
se reserva para todos los manicomios de la Ssa.
Pero lo más gracioso es que, en lo tocante al CREME,
el Plan Maestro señala que dispondrá de un psiquiatra por
cada 200 internos, un psicólogo por cada 100, una enfermera especializada
por cada 50, un trabajador social por cada 100, una enfermera por cada
24, un "rehabilitador" por cada 24 y un "técnico" por cada seis.
Ah, pero eso sí, en otra de sus "metas", asegura, mostrando una
evidente pérdida de contacto con la realidad, que piensa "elevar
la calidad de la atención de los enfermos mentales de estancia indefinida,
sin incurrir en gastos adicionales de recursos humanos, materiales o económicos".
¿Cuánto más aguardará Frenk para desembarazarse
de este charlatán de altos vuelos?
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