México D.F. Sábado 12 de julio de 2003
Comuneros del poblado mexiquense y del Ajusco
se disputan 509 has. de bosque
Xalatlaco: al añejo conflicto agrario se suma
la codicia de empresarios
Campesinos señalan a Carlos Hank Rhon y Tv Azteca
entre los interesados en sus tierras
JESUS RAMIREZ CUEVAS
Xalatlaco, Mex., 11 de julio. Detrás del
motín protagonizado por los habitantes de este municipio el jueves
pasado, cuando retuvieron a nueve policías y a varios funcionarios
del Distrito Federal y del estado de México, existe un conflicto
agrario añejo que involucra a dos pueblos, y a servidores públicos
estatales, federales y de la capital.
Se trata de una disputa de límites entre Xalatlaco
y San Miguel Ajusco por mil 509 hectáreas. En 1999, el Tribunal
Unitario Agrario (TUA) resolvió el litigio en favor de San Miguel
Ajusco. Eso generó la inconformidad de los xalatlalquenses.
A ello se suma que las tierras y montañas de esta
comunidad nahua de 22 mil habitantes son codiciadas por políticos,
empresas y hasta por el Ejército mexicano.
Carlos Hank Rhon, hijo del ex gobernador del estado de
México, del mismo nombre, por medio de las recientes administraciones
municipales priístas ha promovido la ocupación de varios
terrenos del municipio, incluido Agua Grande, justo donde el pasado 9 de
julio la Comisión de Recursos Naturales (Corena) del gobierno capitalino
destruyó 26 cabañas (12 según las autoridades) de
los comuneros de Xalatlaco, acto que enardeció a los campesinos.
El anterior presidente municipal y hoy diputado local,
Fernando Ferreyra Olivares, en un documento oficial dirigido a Carlos Hank
Rhon le informa de las tierras que podrían "tomarse" en ese municipio.
El oficio, firmado y sellado por el funcionario, está fechado el
16 de febrero de 2000.
El ofrecimiento del alcalde al empresario
En
una parte del texto, el ex alcalde le escribe a Hank Rhon: "Para informarle
sobre la franja comunal que tanto anhela usted y que se encuentra del lado
norte de nuestro municipio; ya está abandonada por parte de la delegación
de Atlapulco, pero los vecinos de Santiago Tilapa reconocen estas tierras,
pero eso no es nada, lo cierto es que ellos no cuentan con sus títulos
de propiedad, ellos no tienen nada que reclamar y por tanto esa franja
puede tomarse".
El documento abunda que "por el lado sur, la delegación
de Coatepec de las Bateas tampoco cuenta con títulos de propiedad
de esa zona boscosa; esa zona se denomina El Cuilote y también puede
tomarse, y por último, la zona oriente, de Xalatlaco, Agua Grande".
Ferreyra Olivares además le informa al prominente
empresario mexiquense "que al pueblo lo tengo ya controlado al ciento por
ciento y el proyecto puede iniciarse cuando usted lo determine".
Los comuneros protestaron por este "regalo" que pretendía
hacer el ex edil priísta, a quien, junto con el alcalde actual,
Juan Dávila Rosas, acusan de negociar la entrega de sus tierras
a cambio de dinero.
Por otra parte, según funcionarios municipales,
el gobierno del estado de México pretende expropiar 800 hectáreas
que abarcan parte de la zona en disputa, mismas que cedería a la
Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para construir una base
militar.
En entrevista, los comuneros acusan también a la
empresa Televisión Azteca de intentar "comprar" a las autoridades
municipales terrenos, justo en la misma zona. La llamada televisora del
Ajusco ha filmado varias telenovelas en tierras de Xalatlalco. La más
reciente fue El Regreso, que el ayuntamiento autorizó a cambio
de tres equipos de cómputo para el pueblo.
Cerca de ahí, también en tierras comunales
que fueron vendidas de manera irregular, está un rancho hípico,
cuya dueña es una ciudadana estadunidense. Ese lugar es frecuentado
por personajes como el gobernador Arturo Montiel y Carlos Hank Rhon, así
como por diversos funcionarios. Ahí también entrenan elementos
del Estado Mayor Presidencial.
Por si fuera poco, en 1980 el gobierno del estado creó
el parque ecológico, turístico y recreativo Zempoala-La Bufa,
con una longitud de 85 kilómetros, en tierras de 18 municipios,
incluido Xalatlaco. A partir de entonces, se han planeado varios sitios
turísticos que promueven en este municipio el actual gobernador
mexiquense y el hijo del profesor Hank González.
Hace cuatro años el TUA resolvió el litigio
en contra de Xalatlaco. El año pasado, cuando la gente supo que
iba a perder las tierras en cuestión, rodeó el palacio municipal
para exigirle una explicación al alcalde por avalar la decisión
del TUA. Entonces estuvieron a punto de lincharlo.
El 20 de noviembre del año pasado, los xalatlalquenses
formaron la Comisión de Defensa del Monte y se organizaron por barrios
y rancherías. Con ello comenzaron a sacudirse el cacicazgo priísta,
que ha promovido la venta ilegal de tierras y bosques comunales. En las
tierras en cuestión hay minas de arena y de cantera, seis manantiales
y abundantes bosques, además de un centro ceremonial prehispánico
que es visitado por los habitantes de Xalatlaco.
