México D.F. Viernes 18 de julio de 2003
Expone el canciller francés a intelectuales
su visión sobre el respeto a "otras culturas"
Urge un orden mundial multilateral que anteponga la
justicia: De Villepin
"La mejor forma de ser eficaces es ir con la ONU, que
tiene la legitimidad internacional"
ROSA ELVIRA VARGAS Y BLANCHE PETRICH
Insistió en la vía del diálogo y
la concertación. "Por eso para mí es importante hablar con
mi amigo (el canciller) Luis Ernesto Derbez y con el presidente Vicente
Fox, para conocer bien su visión del mundo y tratar de estar más
cerca de lo que nosotros pensamos que es bueno para el mundo. Y eso también
lo tenemos que hacer con los estadunidenses, con la idea de ser más
eficaces. Y la mejor forma de ser eficaces es ir con la ONU, porque es
la organización que tiene la legitimidad internacional. Para ser
aceptados y entendidos por los pueblos, mejor ir con todas las buenas razones.
Por eso tenemos que discutir para saber si la resolución 1483 (votada
después de la ocupación y que reconoce como la autoridad
en Irak a Estados Unidos y Gran Bretaña) es todavía adaptada
a la situación. Pero es parte del diálogo que tenemos con
nuestros amigos estadunidenses, con los mexicanos y con todos los participantes
en el Consejo de Seguridad".
Si
los interlocutores mexicanos salieron satisfechos después de escuchar
al carismático diplomático francés, éste, dijo,
también salió contento: "Ellos me dejaron sentir una exigencia
muy grande de que el camino es difícil y no debemos equivocarnos;
que tenemos que ser fieles a ese imperativo de justicia. Porque si vamos
muy seguros de nosotros mismos, muy convencidos de que ya tenemos la solución
y si la solución no conviene a los pueblos, ahí tenemos un
problema".
De Villepin lamentó que, por órdenes de
algún funcionario anónimo, la prensa mexicana no hubiera
podido escuchar el diálogo que tuvo con los intelectuales, en el
que también estuvo Sari Bermúdez, presidenta del Consejo
de Nacional para la Cultura y las Artes, quien trató de solidarizarse
con los reporteros y compartir sus impresiones:
-El ministro de Relaciones Públicas es un
hombre muy culto. ¡Estuvo excelente!
Se preguntó a De Villepin sobre la disposición
de Estados Unidos a este diálogo; sobre todo después de que
el secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld, resumiera su resentimiento
por la resistencia de Francia y Alemania a sus planes, llamándolos
parte de la "vieja Europa". Pragmático, el ministro francés
trata de darle la vuelta a esa página:
"Son amigos, amigos de Francia, de Europa, de México.
Pero debemos tener un diálogo de respeto. Y hoy día yo lo
tengo. Estuve hablando con Colin Powell (secretario de Estado) y juntos
vemos la situación del mundo, la situación de Irak, ninguno
de nosotros es ciego."
Escala en Monterrey
Por la mañana hizo escala en Monterrey, donde se
reunió con empresarios encabezados por Federico Sada, presidente
del Grupo Vitro y dirigente del Capítulo Francia del Consejo Mexicano
de Consejo Exterior, a quien se otorgó la orden de la Legión
de Honor, máxima condecoración que otorga la República
Francesa a extranjeros. También se programó una entrevista
con el gobernador electo, Natividad González Parás. Ahí
inauguró las nuevas instalaciones de la Alianza Francesa.
En su intervención dijo que los dos países
rechazan que la globalización nos empobrezca, "que sea reductora,
que ampute a la humanidad una parte de ella misma. Ambos países
deben actuar juntos para multiplicar las pasarelas entre las culturas,
permitir a cada ciudadano leer todas las páginas de nuestro libro
común, abrir a cada uno nuevos horizontes".
Agregó que bajo esa perspectiva Francia apoya que
la UNESCO elabore un convenio internacional para la promoción de
la diversidad cultural. CON INFORMACION DE DAVID CARRIZALES, CORRESPONSALEl
ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, entusiasmó
a un pequeño grupo de intelectuales mexicanos, ayer, cuando les
expuso su visión para "nuestro mundo, un mundo difícil, de
crisis": la exigencia de un nuevo orden mundial multilateral, donde se
dé toda su importancia a los principios. Entre ellos, abundó,
el de la justicia para los pueblos es el fundamental, "el saber escuchar
a los pueblos".
Países como México y Francia, "que tenemos
gran experiencia en la historia del mundo, experiencia de las crisis, sabemos
que es mejor tratar de entendernos, de respetar a las otras culturas para
tomar caminos que realmente sean constructivos". Ya sea en Medio Oriente,
en Irak, en las crisis en Sudamérica, dijo, "siempre tenemos que
tratar de comprender no solamente la situación, sino lo que piensan
los pueblos. Eso lo vivimos hoy día con Cuba, en la crisis de los
Balcanes, de Afganistán".
De Villepin, que ganó su sitio de icono de la diplomacia
contemporánea debido a su tenaz resistencia a los planes de invasión
contra Irak en la Organización de Naciones Unidas, y por supuesto
uno de los franceses más vilipendiados en Estados Unidos, compartió
un menú de antojitos y tequila con personalidades de la cultura
mexicana en el verde marco del Museo Dolores Olmedo, en su primer día
de visita oficial a México, después de su escala matutina
en Monterrey.
Arturo Ripstein, Elena Poniatowska, Juan Soriano, Marie
Jose Paz, Guadalupe Loaeza -entre otros- salieron contentos del almuerzo.
Encontraron a un político que da a la cultura una dimensión
en el quehacer mundial. "Además de que está muy cuero", apuntó
la mirada femenina de la autora de La piel del cielo.
Y es que no es frecuente que un animal político
-como sin duda es De Villepin- comparta el quehacer cultural. El ministro
es, además, poeta. El grito de la gárgola y el ensayo
Los ladrones del fuego son sus obras más recientes. Esa formación,
quizá, fue lo que le permitió pronunciar un discurso que
será histórico, ante el Consejo de Seguridad, en marzo de
este año: "La guerra siempre será la rúbrica del fracaso".
El ministro, a la salida, resumió para los periodistas
que fueron excluidos del evento el sentido de su exposición: "En
el mundo actual, si queremos ser eficaces, tenemos que ser legítimos
y si queremos ser legítimos tenemos que estar en el camino de la
justicia para los pueblos".
En esto, Francia y México coinciden: "Eso lo vimos
con Irak", señaló en referencia a la posición crítica
de estos dos países frente a los planes bélicos de Estados
Unidos, Gran Bretaña y España en el Consejo de Seguridad
en el periodo previo al ataque a ese país.
Hoy, frente a la necesidad de organizar el mundo que emergió
de esta crisis, "tenemos varias posibilidades, una es usar la fuerza, pero
no es la mejor. Lo mejor es el diálogo, el respeto, la tolerancia,
el diálogo de las culturas".
Desestimó, en el caso mexicano, el fatalismo de
la geografía y el peso de una política de subordinación
a Estados Unidos. "Las condiciones que impone la geografía son una
cosa, pero la convicción de un pueblo de que algo es tan bueno o
mejor que otra decisión es también muy importante."
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