México D.F. Domingo 13 de julio de 2003
Rechazan los médicos inconformes del
Hospital Juárez oferta de ser reubicados
Admite la Ssa que es imposible cumplir peticiones de
residentes en pocos días
Este lunes, nuevo plazo para satisfacer demandas de
fármacos y material para laborar
ANGELES CRUZ
Ante el planteamiento de los médicos residentes
del Hospital Juárez de México de que reanudarán sus
actividades únicamente cuando se resuelva el problema del desabasto
de medicamentos y de material de curación, los representantes de
la Secretaría de Salud (Ssa) no tuvieron más remedio que
aceptar que, contra lo que habían ofrecido, será imposible
darles una respuesta positiva en unos cuantos días.
En cambio, les ofrecieron que con el fin de no afectar
su formación académica se les enviaría temporalmente
a otros hospitales que sí cuenten con el equipo médico necesario.
Los estudiantes rechazaron la alternativa y preguntaron "¿y los
pacientes de aquí qué van a hacer?"
Definitivamente
esa no es la solución, porque -dijeron los becarios- "iniciamos
este movimiento por nosotros y también por los enfermos". Reclamaron
entonces la falta de seriedad de los funcionarios, quienes seguramente
desde un principio sabían que serían incapaces de cubrir
las carencias del hospital en el plazo convenido, primero de 24 horas y
luego de 48, que venció el viernes pasado.
Al acudir la noche del viernes ante la asamblea permanente
de los residentes en el auditorio del Hospital Juárez de México,
José Luis Luna, responsable de Enseñanza de la Ssa, el director
Heriberto Pérez Terrazas, y los encargados del área administrativa
del nosocomio fueron informados por los becarios que se mantendrían
en el paro de actividades debido a que persistía el desabasto de
insumos.
Los funcionarios propusieron mañana lunes como
nuevo plazo para subsanar las carencias más importantes y reiteraron
el compromiso de firmar el resto de los acuerdos, tal como han sido convenidos
de manera verbal. No se estableció horario para el encuentro con
las autoridades, por lo que los residentes se mostraron escépticos
ante la posibilidad de que ese día se reincorporen a sus labores
cotidianas.
Además, para los estudiantes de especialidad todavía
no queda claro qué pasará con el tema de su defensa médico
legal, incluida en el pliego petitorio. Resulta que ante la ley, los residentes
son médicos titulados en aprendizaje de alguna especialidad. Como
tales sólo están habilitados para ejercer como médicos
generales y en apoyo al doctor de base del servicio al que estén
adscritos.
El problema es que en algunos de los turnos y áreas
del Hospital Juárez de México (oncología, neurocirugía
y urología), la plaza del médico de base está vacante,
por lo que los residentes se hacen cargo de los enfermos en esos horarios.
Ellos son los responsables de la salud y la vida del paciente ante sus
familiares, aunque existe una indefinición legal.
Los becarios explicaron que ha habido ocasiones en que
algún enfermo requiere de una cirugía. Al no haber médico
de base, el residente de más jerarquía asume esa responsabilidad.
Pero si se presenta alguna complicación la familia del paciente
interpone una demanda legal contra el médico, quien en ese momento
tiene todo en contra porque aún no está autorizado legalmente
para practicar cirugías de especialidad.
Para los residentes esta situación es contradictoria,
porque al momento de la urgencia médica lo único que importa
es la vida del paciente, "por eso asumimos el riesgo", dijeron, y recordaron
que hace casi un año, una médica residente enfrentó
una situación similar y fue ingresada a reclusorio durante algunos
días, mientras se aclaraba el problema.
Hasta ahora la respuesta de las autoridades a esta petición
es que se formará una comisión con representantes de los
médicos residentes y la Dirección General de Calidad y Educación
en Salud para diseñar un programa de protección médico
legal para los becarios. Aunque la solución obvia es que en todos
los servicios debería haber médicos de base, mencionaron.
Otro tema pendiente son los descuentos que desde 2001
se han aplicado a las becas de los residentes. El comprobante de pago que
reciben quincenalmente señala que sus ingresos son gravados con
el impuesto sobre la renta, lo cual, según los estudiantes, es ilegal
porque no son trabajadores, sino beneficiarios de dos becas otorgadas por
el gobierno federal y la institución de salud a la que están
adscritos.
De acuerdo con la legislación correspondiente,
las becas de este tipo no son gravables, por lo que los inconformes pedirán
una explicación a la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.
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