Antecedentes
En la plaza principal del pueblo, una manta colgada desde
hace tiempo arroja luz sobre lo que aquí pasa con la defensa de
la tierra: "El regreso de los zapatistas. Xalatlaco, tierra de zapatistas;
no dejaremos que nos quiten nuestras tierras. ¡Viva el general Regino
Vega!" (refiriéndose a un jefe del ejército libertador del
sur oriundo de esta comunidad). "Durante la Revolución Mexicana
este pueblo fue zapatista y ahora estamos retomando de nuevo esa lucha",
dice Donaciano Vargas, presidente del Consejo Supremo de Ancianos.
Además de esa tradición agraria, este pueblo
indígena conserva muchas de sus costumbres ancestrales. Por esa
razón, en su vida cotidiana tienen influencia los ahuizotes,
los que cuidan las costumbres y saberes de los antiguos nahuas. Uno de
ellos, Fernando Quiroz, cuenta que hace tiempo, "a los ahuizotes
los montes nos dijeron que se organizara la comunidad para defender sus
tierras".
"En la zona en litigio hacemos ceremonias indígenas
desde hace 500 años, y en el cerro Quepil, por generaciones hemos
depositado los ombligos de nuestros hijos. Eso prueba que son nuestras
las tierras", afirma Donaciano Vargas.
El conflicto comenzó hace más de 50 años.
En 1936, una resolución presidencial reconoció a Xalatlaco
9 mil 530 hectáreas como tierras comunales. En 1948 se creó
por decreto el parque Cumbres del Ajusco, pero sin estudios técnicos
para determinar sus límites. Eso provocó el conflicto de
límites entre Xalatlaco y San Miguel Ajusco.
Los habitantes del primer pueblo se inconformaron contra
el decreto ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero
hasta 1974 la Corte emitió un fallo en el que revoca la resolución
presidencial, con un considerando en el que se indica que para determinar
si el terreno en disputa (mil 509 hectáreas) era "mancomunado por
ambos pueblos o de uno de ellos", el Departamento Agrario debe realizar
los trabajos técnicos para identificar los límites y resolver
el litigio.
Sin embargo, esto nunca ocurrió. Pero en 1982 se
inició un juicio en el TUA, mismo que concluyó en 1999. En
su fallo, el tribunal (expediente 23TUA 24/97) establece que "no se encontró
posesión de Xalatlaco", por lo que otorga las tierras a San Miguel
Ajusco.
Angel Serrano Galindo, actual "representante común"
de los xalatlalquenses, explica que perdieron el juicio porque el TUA consideró
sus títulos originales como apócrifos. Se trata de las mercedes
reales que datan de 1557, firmadas por el virrey Luis de Velasco, cuya
copia certificada está en el archivo de Tenango del Valle (hay otras,
de 1700 y 1832, en el registro público de Iztapalapa), donde los
límites de las tierras de Xalatlaco abarcan los bosques en litigio.
Según Angel Serrano Galindo, "los títulos
primordiales de San Miguel Ajusco con los que justifican su demanda; no
establecen los límites ni medidas, por lo que no pueden ser considerados
como prueba conclusiva". Comenta que otro de los problemas en el juicio
es que su comunidad no está registrada ante la Secretaría
de la Reforma Agraria ni ante el Registro Agrario del estado de México.
Serrano Galindo es profesor universitario, hijo de campesinos,
y fue nombrado en asamblea popular como representante de Xalatlaco. Alega
que los comuneros del Ajusco nunca han trabajado esas tierras. En cambio,
dice, desde principios del siglo pasado los bosques de esa zona han sido
trabajados por la gente de Xalatlaco, que hacía el resinado de los
árboles, y fabricaba tejamanil y tablas de hacha.
Recientemente el conflicto se agudizó ante el anuncio
de que el TUA ejecutaría su resolución y entregaría
el terreno al Ajusco. El 20 de marzo los comuneros de Xalatlaco se ampararon
ante el juzgado tercero de distrito en materia administrativa por violación
a la garantía de audiencia y contra cualquier acto de autoridad
que afecte sus bienes y propiedades (expediente 1372/02). Es un amparo
indirecto contra la sentencia del TUA.
Entre sus argumentos en contra de la decisión del
TUA, alegan que el magistrado Jorge Gómez de Silva Cano, encargado
del caso, "trabaja con criterios mercantiles, por lo que ha provocado conflictos
en más de una decena de comunidades del Distrito Federal y del estado
de México".
Motivos de los del Ajusco
Angel Serrano asegura que el interés de Xalatlaco
es cuidar los bosques como zona ecológica. Los representantes comunales
señalan que el pueblo del Ajusco ya vendió la mayor parte
de sus tierras a particulares y que por esa razón busca quedarse
con esos terrenos.
Hace 25 años, en el paraje Agua Grande -dentro
de la zona de conflicto- los de Xalatlaco construyeron unas cabañas
y un criadero de truchas, con el objetivo de venderlas a turistas de la
ciudad. Por eso, cuando las autoridades capitalinas las destruyeron el
pueblo se enardeció y pasó lo que pasó. El gobierno
federal no ha intervenido y ha dejado que se pudra el asunto. El gobierno
mexiquense administra el conflicto para aprovechar las tierras, y el gobierno
del DF, por presión de los habitantes del Ajusco, ha terminado apoyando
su demanda.
Los comuneros de Xalatlaco afirman que su movimiento no
está dirigido por ningún partido político -"ni el
PRD ni la Alianza de Pueblos Indígenas de la Sierra Oriente"- como
afirma el secretario de Gobierno estatal, Manuel Cadena. "Esta es una lucha
auténtica del pueblo", sentencia Donaciano Vargas.
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