No mejoró los servicios médicos, es una carga presupuestal y concentra la riqueza

Ricardo García Sainz: la reforma de la seguridad social, un ''gran fracaso''

Con las Afore, los ahorros de trabajadores corren los riesgos del mercado financiero

ROBERTO GONZALEZ AMADOR

Un lustro después de que entró en vigor, la reforma de la seguridad social promovida por el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo demostró ser "un gran fracaso", pues no ha mejorado los servicios médicos en las instituciones públicas, generó una gran carga presupuestal y apunta a provocar el mayor proceso de concentración de riqueza en la historia del país, al transferir a empresas trasnacionales la administración de recursos de los trabajadores, cuyo monto en 20 años será equivalente a la mitad del producto interno bruto (PIB), advirtió Ricardo García Sainz.

El ex director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ex diputado federal y experto en el tema de pensiones, manifestó que la privatización del sistema de pensiones iniciada hace cinco años con la creación del sistema de Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) generó un "riesgo altísimo" para los trabajadores mexicanos, que ahora son sujetos de todos los riesgos derivados del mercado financiero -donde se depositan sus ahorros- y de las propias fallas cometidas por los administradores de estas empresas privadas.

Al participar en el seminario Perspectivas de los sistemas de pensiones en México, organizado por el Instituto de Estudios Sindicales y de Seguridad Social, García Sáinz aseguró que la fragilidad del sistema de pensiones ''se ha convertido ahora en el problema más importante en materia de finanzas públicas y de política social''.

Algunos especialistas ubican que la deuda contingente del sector público derivada de los sistemas de pensiones equivale actualmente a 3 por ciento del PIB, mientras cada año se requieren recursos crecientes para atender estas obligaciones.

García Sainz expuso que las obligaciones para el Estado por el financiamiento del sistema de pensiones constituye ''probablemente el mayor problema financiero del país''. Señaló: ''Se usa cualquier número de miles de millones para ubicar el monto de los pasivos contingentes. Evidentemente es un problema serio, creciente, que demanda cada vez mayores recursos''.

En este sentido, habló del fracaso de la reforma del sistema de pensiones emprendida por el gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, que involucró a los trabajadores que cotizan en el IMSS. Este esquema acabó con el sistema solidario para sustituirlo por uno de aportaciones privadas, en el que los recursos son administrados por empresas particulares, filiales de grupos financieros trasnacionales en su mayoría, que cobran altas comisiones por la gestión de los recursos.

El sistema de Afore, planteó, implica una carga presupuestal por la transición del antiguo esquema al actual, de 1.5 puntos porcentuales del PIB.

Las Afore manejarán recursos equivalentes a 50% del PIB

Además, al ser las Afore filiales de grandes grupos trasnacionales, en la práctica se trata "del mayor proceso de concentración del ingreso jamás visto en el país" porque se estima que en 20 años las administradoras gestionarán recursos por el equivalente a 50 por ciento del PIB.

García Sainz calificó como un absurdo que ahora las Afore estén pensando -dado que ya lo autorizó el Congreso- en invertir parte de los ahorros de los trabajadores en instrumentos financieros de entidades extranjeras.

''Ahora resulta que un país con grandes necesidades de capital va a convertirse en exportador de capitales institucionales para invertirlos en el exterior'', señaló.

Habló también de algunas correcciones que deberían introducirse al sistema de Afore. En primer lugar, citó que todos aquellos trabajadores que devengan menos de dos salarios mínimos no tiene sentido que contribuyan bajo este mecanismo porque por ningún concepto obtendrían al momento de la jubilación una pensión mayor a la mínima que garantiza la ley. Pero en cambio, al hacer sus aportaciones a la Afore, esta empresa se queda con un buen porcentaje de los recursos por concepto de cobro de comisión.

También consideró atendible la propuesta de que los trabajadores que están en regímenes preferenciales -como los empleados de banca de desarrollo y de otras entidades públicas- sean excluidos de este tipo de sistema de retiro.

García Sainz insistió en que es el Estado el que debe tener la responsabilidad fundamental en el bienestar colectivo y, en este punto, es clave la seguridad social. Ahora, dijo, inclusive un aspecto tan importante como la atención médica es deficiente y cada año ha empeorado.