México D.F. Viernes 25 de julio de 2003
José Cueli
Koudelka: el lenguaje de la mirada
La semana pasada se inauguró en el Palacio de Bellas
Artes una exposición antológica de Josef Koudelka. Representa
en 300 imágenes fotográficas la espléndida obra de
40 años de trabajo del gran fotógrafo nacido en Moravia.
''El ojo que tú ves no es ojo porque lo veas, es
ojo porque te ve", decía Antonio Machado. Así, el ojo de
Koudelka, cuando apunta a su objetivo, mira hacia adentro del ser.
Los
rostros captados por su lente muestran todos los matices del abanico de
afectos posibles: ansiedad, angustia, desesperación, terror, gozo,
esperanza y desesperanza, indefensión y desamparo, pero también
la lucha por la vida, lucha por trascender la adversidad.
Víctor Flores Olea, gran conocedor del arte de
la imagen, en su estupendo artículo (La Jornada, 16 de julio)
hace unas precisiones por demás atinadas en torno a la obra de Koudelka.
Se pregunta dónde situar el estilo fotográfico del maestro
checo, y concluye que la obra de Koudelka escapa a las clasificaciones
de ''fotoperiodismo" o de ''fotografía abstracta".
En su opinión, la obra de Koudelka ''exige adentrarnos
en ''otro" significado de la fotografía misma. Lo que vendrían
a expresar sus fotografías sería lo ''permanente" de la condición
humana que trasciende el tiempo y el espacio para traslucir lo inmutable
del ser.
Koudelka capta con maestría tanto en sus imágenes
de gitanos, como en sus obras sobre exilios o la brutal e injusta invasión
de Praga en 1968, la condición marginal del hombre en el mundo.
Ese vivir en el margen, al margen, en las fronteras, en
el exilio, en la exclusión. Capta en los rostros la herida de la
indefensión y el desamparo originarios de los que hablada Sigmund
Freud. Es condición de representarse mediante la mirada del ''otro".
Lenguaje de la mirada que es espejo de doble faz y representación
en imágenes de un discurso abierto a múltiples significaciones
que escapan a las coordenadas arbitrarias del espacio-tiempo y de la vida-muerte.
Las fotos de Koudelka hieren y traspasan lo más
íntimo del ser. Más que captar la atención nos atrapan
y devuelven una imagen especular.
El exilio del otro es mi propio exilio, la condición
marginal del otro es mi propia marginalidad, el atropello de los derechos
elementales de los invadidos representa mi propia invasión por la
irracionalidad y la brutalidad del invasor, el ''otro" representado por
Josef Koudelka en sus imágenes se vuelve más que una representación
de una parte de mi propio yo, se convierte en mi alter ego.
En una imagen especular que representa mi propia condición
en el mundo cercano al Dasein heideggeriano, recordándonos asimismo
la repetición del eterno retorno de lo igual nietzscheano.
Será por ello que las imágenes de Koudelka
atrapan, envuelven, cautivan y al mismo tiempo nos cimbran en lo más
profundo. Se nos hacen inolvidables porque nos marcan de manera irremediable.
La mirada del ''otro" como algo constitutivo del ser se
torna juego de espejos, lenguaje de la mirada, gracias a la maestría,
la genialidad y la aguda sensibilidad de la mirada del fotógrafo
Josef Koudelka.
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