Aun empleándose, son los peor pagados, señala estudio de la Secretaría del Trabajo

Cada vez más adolescentes se suman al mercado laboral

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Treinta y dos por ciento de los adolescentes entre 16 y 17 años ya trabaja para apoyar la economía de sus familias; la mayor parte labora en subempleos, en la economía informal o bien no reciben salario fijo y se mantienen con propinas.

De igual forma, tiene que trabajar 19 por ciento de los jóvenes entre 14 y 15 años; así como 8.8 por ciento de los que tienen entre 12 y 13 años, es decir, apenas dejando la niñez.

Un informe de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) fechado al 15 de julio, señala tales cifras e indica que esta administración está combatiendo "las peores formas de explotación comercial infantil", no obstante se mantienen altos los niveles de participación de los adolescentes en el mercado laboral.

Los porcentajes presentados indican que cuando menos hay en el país 3 millones de adolescentes que tienen que trabajar para ayudar a completar el gasto familiar. Sin embargo, los jóvenes se encuentran en los más bajos estratos salariales, incluso parte de ellos se ubica en el estrato de trabajadores que no reciben pago por los patrones, sino únicamente propinas.

Las cifras oficiales no contemplan el cúmulo de adolescentes que trabaja a cambio de comida, los que "laboran" en la calle o bien en los negocios familiares sin percibir ingresos y que cuando son encuestados no declaran ser trabajadores y no están registrados en estadísticas.

Las cifras señalan que entre 1995 y 1998 más adolescentes se incorporaron al mercado laboral, es decir, en los años de la mayor crisis económica, cuando la falta de trabajo, la quiebra de negocios y la debacle bancaria terminaron con el patrimonio de la mayor parte de los mexicanos.

En ese lapso el porcentaje de adolescentes entre 16 y 17 años que tuvo que emplearse en algo para obtener ingresos llegó hasta 40.8 por ciento. El dato indica que casi la mitad de todos los jóvenes de esta edad tuvo que lanzarse al mercado laboral, sin alcanzar aún la edad para ello y, por tanto, se contrataron por menores salarios y sin prestaciones.

El documento de la STPS añade que en el lapso de la crisis 17 por ciento de los mexicanos que tenía entre 12 y 13 años tuvo que trabajar, así como 27 por ciento de los que tenían entre 14 y 15 años.

La dependencia informa que se ha elevado en forma considerable la población femenina que trabaja, y puntualiza que a la fecha hay 13 millones 400 mil mujeres que laboran, que ganan entre cero y dos salarios mínimos.

A julio de 2003, son un millón 705 mil las mujeres que trabajan sin percibir salario y se mantienen con propinas; hay 6 millones 452 mil que perciben hasta dos salarios mínimos por día, es decir, poco más de 80 pesos, y hay otras 5 millones 234 mil mujeres con ingresos de 3 minisalarios en adelante.

Antes de 1995 había menos de 10 millones de mexicanas incorporadas al mercado laboral y ahora este total ha crecido en más de 3 millones 400 mil personas, lo que significa un aumento de aproximadamente 30 por ciento en el volumen de mujeres que se han visto en la necesidad de buscar un trabajo en este lapso, según refiere esta información.

La incorporación de más integrantes de la familia al mercado de trabajo está relacionada con los niveles de ingreso salarial en el país. El informe expone que al tercer trimestre de 2003, 12 por ciento de la población ocupada no percibe salarios; 41 por ciento de este total tiene remuneraciones por hasta dos salarios mínimos; 37 por ciento obtiene entre dos y cinco minisalarios y sólo 10 por ciento del total de trabajadores percibe más de cinco veces esta remuneración.

Según las cifras de la dependencia, casi 80 por ciento de la población ocupada gana entre 80 y hasta 200 pesos diarios.