México D.F. Sábado 19 de julio de 2003
Propone crear rutas interregionales; se requiere
de una "política de Estado", indica
Descentralizar el sector aéreo impulsaría
su desarrollo, señala investigador
Se deben tomar en cuenta las necesidades de las aerolíneas
para definir estrategias, dice
Luego de tres años de estancamiento, es claro para
autoridades y actores privados del sector aéreo nacional que esta
importante industria requiere para su desarrollo "un adecuado plan aeronáutico-aeroportuario"
que comprenda cuatro aspectos fundamentales, a saber:
a) La planeación a largo plazo de una política
aeronáutica de Estado.
b) La correcta supervisión y control de la infraestructura
aeroportuaria concesionada al sector privado y de la que todavía
administra Aeropuertos y Servicios Auxiliares.
c) El desarrollo de la aviación regional.
d) La definición del tipo de aviación necesaria
para el país, ligada a las estrategias de desarrollo del sector
aéreo mexicano.
Así
lo considera Fernando Gómez, uno de los principales investigadores
a escala internacional de la industria aérea, para quien con "una
política aeronáutica de Estado, el país logrará,
sin menoscabo de la participación en el mercado, una competencia
controlada entre las aerolíneas que operan en México, con
beneficios directos para todos los participantes de la industria aérea
nacional".
Es justo, dice, pensar en el desarrollo del mercado aéreo
regional, dado que el mercado es el que rige la demanda de servicio, luego
entonces, "no se pueden construir aeropuertos en el interior del país
sin pensar en las necesidades de las aerolíneas", ni se puede impulsar
destinos turísticos si no se cuenta con infraestructura eficiente
y previsora para atender la demanda de servicios.
Gómez, quien en México ofrece asesoría
aeroportuaria, considera necesario atender el mercado regional "desarrollando
vuelos que no tengan forzosamente como punto de escala la ciudad de México".
Luego de decir que desde siempre la aviación comercial en el país
ha sido y es centralizada, "pudiendo detonar otras terminales en la regiones
norte, sur, oriente y centro", apunta que lo hecho en otros lugares en
planeación estratégica del mercado aéreo "nos remite
a experiencias que han probado eficacia en París, Londres o Nueva
York". Explica que en esos puntos se cuenta con un conjunto de aeropuertos
"con vocación definida, pero integrados de manera complementaria
para el manejo correcto de la demanda del mercado", algo que debiera ponerse
en práctica en México.
Sin embargo, dice, "no obstante que el país cuenta
con uno de los 10 grupos aeroportuarios más grandes del mundo, su
privatización (o concesión) en cuatro grandes grupos no conlleva
a una integración regional, ya que siguen siendo aeropuertos aislados
y no se ha presentado un plan integrador que permita el desarrollo industrial
del comercio y el turismo locales".
En opinión del investigador, en México existen
destinos que desalientan el retorno de turistas, pues carecen de infraestructura
de transporte aéreo que permita accesos directos, y la industria
local tampoco puede salir a competir de manera más frontal en el
mercado nacional, ya que en sus lugares de origen no cuentan con almacenes
especializados ni conexiones intermodales.
Así, mientras se excluyan las necesidades de las
aerolíneas en la definición de la estrategia del transporte
aéreo, "nuestro país continuará dentro de un círculo
vicioso que no permite el sano desarrollo de las aerolíneas que
hoy registran pérdidas en la mayoría de los casos, amén
de la problemática que de por sí enfrenta cada una de ellas".
Para Fernando Gómez, con el propósito de
romper con esquemas centralistas "es necesario permitir la comunicación
transversal entre los destinos regionales. México tiene actualmente
un mercado planeado longitudinalmente, centralizado en el Distrito Federal,
cuando lo correcto sería contar con un sistema de aeropuertos en
cada región para permitir la complementaridad entre vuelos domésticos,
internacionales o de conexión". TRIUNFO ELIZALDE
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