Magdalena Gómez

Queremos tanto a Digna

Las conclusiones presentadas por la fiscal especial para el caso Digna Ochoa expresan la crónica de un suicidio anunciado; en ellas vemos que el trabajo que realizó Renato Sales dejó marcada la investigación y los resultados no hacen más que confirmarlo: se diluyeron o esfumaron las evidencias iniciales que apuntaban al homicidio.

"No hay costo político que justifique sacrificar la verdad", ha dicho la licenciada Margarita Guerra. Podemos estar de acuerdo con ella siempre que desentrañemos a qué nos referimos, pues desde mi punto de vista el costo político se ha cargado a la cuenta de la víctima. ƑHay alguien en la investigación más agraviado? ƑEs ético realizar un dictamen siquiátrico a una persona a la que nunca se le miró a los ojos sino sólo a partir de una recolección de historias?

Resulta difícil entender por qué no se había revisado el cuarto de servicio donde encontraron "pruebas" como la de los recortes de periódico y, después de haber vaciado el despacho, Ƒcómo explicar que apareció recientemente una bolsa de polvo con letra de Digna? Y respecto a las pruebas iniciales en los guantes que ella no tenía totalmente puestos, como se señaló al principio, Ƒcómo es que ahora resultan con el hallazgo de su ADN?

Los llamados "hechos irrefutables", que tardaron dos años en aparecer, no fueron suficientes para demostrar por sí mismos que Digna se suicidó. Tan frágil "verdad" requirió "demostrar" por qué se suicidó, así como exhibir y denostar, sin reparo alguno, su imagen y trayectoria, cargando con juicios de valor incluso el análisis de su gestión profesional.

Quienes conocemos el trabajo del área jurídica del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez sabemos que es colectivo. ƑPor qué y para qué hacer un recuento cuantitativo sobre las diligencias en las que Digna participó y concluir así con un mensaje que implicaría que "no era tan importante como lo hacía creer". ƑCon esas miradas se valoraron los elementos de la investigación?

Un ejemplo mínimo que me consta. Mencionan que revisaron la propuesta de Digna para concursar por la beca McArthur y lo que ella planteó, buscando por supuesto evidencias de mentiras. Fui parte del heterogéneo comité de selección cuando se propuso a Digna con unanimidad no usual. En la entrevista matizó y aclaró que el trabajo que presentaba era colectivo y esto se comprendía porque el perfil de la convocatoria de la beca estaba hecho para liderazgos individuales, contradicción que se presentaba en la mayoría de las propuestas, que en el comité ubicábamos en su contexto. En aquella ocasión nos convenció e incluso cautivó la serenidad y fuerza con la que Digna expuso el caso de los ecologistas; en ningún momento recurrió a mencionar al comité las amenazas que ya para entonces había recibido.

De la lectura del documento hecho público oficialmente, porque esta vez también se usaron las filtraciones, no se responde a lo planteado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): Ƒqué pasó con las fallas estructurales en la investigación y cómo se argumentó que en lo "coyuntural" no impactaron? Se observa también un evidente desequilibrio en el manejo de las líneas de investigación, esto puede ser obvio por la decisión de concluir hacia el suicidio; sin embargo, la manera en que se plantean las relativas a Guerrero y al Ejército sorprenden por la categórica absolución a las fuerzas aludidas.

Quien conoce la problemática del estado de Guerrero y sabe qué intereses están detrás del caso de los ecologistas presos no podría afirmar que "se constató que no existe razón o motivo para suponer dañados sus intereses y en consecuencia que hubiesen causado algún mal a la occisa", o la relativa a los militares: "ninguno de los elementos integrantes de los 19 y 40 batallones de infantería del Ejército Mexicano estuvo involucrado directa o indirectamente con alguna de las actividades desarrolladas por Digna Ochoa en su labor como abogada y todos los integrantes, más de 32, coincidieron en lo fundamental". Difícilmente quienes declararon iban a llegar a delatarse. Habría que ver qué otros medios de investigación se utilizaron para desembocar en esa virtual absolución.

Respecto a las 13 amenazas recibidas de 1995 a 2000 se anota que la procuraduría está "imposibilitada para realizar algún pronunciamiento sobre su autenticidad o veracidad en virtud de que actualmente se encuentra abierta y vigente una averiguación previa en la PGR". Sin embargo, líneas adelante, en abierta contradicción, se emite un juicio respecto a las amenazas: "es altamente probable que hayan sido creadas por una misma persona".

En síntesis, el texto de conclusiones refleja un notorio desequilibrio en las líneas de investigación. Apreciación que no resulta de la supuesta intención de hacer de Digna una mártir. Reconociendo el problema complejo entre la verdad histórica y la verdad jurídica, inherente a toda investigación, deberíamos preguntar y preguntarnos Ƒqué pasa en nuestro país con la procuración y administración de justicia que, tratándose de casos que tienen implicación política directa, las investigaciones no dan resultados o los dan y no son creíbles? Preguntemos a la ciudadanía quién cree en la tesis del "asesino solitario" de Colosio.

Seguramente la familia de Digna intentará por todos los medios jurídicos posibles que se modifiquen las conclusiones presentadas. Sabemos que formalmente la percepción social no tiene valor jurídico; sin embargo, en el caso de Digna habría que señalar que nos quedamos con la imagen de ella en vida, la de su trabajo, la de la defensora de derechos humanos a quien en este devastador recorrido por su vida íntima se le ha causado un daño moral post mortem.