México D.F. Martes 29 de julio de 2003
Con mal dormir, 30 millones de mexicanos
KARINA AVILES
''Candidatos'' a sufrir males mayores si no se atienden,
afirma especialista
Las madrugadas en México no son tan silenciosas
como se cree. En el país 30 millones de personas viven con alteraciones
de sueño: unos roncan a todo pulmón y otros están
en permanente duermevela.
En general, comenta el director de la Clínica del
Sueño de la UNAM, Reyes Haro Valencia, los "mexicanos dormimos muy
mal porque no le damos importancia al sueño, pese a que es una necesidad
fisiológica como cualquier otra. Y tan no se le hace caso ?insiste?
que apenas medio millón de personas con este tipo de padecimientos
se atienden, pero ya cuando tienen un problema realmente crónico''.
Si usted es un roncador no crea que el asunto se acaba
en un insistente grrrrr-grrrrr, que si acaso no lo despierta, lo
más probable es que provoque un manotazo de su pareja que sí
le espante el sueño. El problema es más grave que eso.
Las personas que llevan años roncando sin atenderse
son ''fuertes candidatos'' a sufrir una embolia, un derrame cerebral o
problemas cardiacos como el infarto al miocardio, debido a que "dejan de
respirar tanto que esto produce cambios importantes en el funcionamiento
del corazón, de la circulación sanguínea y afecta
el funcionamiento del cerebro", advierte Reyes Haro.
Pero
así como el neurofisiólogo explica los posibles daños
de dicho trastorno, también proporciona un salida al asegurar que
"todas las alteraciones de sueño, cuando son diagnosticadas en forma
adecuada, tienen solución, independientemente de sus características
y de sus causas. Esa es la buena noticia".
Y la otra es que México cuenta con la mejor clínica
que hay en Latinoamérica para dar atención a los roncadores,
a los insomnes, a los que siempre tienen sueño, a los pequeños
con riesgo de padecer el síndrome de muerte súbita infantil,
a los sonámbulos y a todos aquellos que tienen una alteración
en el dormir.
Ubicada en el Hospital General de México, en la
colonia Doctores, la Clínica del Sueño de la UNAM es única
en el continente porque, a diferencia de otras, tiene un grupo multidisciplinario
de especialistas: neonatólogos, neuropediatras, neurólogos,
sicólogos, siquiatras, neurofisiólogos, otorrinolaringólogos,
odontólogos y nutriólogos.
Además está equipada con tecnología
de punta que la hace tener las mejores instalaciones para realizar todo
tipo de diagnósticos en la materia y hacer investigación
científica.
Precisamente uno de sus estudios ?rea- lizado bajo la
tutoría del científico René Drucker Colín y
que está a punto de ser publicado en las relevantes revistas Biological
Psyquiatry y Nicotin and Tobacco Research? demostró que
la nicotina administrada en parches a pacientes deprimidos e insomnes mejora
la organización del sueño y el estado de ánimo.
En esta época de precariedad y de crisis en los
bolsillos, la depresión y la ansiedad están a la alta y de
manera irremediable impactan en el dormir. El doctor Reyes Haro confirma
que aumentó al doble el número de pacientes que acuden a
la consulta con este tipo de afecciones. De hecho ''hemos tenido que agregar
otro siquiatra a la clínica porque son trastornos frecuentes.
''Todas las alteraciones siquiátricas van acompañadas
de alteraciones al dormir. El siquiatra aborda los problemas de ese campo
y nosotros atendemos los problemas de sueño", apunta.
El ronquido no es cualquier cosa: es la principal causa
de la somnolencia excesiva diurna, es decir, cuando la gente siempre está
con sueño sin importar cuánto duerma, indica Reyes Haro.
A su vez, añade, la somnolencia es la segunda causa
de accidentes automovilísticos y laborales, tan sólo después
del alcoholismo. El ronquido obstruye las vías respiratorias, de
ahí que el silencio entre un ronquido y otro es justamente el tiempo
que la persona deja de respirar.
El padecimiento es leve cuando la persona deja de respirar
hasta 15 veces por cada hora de sueño, moderado cuando deja de hacerlo
hasta 25 veces y severo cuando tiene más de 25 pausas respiratorias
en ese mismo lapso, precisa.
El sobrepeso y tener cuello ancho hace a la persona buen
candidato a roncador, porque este trastorno es consecuencia de tener crecidas
las estructuras de la orofaringe, la campanilla, el paladar blando, las
amígdalas y en muchas ocasiones la lengua, explica.
Los roncadores, apunta el especialista, están cansados,
se quedan dormidos con gran facilidad durante el día, tienen problemas
de atención y disminución de la memoria, enfrentan serias
dificultades en su desempeño diurno y su actividad sexual disminuye
considerablemente.
"El ronquido es exacerbado por el trabajo excesivo, el
alcohol y los medicamentos para dormir, porque son depresores del sistema
nervioso central." A propósito de las drogas para conciliar el sueño,
el experto echa por tierra la creencia de que la continua ingestión
de hipnóticos ayudará al paciente a dormir mejor.
Esto es un error. Explica por qué: los medicamentos
para dormir disminuyen las etapas de sueño tres y cuatro, que son
las importantes para descansar bien, y aumentan las etapas uno y dos, que
son las del sueño ligero.
De esta forma, los insomnes vuelven a quejarse de no poder
dormir, "porque de manera selectiva afectan las etapas más importantes
para descansar y aumentan las etapas donde ellos sienten estar despiertos.
Así, el problema empeora".
Pese a ello, en el sistema de salud todavía existe
"mucho desconocimiento" de lo anterior. El IMSSS y el ISSSTE "están
llenos de usuarios a quienes hacen dependientes a estos medicamentos, que
son una de las 20 causas conocidas de insomnio".
Por otro lado, el ronquido es una causa suficiente para
no usar hipnóticos, porque a los pacientes les inhiben más
la función de respirar, lo cual provoca que las pausas respiratorias
sean aún más prolongadas.
Al hecho de que los "mexicanos dormimos mal" debe sumarse
que hasta el tiempo de estar en la cama es limitado. En las grandes ciudades
una persona en etapa productiva duerme menos de seis horas, cuando un adulto
debería descansar en promedio siete horas y media, especifica.
Dormir tiempo insuficiente ocasiona cansancio, somnolencia
diurna y que la persona para funcionar requiera café, tabaco y refrescos
de cola, que son estimulantes de uso común.
En esas condiciones de dormir poco están infinidad
de personas: "todos los reporteros, todos los que trabajamos de noche atendiendo
problemas de salud, vigilantes, policías, etcétera".
Por eso no debe sorprender que 30 millones de mexicanos
padezcan algún tipo de trastorno de sueño, de los cuales
10 millones lo presentan en forma crónica. De éstos, sólo
5 por ciento son atendidos, enfatiza.
La clínica universitaria atiende a 5 mil pacientes
al año. De ellos, mil 750 son roncadores, mil 500 son insomnes y
el resto presenta otro tipo de padecimiento. El costo de la consulta va
de 25 a 300 pesos, y los estudios tienen una cuota entre 500 y 6 mil pesos,
de acuerdo con el nivel socioeconómico del paciente.
La Clínica del Sueño lanzará una
campaña nacional en pro del buen dormir. Los teléfonos de
atención de dicho centro son: 56-23-26-85, hasta el 90.
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