El presidente argentino se reunirá hoy en Washington con George W. Bush

Condonación parcial de la deuda, objetivo de Kirchner en su viaje a Estados Unidos

Defiende Eduardo Galeano al jurista Raúl Zaffaroni de los ataques de sectores golpistas

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 22 de julio. El presidente argentino, Néstor Kirchner, partió hoy hacia Estados Unidos para reunirse este miércoles con su par estadunidense George W. Bush, con una agenda que no ha sido divulgada pero que abarcaría temas como la difícil negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y los vinculados a las relaciones bilaterales, con las presiones en torno a las necesidades y urgencias de Washington.

Además de la junta con Bush -quien adelantó el encuentro, inicialmente fijado para septiembre próximo-, se anuncian reuniones de Kirchner con empresarios, inversionistas y miembros de la comunidad judía, que esperan un pronunciamiento sobre el tema del terrorismo.

Antes de partir Kirchner firmó un decreto para que se abran los archivos de fuerzas de seguridad sobre el caso de la Asociación Mutual Israelita Argentina, como había prometido en días pasados a los dirigentes de esa agrupación judía y a los familiares de las víctimas del atentado que en julio de 1994 destruyó la sede del organismo, que dejó más de 80 muertos.

El mandatario, quien antes levantó el se-creto para que declaren los agentes involucrados en la oscura investigación sobre el hecho, intenta poner en manos de la justicia todos los elementos para cerrar el caso, salpicado de obstáculos, robos, declaraciones falsas e intereses de diversos países.

A su vez, el el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Juan Pablo Ca-fiero, anunció la apertura de los archivos de la policía bonaerense.

Kirchner, quien asumió en mayo pasado, viaja a Washington habiendo tomado medidas que sus antecesores obviaron en los últimos años. Según algunos análisis, tratará de dar al encuentro con Bush un contenido de mayor nivel político y sacarlo del marco estrictamente económico.

Sectores de la ultraderecha política y me-diática, que han montado una fuerte operación contra Kirchner, tratan de centrar la importancia del encuentro en el apoyo que pueda dar o no Bush al acuerdo que Argentina busca firmar con el FMI.

El gobierno trata de marcar sus propios espacios: "Queremos poner el acento en va-lores compartidos como democracia, derechos humanos, transparencia y libertad de comercio", dijo una fuente al diario Clarín.

Trascendió aquí que el gobernante peronista ratificaría su política exterior, que privilegia la alianza con Brasil y con el Mercado Común del Sur frente al proyecto estadunidense del Area de Libre Comercio de las Américas.

También se estima que reclamará el fin de los subsidios agrícolas estadunidenses, mientras se espera que en la reunión sea tema de conversación el deseo de Washington de que tropas argentinas vayan a Irak, a lo que se ha negado Buenos Aires.

En el asunto de la deuda algunos funcionarios estadunidenses han anticipado un apoyo para que se firme un acuerdo de me-diano plazo con el FMI.

La difícil negociación

Argentina intenta lograr una condonación parcial de tenedores privados de bonos con los cuales está en mora desde diciembre de 2001, mientras que el resto de la deu-da pública está comprometida con organismos multilaterales, encabezados por el FMI. Pero en este caso, el país está al día a pesar de la moratoria para los bonos.

Kirchner advirtió durante su toma de gobierno que no pagaría la deuda externa a costa del hambre de los argentinos, entre otras posiciones que le han ganado un fuerte apoyo a nivel local (más de 80 por ciento de los consultados) y respeto internacional, aunque no precisamente del mundo de los negocios fáciles, que fue una de las causas de la actual crisis económica argentina.

Pero justamente las medidas que ha tomado en menos de dos meses de gestión, principalmente en la lucha contra la corrupción, le atrajo el odio de una derecha golpista que está siempre al acecho, así como advertencias de algunos sectores, como un obispo castrense que hoy habló sobre los peligros de la "ideologización" del gobierno.

Este día, el escritor uruguayo Eduardo Ga-leano escribió una carta pública en defensa del destacado jurista Raúl Zaffaroni, propuesto por el presidente para la Corte Suprema, atacado con "infamia" por sectores ligados a la última dictadura militar (1976-83).

Galeano habla de su alegría porque un hombre "valiente, jurista de talento, pueda ocupar ese cargo", pero advierte que las "opiniones enemigas criminalizan su profesión de fe garantista, como si fuera delito exigir que la ley se cumpla para todos y no para quienes pueden comprarla".

El escritor considera asimismo que la presencia del jurista, respetado en el mundo, puede ser el fin de una Corte Suprema que aplica "la suprema ley del embudo y que protege la impunidad, la corrupción y otras malas costumbres multiplicadas por el poder en los últimos años".

Por otra parte, éste fue un día muy especial para los organismos de derechos humanos, al descubrirse otro lugar -una antigua casa en el barrio porteño de San Cristóbal- que fue centro clandestino de detención durante la pasada dictadura.

La organización Vecinos de San Cristóbal contra la Impunidad y víctimas sobrevivientes llegaron al lugar, que está en venta, y pidieron que se convierta en otro monumento para que "nunca más" se repita esa trágica historia.

Mientras, causó estupor la liberación de nueve oficiales del ejército -tres de ellos en actividad- acusados por su participación en la matanza de Margarita Belén, en la provincia del Chaco, cuando 22 jóvenes militantes políticos fueron fusilados durante un "traslado" tras sufrir crueles torturas.

El pasado dictatorial a veces incluso parece estar de regreso. En la provincia de Santiago del Estero, en el noroeste del país, 11 hombres armados irrumpieron el sábado anterior en una localidad rural para intimidar a un grupo de campesinos organizados para defender sus tierras; además destruyeron e incendiaron campos.

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero acusó al grupo armado de ser la fuerza de choque de Muza Azar, ex secretario de Seguridad de la provincia y otrora hombre de la dictadura, recientemente destituido por el escándalo provocado por el asesinato de dos jovencitas.