México D.F. Miércoles 16 de julio de 2003
Consorcios estadunidenses han puesto interés en el vegetal, alerta investigador de la UNAM
La raíz de una planta podría ser opción terapéutica para diabéticos
CAROLINA GOMEZ MENA
En poco más de dos décadas la cantidad de diabéticos en el país se duplicará y pasarán de 12 millones quienes padezcan este mal, previéndose que en el mundo México llegue a ocupar el séptimo lugar en cuanto a incidencia del padecimiento. Ante esta perspectiva en el Instituto de Química de la UNAM se realizan estudios para aislar los principios activos de la raíz de una planta de origen mexicano que ha demostrado tener cualidades hipoglucemiantes.
En entrevista con La Jornada el doctor Manuel Jiménez Estrada, investigador del citado instituto, expuso que algunos compuestos de la raíz de pscalium descompositium, conocida como matarique podrían ser una opción terapéutica para diabéticos y alertó que en esta planta ya han puesto su interés consorcios estadunidenses, los que han patentado algunos de sus principios activos.
"Hace cuatro años una compañía de San Francisco, California, patentó algunos compuestos, pero todavía queda mucho por investigar, tales como la sustancia denominada cacalol, una de las más activas".
Tras lamentar que no haya marco jurídico que impida que extranjeros patenten herbolaria nacional, el investigador relató que desde hace más de 10 años estudia la planta, y agregó que los avances han sido lentos, debido principalmente a la escasez de recursos para investigar. "Aunque en ciencia estamos en buen nivel, todo lo tenemos que hacer con carencias y limitaciones, porque los apoyos que otorga Conacyt son mínimos, además de que mientras los estadunidenses primero patentan y después estudian si sirve o no lo que patentaron, acá tardan años en dar una patente".
Lamentó que en el país existan muy pocos fitoquímicos, "somos alrededor de 50, lo que contrasta con que ocupemos el cuatro lugar mundial como país biodiverso y tengamos más de 25 mil plantas, de las cuales se han analizado sólo unas mil".
Pscalium descompositium es originaria de la sierra de Chihuahua, y se sabe que desde la época prehispánica los tarahumaras le dieron uso medicinal. En el siglo XIX fue estudiada por instancias sanitarias; desde 1960, en la UNAM se le ha analizado, y desde que Jiménez Estrada encabezó la investigación, a finales de los 80, se han encontrado polisacáridos con capacidad para disminuir la cantidad de glucosa en la sangre.
En coordinación con la UAM Iztapalapa, el Instituto de Química de la UNAM ha realizado pruebas de laboratorio para comprobar los efectos hipoglucemiantes, los que hasta ahora han dado buenos resultados. No obstante, el investigador advierte que la planta también "contiene sustancias que pueden ser tóxicas para el hígado". De ahí la necesidad de aislar los compuestos que reducen el nivel de azúcar sanguínea, para en un futuro sintetizar un fármaco. Pero esto requiere no sólo de pruebas toxicológicas y de controles de calidad, sino también de estudios de farmacodinámica, entre otros, para los cuales se requieren mayores recursos.
A principios de los 90, Jiménez Estrada publicó los primeros trabajos que realizó sobre la acción biológica de los componentes de la raíz de la pscalium descompositium, en los que identificó sus principios activos y reconoció la sustancia cacalol. Más tarde investigadores del Instituto de Química confirmaron la estructura de la planta -la cual no ha podido ser cultivada en ambientes diferentes a los de la sierra chihuahense- por medio de rayos X.
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