.. |
México D.F. Martes 22 de julio de 2003
SALON PALACIO
Carlos Martínez Rentería
Encuentro con un infrarrealista
SOLO HABIAN TRANSCURRIDO dos días (16 de
julio) de la muerte del escritor chileno Roberto Bolaño, cuando
desde un rincón del Salón Corona un hombre de cabellera alborotada
y entrecana, sin varios dientes, nos invita una cerveza; alguna vez nos
conocimos en otra cantina acompañados del ahora también fallecido
Mario Santiago Papasquiaro. Se llama Ramón Méndez Estrada;
asegura ser uno de los fundadores del movimiento infrarrealista, y se muestra
sorprendido porque no conocía aún la noticia de que había
muerto ya el autor de Los detectives salvajes. Atendidos por Domingo,
el cantinero estrella del Salón Corona, Méndez Estrada cuenta
así su encuentro con Roberto Bolaño a mediados de 1975: "Fue
después de una borrachera tremenda que me puse aquí, en el
centro, con Mario Santiago, seguramente estuvimos en el Salón Orizaba,
en el café La Habana, en el Salón Palacio, luego nos compramos
una botella grande y nos la tomamos cuando caminábamos por las calles;
no había donde meterse y la botella ya estaba vacía, queríamos
reposar un poco y Santiago propuso: 'vamos a ver a un cuate'. Eran como
las 4 o 5 de la mañana cuando tocamos una puerta, allá por
el Metro Cuauhtémoc; salió un tipo furioso, pero al ver a
Mario Santiago apasiguó su cólera y abrió la puerta
para que entráramos, era Roberto Bolaño, nos invitó
una copa de jerez y al calor de la conversación, de pronto comenzó
a gritar: 'ustedes son los beatniks mexicanos'; '¡tu eres
Ginsberg!', le dijo a Mario Santiago, y '¡tu eres Corso!', señaló
refiriéndose a mí. Nos seguimos tratando varios años,
mi amistad con Roberto se truncó porque le dije que era un burócrata
de las letras, pues todas las madrugadas se la pasaba escribiendo".
Roberto
Bolaño les puso infrarrealistas
"SI, ROBERTO BOLAÑO nos puso el apodo de
infrarrealistas; Cuauhtémoc Méndez se encabronó cuando
lo oyó; yo lo acepté de buen grado, y Mario Santiago también.
La fundación del infrarrealismo fue en 1976, en un viejo edificio
de las calles de Argentina, junto a la librería Porrúa; no
hubo ninguna ceremonia oficial, sólo fue una borrachera, hubo baile
y tragos; éramos como 40 personas, pero en realidad los infrarrealistas
eran como 10. Pero los fundadores fuimos los jóvenes insurrectos
del taller de poesía que daba Juan Bañuelos, en Difusión
Cultural de la UNAM en 1974. Fue una insurrección de a pata, no
teníamos ni para el camión, no sabíamos aún
que éramos infrarrealistas; sólo éramos insubordinados
de la poesía oficial".
Mario Santiago se llamaba José Alfredo
"EN REALIDAD MARIO Santiago se llamaba José
Alfredo Cendejas, pero era demasiada carga llevar el mismo nombre que el
del compositor de canciones rancheras, primero se llamó sólo
Mario Santiago, y unos 20 años después se puso lo de Papasquiaro,
por José Revueltas que fue nuestro amigo cuando éramos muy
jóvenes. Nació en Mixcoac, pero se consideraba guerrerense.
Usaba bastón porque ya lo había atropellado un coche en una
borrachera. Finalmente, murió atropellado.
"Volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial",
consigna infrarrealista
"EL MOVIMIENTO INFRARREALISTA se ha ido quedando
en la marginación absoluta por deserción de la mayor parte
de sus fundadores, como Rubén Medina y Bruno Montané. Nos
quedamos unos pocos alborotadores y se incorporaron personas muy valiosas
como José Peguero, Guadalupe su esposa, Pedro Damián. Al
final de cuentas los que quedamos somos: Mario Santiago Papasquiaro (que
ojalá no descanse en paz y tenga mucho que hacer en el reino que
le haya tocado), Cuauhtémoc Méndez, director del periódico
El Espantapájaros, de Michoacán, y yo, Ramón
Méndez, desempleado eterno en el Distrito Federal. Los que nos conservamos
en el infrarrealismo seguimos con esa inquietud inicial de volarle la tapa
de los sesos a la cultura oficial. Nosotros somos los clásicos de
nuestro tiempo como lo dijo Roberto Bolaño".
DOMINGO SIRVE "LAS de la casa". Esa noche bebimos
con un infrarrelista.
|