Nora Patricia Jara

La inseguridad, el gran pendiente

Luego del embeleso del triunfo electoral y el referendo ciudadano que otorgó mayoría en el Congreso local al partido gobernante de esta ciudad, se impone la realidad: si bien la propuesta de crear un esquema de seguridad social que permita una vida digna y con calidad a cientos de miles de personas adultas en plenitud es prioritario, todavía siguen los asaltos bancarios y a transeúntes. Para colmo, la policía especial del Distrito Federal está involucrada en la desaparición de cerca de 40 kilogramos de cocaína.

Sí, pasada la elección, sobre elementos del grupo Fuerza de Tarea de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina recae la sospecha de que sustrajeron el cargamento mencionado de un microbús que circulaba por Tepepan, en el sur. Nadie sabe y nadie supo dónde quedó la droga. Al mismo tiempo, otros agentes fueron destituidos por estar presuntamente vinculados con secuestradores.

Mientras, en su informe trimestral ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, destacaba la política social dejando de un lado en su discurso cualquier novedad en el ámbito del combate a la delincuencia. Pero entonces, Ƒpor qué es tan positivo el efecto López Obrador?, se preguntan muchos, intentando apenas digerir la derrota con acusaciones al partido ganador en vez de practicar la autocrítica para diseñar una estrategia que les devuelva presencia como instituciones políticas en las que puedan confiar los ciudadanos.

Por lo pronto, el PRI-DF se propone hacerlo desde la renovación total de su dirigencia local y trabajar directamente con las llamadas bases desde Milpa Alta, último bastión del tricolor en la capital de la República, y que debido a una imposición en la candidatura perredista y el ejercicio frívolo de la admnistración saliente en un escenario de carencia y desigualdad se perdió para el sol azteca.

El PAN sostiene sin problema sus dos posiciones fuertes en el DF: las delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo; en la primera, con un voto panista de tradición, puesto a prueba en momentos por candidatos de amplia capacidad en la operación política, como Lenia Batres, que si no ganó tampoco se fue en blanco en una demarcación que se distingue por su alto nivel comercial y financiero.

En el caso de la Miguel Hidalgo pesó, con todo y críticas, el ejercicio muy particular de Arne aus den Ruthen Haag, quien deja una imagen de eficacia y juventud; porque de esto también se trata, de la percepción que tiene el ciudadano para reconocer en su autoridad la intención política aunada a un manejo eficiente de la administración pública.

Y es lo que ha reflejado el gobierno de izquierda de la ciudad de México. ƑQue tienen que estar satisfechos funcionarios y militantes del PRD? Sin duda, aunque el reto principal que se les presenta no es el lanzamiento anticipado de una candidatura presidencial o de establecer una relación más estrecha entre las delegaciones que administrará este partido político, sino el de transparentar la acción de gobierno, atacar el corporativismo y la corrupción, pendientes también de la actual administración. Para ello existe mucho que construir y restructurar; por ejemplo: el combate a la criminalidad.

En cinco años se han incrementado los índices de incidencia delictiva; los secuestros, asesinatos y robos en casas o en plena vía pública siguen al alza para todos, menos para la autoridad, que espera el diagnóstico del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, o de otro asesor extranjero para que se pueda prever un plan integral contra la criminalidad y la violencia.

Los números y datos duros hablan sólo del acto delincuencial pero no reflejan el impacto que causan en el tejido social, especialmente los hechos que quedan impunes o que no son denunciados. Las víctimas y sus familiares -que cada vez son más- hacen intentos aislados y casi siempre reducidos para llamar la atención de las autoridades, que permanecen ajenas a lo que pasa.

En la pasada contienda electoral fueron los partidos pequeños, ahora desaparecidos, los que intentaron, algunos con visión clientelar, asumir compromisos con asociaciones civiles pro víctimas, para incluirlos como propuestas de campaña; el poco conocimiento y la falta de un genunino interés por la causa los llevó a relegar la iniciativa y volver a temas más apegados a sus intereses político partidistas.