México D.F. Domingo 13 de julio de 2003
Se reparte en Neza 120 mil casetes de Arcoiris, canciones sobre los derechos de los niños
Bándula propone educar con la música
''El arte es una herramienta de conciencia, por lo que tenemos que validarla como tal''
ANGEL VARGAS
Educar mediante el arte es la gran apuesta del grupo Bándula, como lo demuestra su más reciente proyecto, Arcoiris, el cual consiste en difundir los derechos infantiles mediante música y canciones.
A la fecha, con el auspicio de las autoridades de Ciudad NezahualcóyotL, se han repartido de manera gratuita 120 mil casetes en las escuelas primarias en el municipio y, dado la buena respuesta, existe el proyecto de promover ese material de forma comercial en discos compactos, a bajo costo.
"Estamos convencidos de que el arte es una herramienta de conciencia y tenemos que validarla como tal, porque de otra manera continuará segregándosele de los proyectos. Queremos como grupo promover la concepción indígena de que el artista es un sanador comunitario", explican el escritor Emilio Angel Loma y el músico Carlos Rivarola, integrantes de la agrupación.
"Creemos que la música educa la sensibilidad y la fantasía, y que ambos aspectos conllevan a la compasión. Esto significa que la gente pueda tener mayor empatía con los procesos sociales y participar en ellos. Tener gente sensible y con capacidad de fantasear, es tener gente preparada, crítica y visionaria, con capacidad de transformar. Evidentemente eso no conviene a los modelos políticos.''
En opinión de ambos creadores, todavía es muy amplio el rezago que existe en México en cuanto al desarrollo de programas y propuestas de calidad destinadas a la infancia, a pesar de que los discursos oficiales hablan de manera reiterada sobre la importancia de atenderla en todos los rubros.
Quienes nos "abocamos al público infantil tenemos que hacerlo muchas veces a contracorriente. Estamos descuidados en muchos niveles. Se habla mucho de que los niños deben ser los primeros, pero en cuanto a proyectos y presupuesto oficiales siempre están en el último lugar", agregan.
"México cuenta con 40 millones de infantes y la oferta cultural y artística ha sido deficiente desde siempre, sin embargo, en lo que va de este sexenio la situación se ha recrudecido, recortándose aún más los presupuestos, programas y proyectos. Si en verdad se quiere que haya un cambio político y social en el país, se debe comenzar a atender a esos 40 millones de niños con arte y cultura.''
La televisión, los proyectos comerciales y los videojuegos son algunos de los grandes "enemigos" a los cuales deben enfrentarse los artistas culturales dedicados a atender al público infantil, gran parte de ellos desde la trinchera de la marginalidad. Sin embargo, no son los únicos. Existe otro que por su invisibilidad resulta igual o más peligroso, señalan Emilio Loma y Carlos Rivarola.
Se trata de la "adultocracia", especifican, es decir, la visión hegemónica que imponen los adultos en los programas y propuestas dirigidas a ese sector de la sociedad, que no considera ni satisface las verdaderas necesidades de la infancia.
El trabajo de Bándula se ha distinguido por cambiar esa óptica y emprender sus proyectos a partir de las necesidades propias de la infancia, lo cual se hace tanto por medio de la investigación documental como de la experiencia empírica.
En el caso del proyecto Arcoiris, cuyo fin es hablar de la importancia de los derechos de la infancia, se trabajó lo mismo con las legislaciones vigentes en la materia y textos relativos al tema, que con sondeos de campo acerca de los gustos musicales prevalecientes en Ciudad Nezahualcóyotl.
Fue así como se creó una propuesta sustentada en una fusión entre el hip-hop, lo afrocaribeño y lo folclórico mexicano, en la cual, por sus fines y dimensiones, aceptaron participar artistas de la talla del grupo La Maldita Vecindad, Los Fabulosos Cadillacs y la cantante Lila Downs.
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