México D.F. Miércoles 16 de julio de 2003
No hay tiempo para estacionarnos en nostalgias, afirma el técnico Raúl Arias
Necaxa dejó su sede de Cuautitlán para emigrar a Aguascalientes
ABRIL DEL RIO
Después de 14 años de desempeñarse en su sede de Cuautitlán Izcalli y 60 de haber nacido como equipo en esta ciudad, los Rayos de Necaxa emigraron ayer hacia Aguascalientes en busca de una afición que responda a sus esfuerzos.
Tras la última práctica, un amistoso frente a Querétaro que terminó 2-1 a favor de los rojiblancos, no hubo despedidas ni frases que marcaran el momento.
"No hay tiempo para estacionarnos en la nostalgia", sentenció el técnico Raúl Arias, mientras jugadores y cuerpo técnico preparaban la retirada del inmueble después de la última comida que ahí compartirían.
Afuera, en el pasillo que da al estacionamiento y campos de las fuerzas básicas, aguardaban algunos grupos de familias, entre los que resaltaron un par de letreros solicitándoles que no se fueran, mensajes que Arias recibía, aunque mencionó que "ese apoyo lo habríamos agradecido más en el estadio; yo entiendo, y justifico así a la afición, que a la gente del norte de la ciudad, que era la mayoría de seguidores, les quedaba muy lejos el Azteca.
"Sí comparto esa nostalgia de la gente, pero nosotros como institución fuimos competitivos, profesionales, dedicados, honestos, campeones y más cosas", anotó.
Durante su estadía en Cuautitlán, Necaxa se coronó en los torneos de 1994-95 y en 1995-96 con Manuel Lapuente, y en el Invierno 98 con su alumno Arias, para convertirse, debido a esos y otros logros, en el equipo de la década. Rumbo a su nueva era que iniciará en el estadio Victoria para el torneo Apertura 2003, viajan "en una transición no fácil, pero tampoco prefiero estacionarme buscando pretextos, sino solamente que sea el trabajo el que nos saque adelante y que no le demos oportunidad al sentimentalismo, porque la gente no nos espera tristes, sino como un equipo ganador y no podemos llegar llorando", anotó el técnico Arias.
Arias reveló que para completar su cuadro está en busca no de uno, sino de dos delanteros. Aunque el vicepresidente Alejandro Bocardo afirmó que en las próximas horas se concretaría el fichaje de Alfredo Franco, el técnico lo descartó y aseguró que se trata de otro argentino, aunque se reservó el nombre.
También está pendiente la definición del uruguayo naturalizado (con papeles falsos) Miguel Angel Larrosa, quien compareció ante la Procuraduría General de la República, la que deberá emitir una resolución, y de quedar inhabilitado, su plaza será cubierta por el paraguayo Rubén Ruiz Díaz.
Ante la partida del equipo de primera división, los grupos de fuerzas básicas se quedarán sólo un par de semanas, pues la directiva, que vendió el predio a una constructora, los enviará a campos de Tultitlán.
Julio Sotelo, fundador en 1961 de la porra oficial, fue uno de los pocos aficionados que tuvo acceso a la última práctica, y anunció que seguirá "fiel a mi equipo".
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