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México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
Entregarán el 10 de septiembre los premios
en el Auditorio Nacional
El palomazo de Alex Lora levantó el ánimo
en la deslucida inauguración del Paseo de las Lunas
ARTURO CRUZ BARCENAS
El sol a plomo, en el cenit. Pocas estrellas en la Tierra,
el jueves, durante la inauguración del Paseo de las Lunas, en la
explanada del Auditorio Nacional, cincuentón más un año
que en 2003 se engalanará con artistas de los que escuchan, ven,
degustan, se deleitan, disfrutan, se comunican, los jóvenes, los
niños, los adultos, los viejos, todos los que escuchan música,
les gusta la danza, los performances, lo alternativo, para no aburrirse
en su casa, en su soledad, para estar en compañía.
En la citada explanada, afuera del recinto, frente a avenida
Reforma, luego de una reiterativa conferencia de prensa, unas 400 personas
escucharon a Alex Lora, "¡del Tri de México, cabrones!", grito
del popular eternamente joven, apoyado hasta la ignominia por su esposa
Chela.
Pasa
un microbús turístico, de esos de los que hacen parecer a
la ex Ciudad de los Palacios cual calle londinense, y Lora saluda a los
pasajeros, les grita que también para ellos está cantando,
en un palomazo "de poca madre" que reunió a los transeúntes,
a la raza, como los llamó el rocanrolero con más de 30 años
de experiencia en eso de los guitarrazos estridentes.
Antes, en conferencia de prensa, la coordinadora ejecutiva
del Auditorio Nacional, María Cristina García Cepeda, repitió
lo que plasmaba el boletín, una y otra vez, en el sentido de que
el galardón Lunas es un "refrendo del compromiso de reconocer a
lo mejor del arte y el entretenimiento en México". Tiempo libre
habemus.
Será la segunda edición de un premio que
no ha tenido artistas nuevos. Es más, los recientes llevan varios
años en el ajo, picando piedra. Ahí está Elefante,
que sin ser famoso ya era reconocido entre la raza de ciertos cafés,
antros de varia reputación, y uno que otro centro de diversiones
light.
Cantan (los de Elefante), de Lora, Triste canción;
hacen coros sin que el líder de El Tri lo sepa. Ellos también
fueron coveros, repetidores, clonadores de éxitos de los famosos.
Ahora les graban sus composiciones artistas de la altura de Rocío
Dúrcal. "Qué bueno que nuestras canciones no se queden en
el cajón", dijeron.
Que iban a llegar muchos artistas. Arribaron pocos. Tales
como los citados Alex, Oscar Chávez, parco como siempre; Aleks Syntek,
quien repitió lo mismo, referente a su nuevo disco, "donde me acompañarán
cantantes que aún no puedo citar".
Pocos artistas. De una caja sacan 17 tijeras. Diecisiete
personajes cortan el listón inaugural del Paseo de las Lunas; 17
tijeretazos, a las 13:55 horas. Ya están listas las placas con las
inscripciones de los 20 artistas ganadores de las Lunas del año
pasado. Las placas son oscuras, con el relieve de los nombres de los premiados.
Cada quien escoge a su artista. El palomazo en
ciernes. Había que levantar una conferencia de prensa reiterativa
respecto del boletín. El adecuado: Alex Lora. Su lira levantó
un rato al caliente público tatemado por los rayos del sol. Entró
con su tributo a José Alfredo Jiménez, incluido en el disco
XXX, por los 30 años del fallecimiento del poeta mexicano,
campirano, neta, directa expresión del ser del pueblo niño,
como lo llamó Víctor Serge.
Aplauden niños a Lora; los más viejos, jóvenes
en su mayoría, aplaudieron el palomazo. Canta ADO,
que "el público conocedor" se sabe hasta el cansancio. Baja Alex
el sonido de su lira y los asistentes entienden el mensaje y suben
la voz. Alboroto.
"Para todas las nenas que nos acompañan", Triste
canción. Pasa el Turibús y los paseantes cantan con Lora
la triste alegre canción. Que se va. "¡Culero, culero!", no
podía faltar. Se va el greñudo. Gritos de gente pidiendo
a Elefante. "Gracias, amigos", expresó Lora, medio en cotorreo.
Antes
Los premios Lunas se entregarán el 10 de septiembre
de 2003, a lo más distinguido del espectáculo y del arte
escénico. A cada ganador se le entregará una réplica
de la escultura diseñada por Juan Soriano. Los seleccionados serán
definidos a partir del trabajo de la empresa Mitofsky, que ha ampliado
a siete estados la encuesta para conocer las preferencias del público.
Que habrá transparencia e imparcialidad, prometió García
Cepeda.
La funcionaria dijo, en entrevista, que los premios Lunas
pretenden promover la industria del espectáculo en México,
de "esa magia, de ese compromiso de los artistas con el talento y la excelencia".
-¿El Auditorio se diferencia del Palacio de Bellas
Artes, en el sentido de que aquí sí cabe lo popular?
-El Auditorio ha sido testigo de la historia de México
desde hace 51 años. Puede albergar espectáculos del más
diverso nivel. Claro, de acuerdo con sus condiciones arquitectónicas
requiere de otro tipo de manifestaciones. Podemos aforarlo a 10 mil, a
7 mil o a 5 mil asistentes. Eso da versatilidad y lo hace plural. Tratamos
de que venga el mayor número de personas posible.
"El mundo del espectáculo se ha visto, en los tiempos
recientes, afectado por aspectos que a nosotros nos rebasan. Los sucesos
bélicos en Irak hicieron que algunos artistas no quisieran viajar
por avión y cancelaran presentaciones. Eso nos obligó a hacer
algunas innovaciones, usando la imaginación. En abril, se presentó
la proyección de películas de Pedro Infante. Eso nos acercó
con un gran público", concluyó García Cepeda.
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