Ambos padecimientos tienen una estrecha relación

La mitad de deprimidos, con problemas sexuales

CAROLINA GOMEZ MENA

La depresión y la disfunción sexual están tan relacionadas que en ocasiones es difícil determinar qué padecimiento se presentó primero. Al menos la mitad de las personas propensas a la depresión experimentan trastornos sexuales.

Por una parte, la depresión en sí y la mayoría de los tratamientos farmacológicos para atenderla tienden a generar disfunción sexual. Por la otra, la disfunción sexual conduce de manera paulatina a la depresión. Se trata de un "círculo vicioso", explica el médico-siquiatra Alfonso Martín del Campo Laurents, coordinador de investigación y servicios de salud mental del Hospital General de México.

En entrevista con La Jornada, el especialista detalla que las problemas sexuales, sobre todo la disfunción eréctil, la eyaculación precoz y la falta de apetito sexual, se asocian con la ansiedad. "Casi 80 por ciento de los pacientes deprimidos también presenta ansiedad".

Aun cuando la depresión es un trastorno que afecta en mayor medida a las mujeres -en una proporción de casi dos a uno-, por lo general provoca mayores estragos en la sexualidad de los hombres.

''Se pierde interés en el acto sexual, pues disminuye drásticamente la líbido. Aunado a esto, los enfermos que son tratados con ansiolíticos comienzan a experimentar dificultad para lograr erecciones efectivas. Ello lesiona la autoestima e inhibe el deseo de tener nuevos encuentros sexuales ante la posibilidad de volver a fallar".

Doce por ciento de la población mexicana padece depresión, y 80 por ciento ha tenido al menos un episodio asociado con la enfermedad a lo largo de su vida. La depresión daña al organismo y al estado de ánimo, pero también afecta los procesos cognoscitivos: la memoria, la concentración, la atención y la tolerancia. Los enfermos sufren irritabilidad, y en casos extremos hay un ''total abandono de la persona, de su higiene, de su alimentación, y pérdida de la capacidad de experimentar placer en cualquier ámbito de la vida''.

En casos extremos, la depresión puede conducir al suicidio. Sesenta por ciento de éstos están relacionados con el padecimiento, y se sabe que 25 por ciento de los deprimidos tienen inclinaciones suicidas.

La Asociación Mundial de Siquiatría calcula que en 17 años la afección será la primera causa de baja laboral y la segunda más frecuente en el mundo. En el Instituto Mexicano del Seguro Social, aproximadamente 20 por ciento de los pacientes que acuden a atención básica presentan algunos síntomas.

Los tratamientos antidepresivos suelen ser prolongados (de seis meses a dos años en promedio), pues la depresión está ligada a "factores neuroquímicos del cerebro", situación que si se combina con circunstancias externas, tales como dificultades económicas o estrés, pueden derivar en el mal.

Martín del Campo sostiene que la sustancia activa sildenafil ha demostrado no tener contraindicaciones cuando se consumen ansiolíticos, y agregó que devuelve el apetito sexual, no sólo a los hombres, sino también a las mujeres, pues la ingesta de esta sustancia ayuda a incrementar la sensibilidad del clítoris, el cual posee una red vascular muy similar a la del pene.

En el país, la disfunción eréctil afecta a poco más de 50 por ciento de los hombres de entre 40 y 70 años. La tercera parte de ese porcentaje la padece en su versión más leve, según datos de las autoridades de salud.