México D.F. Viernes 18 de julio de 2003
En la isla, apenas una pequeña mención del Granma
Pese al exilio, Celia Cruz siempre fue cubana: Leonardo Padura
En La Habana circula su música de forma subterránea, dice el novelista Era un estandarte de la música caribeña: Rigoberto López
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 17 de julio. "La salsa para mí es la música cubana con un nombre nuevo", le dice Celia Cruz a Tito Puente. "Sólo le pusieron otro nombre para hacerla internacional."
En la sala Charles Chaplin de la Cinemateca de Cuba, el público se pone de pie, aplaude y aúlla emocionado. Casi interrumpe la proyección de la película.
Era una mañana de diciembre de 1996, cuando en Cuba se produjo la primera presentación pública de Celia desde que la guarachera se fue para nunca volver. En la edición 19 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana se exhibe el documental Yo soy: del son a la salsa. Al final de la función, la gente llora, estremecida, después de ver su propia historia a través de sus músicos. Es un público que nunca había estado y nunca estuvo en una actuación personal de la reina.
Celia no cobró por su actuación, dice a La Jornada el director de la cinta, Rigoberto López, recordando aquella sesión apoteósica: "Ella supo siempre que yo vivía en la isla, pero también supo que yo había dedicado buena parte de mi tiempo y energías a investigar, a hurgar en la obra de ella desde su juventud".
Esa parte de la película se rodó en 1995 en el Tito's, restaurante neoyorquino del timbalero. Ella canta trozos de Burundanga y Kimbara, kimbara y luego dialoga con Tito. La cinta, con guión del escritor Leonardo Padura, fue producida por RMM, la compañía de Ralph Mercado, uno de los animadores de la salsa, con quien entonces trabajaba Celia.
Rigoberto es uno de los poquísimos cubanos residentes en su país que mantuvieron contactos con Celia fuera de la isla. "Siempre fue muy gentil, muy amable. Yo creo que si algo permitió una corriente de empatía entre ella y yo fue la cubanía, que expresaba muchas veces a través de esa frase que se convirtió en su sello personal: šazúcar!"
Por la llamada de este diario el cineasta se acaba de enterar del deceso de Celia y se muestra conmovido. Dice que en la casa paterna aprendió a conocer la música de la rumbera. "Fueron muchos años de amistad que siempre agradeceré.
"Creo que con Celia se pierde un estandarte de la música popular, no sólo cubana, sino de todo el Caribe hispano. Fue la voz que nos faltaba. Creo que fue un ser humano, una criatura, que nació para cantar y que tenía muy hondas las raíces de lo cubano."
De las grandes de la cultura cubana
Novelista, ensayista, autor del libro de entrevistas Los rostros de la salsa, Padura dice que Celia "deja una herencia cultural, en el sentido más amplio, que es realmente trascendente, y es que a pesar de los 40 años que vivió en el exilio, cada minuto y cada día de su vida fue una cantante cubana, que hizo música cubana".
El escritor recuerda aquella reacción popular a la aparición de Celia en la película, que se repitió en la función vespertina: "Los melómanos y los bailadores cubanos la han mantenido en un alto nivel de preferencia, a pesar de que desde su exilio nunca se puso en los medios de difusión cubanos. En las fiestas aquí se ponen las piezas viejas. De las nuevas, como La vida es un carnaval, se baila su versión y la de Isaac Delgado".
Padura recuerda que la música de Celia, como la de otros intérpretes de distintos géneros y orígenes, circula en Cuba en forma subterránea, en casetes y compactos quemados: "Aquí hay un conocimiento indiscutible de su música.
''Tiene un mérito importante. Ella es la gran figura cubana que se inserta en la salsa en los años 70. Se beneficia del auge de la salsa y la salsa se beneficia de sus aportes. Es un puente vivo entre la música cubana de los años 50 y la salsa."
ƑCuál es su legado musical? Dice Padura: "Primero, es la voz femenina más importante, más bailable del Caribe. Ni siquiera cubana. Luego, se distinguió por esa cubanía esencial que le ponía a todo lo que cantaba. ƑTe acuerdas de su versión de Tú y las nubes o de I'll survive?"
"Por encima de todas las filosofías políticas, hay que reconocer que Celia Cruz es una de las grandes de la cultura cubana del siglo XX. Un día después de que entierran a Compay, es como que se está cerrando el siglo XX de la música cubana, de los grandes de ese siglo."
Celia por escrito
El primer testimonio escrito sobre Celia en Cuba, desde su salida del país, apareció en 1992, en la segunda edición del Diccionario de la música cubana, de Helio Orovio. Junto a una foto de juventud, el texto consigna los datos esenciales y concluye así: "Es una de las más grandes voces que ha dado América Latina". En la primera edición (1981) la ficha fue excluida.
El siguiente registro documental lo hizo este jueves el diario oficial Granma. Con el título "Falleció Celia Cruz" a dos columnas, el matutino incluyó esta nota en la parte baja de su página cultural:
"A los 78 años de edad falleció, víctima de un tumor cerebral en la ciudad estadunidense de Nueva Jersey, Celia Cruz, importante intérprete cubana, que popularizó la música de nuestro país en Estados Unidos.
"Durante las últimas cuatro décadas se mantuvo sistemáticamente activa en las campañas contra la Revolución Cubana generadas desde Estados Unidos, por lo que fue utilizada como icono por el enclave contrarrevolucionario del sur de la Florida".
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