La región canadiense es la invitada de honor de la próxima FIL de Guadalajara

Quebec libra una batalla contra la homogeneización cultural

Se empeña en preservar su identidad frente a la globalización económica

La publicidad, ''mecanismo de invasión'' utilizado por Estados Unidos frente a Canadá

MONICA MATEOS-VEGA ENVIADA

Quebec, 24 de julio. ƑQué tienen en común los escritores H.P. Lovecraft, Herman Melville, Albert Camus y Saint-Exupéry? La respuesta nace en las calles de esta ciudad, corazón de aquella Nouvelle France que en el siglo XVII pretendía dominar el continente americano.

Quebec ha inspirado a estos y otros narradores de diversas nacionalidades y épocas con el encanto de los pueblos que confieren un lugar privilegiado al arte y la cultura. La región, del mismo nombre, será la invitada de honor en la próxima versión de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, lo que brinda un pretexto a esa comunidad para compartir con México su experiencia respecto a sus políticas culturales.

Francófonos vs anglos

Los editores canadienses que participarán en la FIL y las autoridades del Ministerio de Cultura y Comunicaciones quebequense conciden en el propósito de difundir y fortalecer en América Latina, así como en el mundo entero, el concepto de identidad cultural, noción que representa para ellos una fuerte batalla contra la globalización económica ''que tiende hacia una homogeneización de las culturas, basada en una lógica puramente comercial que excluye del panorama a las expresiones culturales 'menos rentables''', señala un documento del ministerio mencionado.

Los quebequenses son expertos en el tema. Sobre todo a partir de los años 60, cuando vivieron lo que llaman la Revolution tranquille, la época en que empezó a dar frutos la lucha de la comunidad francófona para evitar ser dominada por los ''anglos".

Ahora, por ley, los dos idiomas conviven en la región de Quebec, aunque aquí, a diferencia de los habitantes de Francia, se cuidan de las ''contaminaciones" del inglés. ''Es una lucha cotidiana, pero tenemos la ventaja de que entre nosotros no existe el esnobismo que hay en Europa, respecto a usar el inglés como sinónimo de estatus", explica el escritor Denis Vaugeois, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros.

La cultura es el arma de los quebequenses en esta pelea constante por defender el territorio que ocupan en Canadá. Por ello, anualmente invierten en ese rubro 1.8 por ciento de su producto interno bruto, más del 1 por ciento recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en comparación con México, que destina menos del porcentaje recomendado.

Fomento desde temprana edad

Son los niños y los jóvenes el punto central en el que convergen los esfuerzos de promoción y difusión cultural. Lo saben por experiencia: ''Si desde temprana edad se propone a las personas actividades educativas relacionadas con el arte, como pedirles que sepan tocar un instrumento, que trabajen con cerámica, que escriban cuento o que sepan dibujar, no es sólo para formar artistas. Sabemos que de esta manera, en su vida adulta, serán consumidores potenciales de productos culturales y artísticos profesionales", explica el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Quebec, Denis Langlais.

Según las estadísticas, en esta región, en promedio, cada persona lee al año 6.5 libros; los mejores lectores son los adultos mayores de 40 años y las mujeres. En este rubro, el problema que tienen es que los muchachos cada día prefieren más los entretenimientos de video que los libros. Pero son contratiempos que en cuanto se detectan son combatidos, pues existe toda una serie de leyes al respecto, como la que define el estatus de los creadores.

La industria cultural, fuera del TLCAN

Además de la promoción de su experiencia cultural, la presencia de Quebec en México en la FIL significa para ellos buscar alianzas, pues en octubre la UNESCO celebrará una reunión en la que deberá tomar una decisión sobre la creación de un organismo internacional que regule el consumo de la cultura.

Canadá ya dio un primer paso al respecto al dejar fuera del Tratado de Libre Comercio de América del Norte su industria cultural. No obstante, agrega Langlais, Estados Unidos ha tratado de ''invadir" culturalmente mediante la publicidad, rubro que no fue regulado. ''Hubo un tiempo en el que las revistas de nuestro país estuvieron plagadas de publicidad estadunidense, cuando regulamos al respecto, para determinar el porcentaje de espacio que deberían usar, ellos nos impusieron cargas fiscales en otros sectores. Así se manejan".

Quebec no es una pequeña región, sino una nación de unos 8 millones de habitantes que han encontrado ya los mecanismos para hacer de su cultura un ''producto" con alas y raíces. Por ello, desde que recibieron la invitación para participar en la FIL, echaron a andar un programa de traducción por medio del cual se dará a conocer en México, en español, a una treintena de autores quebequenses, desde los clásicos o ''indispensables", como los llaman aquí, hasta los más jóvenes, sin olvidar la producción literaria de los inuit, uno de los pueblos indígenas que habitan la zona. También, a partir de este año, se pondrá en marcha el concurso literario México-Quebec para propiciar la creación narrativa ligada al encuentro de ambos pueblos.

Silvain Gagne, comisario general de la oficina organizadora de las actividades que Quebec lleva al mundo, reitera que si bien ''vivimos en un pequeño pueblito de Asterix, rodeados por 250 mil anglófonos, defendemos la necesidad de conservar y proteger la diversidad cultural".

Ese es el espíritu quebequense que, en opinión de ellos mismos, tiene eco en gran parte de América Latina.