Martínez Rizo descarta que los planteles educativos vayan a ser rankeados

El INEE comenzará a evaluar la calidad de escuelas hasta 2004

Dará información sobre el nivel socioeconómico de estudiantes y la eficiencia terminal

A partir del próximo año se someterá a exámenes a alumnos de algunas instituciones

CLAUDIA HERRERA

Cerca de cumplir su primer aniversario, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) es objeto de críticas por la falta de resultados. Su director, Felipe Martínez Rizo, asegura que tiene un año de gracia porque el organismo comenzó a operar oficialmente en enero de 2003 y considera que la "prueba de fuego" la enfrentará en no-viembre, cuando difunda las primeras evaluaciones.

Despachando aún en oficinas prestadas, anuncia que el INEE sí va a evaluar escuelas (además de estados, regiones o zonas), pero comenzará hasta 2004 y sólo en algunas entidades. El proceso no va a ser rápido, indica, porque se busca examinar, además del desempeño escolar de los alumnos, su situación socioeconómica y la eficiencia de los planteles, tanto financiera como académica.

Frente a las presiones de la iniciativa privada, reitera que el compromiso de la institución es dar resultados "sin maquillajes", pero advierte que el INEE no está obligado a difundir toda la información que tenga, ni va a clasificar a los planteles con el método de los rankings.

Novedades en evaluación

Entre las novedades que presentará el INEE refiere en entrevista la incorporación de México a una evaluación internacional que mide las habilidades de los adultos en lectura, redacción y comprensión matemática, denominada Adult Literacy and Liferskills Survey (ALL, por sus siglas en inglés).

Explica que el propósito de esta prueba, que se aplicará en 2005 a 5 mil adultos, es obtener información sobre qué tan bien lee la población y quizás "romper" con algunos mitos. "No podemos decir que los mexicanos son grandes lectores, pero tampoco es exacto que no leen nada", asegura.

Considerado el proyecto más importante del gobierno foxista, el INEE cumple su primer año de operación el próximo 8 de agosto, pero a estas alturas su personal sigue laborando en oficinas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y tampoco cuenta con una página en Internet que contenga los datos que exige la Ley de Transparencia y Acceso a la Información.

-ƑQué opina de las críticas a su gestión?

-Mi postura es que la prueba de fuego para el INEE va a ser a final de este año, cuando presentamos los resultados. Fue lo que ofrecimos desde diciembre del año pasado. No vamos a dar resultados porque alguien nos critique. Si en noviembre damos datos decepcionantes, muy po-bres, entonces en ese momento se justificarán las críticas.

-ƑNo los ha apoyado la SEP?

-Tenemos todo el apoyo del secretario de Educación. De hecho, si hubiéramos tenido el edificio antes, nos hubiera faltado personal. Actualmente trabajamos 30 personas y la meta es llegar a cien.

-Entonces es un problema de presupuesto.

-El presupuesto sí nos alcanza. Este año no nos vamos a acabar los 137 millones de pesos que nos asignaron.

Sobre los resultados del estudio que hizo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que se presentarán el próximo martes, señala que van a ser muy útiles para México, porque participaron países parecidos como Argentina, Chile y Perú.

Recuerda que en la anterior edición del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), México quedó en penúltimo lugar en una lista de 32 países, integrada, en su mayoría, por los más ricos del mundo. "No hay que rasgarnos las vestiduras por esos resultados, porque es lógico que las naciones más desarrolladas obtengan mejores puntajes", afirma.

Indica que este año el INEE se hizo cargo de la aplicación de las pruebas de PISA 2003 (que se difundirán en diciembre de 2004). La muestra fue de 37 mil alumnos de todo el país; los únicos que no participaron fueron 3 mil estudiantes de Michoacán, debido a que el magisterio se encontraba en paro de labores.

Informa que el INEE va a aplicar, junto con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), un examen para medir las habilidades de los adultos mexicanos en lectura, escritura y matemáticas. Esta prueba es compleja, explica, porque quienes la aplican tienen que buscar a los adultos, lo que no ocurre con los niños que están concentrados en las escuelas.

En la prueba conocida como ALL actualmente participan 22 países y los resultados se van a dar a conocer en 2006. De América Latina están inscritos, además de México, Costa Rica y Brasil.

Señala que el INEE también está empujando para que las evaluaciones del Laboratorio Latinoamericano de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyan más grados escolares (sólo abarcan cuarto y sexto de primaria) y que se hagan cada cinco años y no cada 12.

Es importante, agrega, que América Latina haga sus propias pruebas de conocimientos, para evitar sesgos culturales y para que los países de la región tengan mejores parámetros de comparación. De todos modos, señala que la tendencia es que se cooordinen los exámenes más conocidos en el mundo, como son los de la OCDE, de la Asociación Internacional de la Evaluación -que aplica el estudio conocido como TIMSS- y las del Laboratorio Latinoamericano.

Para "aterrizar" los beneficios de la evaluación en las escuelas señala que a partir del próximo año se van a entregar a los profesores algunas pruebas para que las apliquen en el salón de clases y así puedan detectar cuáles son los avances y las deficiencias de sus alumnos.

Por otra parte, califica de ociosa la polémica sobre si las escuelas deben ser evaluadas o no. Explica que el INEE está dispuesto a examinar los planteles, pero advierte que este proceso se lleva tiempo y que es muy costoso.

Cuando se habla de evaluar a las escuelas, Ƒen el fondo lo que se quiere es hacer rankings?, se le pregunta. El especialista señala que hay quienes así lo ven, pero para evitarlo dice que también van a dar información sobre el nivel socioeconómico de los estudiantes, la eficiencia terminal de la escuela y datos que reflejen su nivel de eficacia.

Al preguntarle si van a poner a competir a las escuelas, señala que no pueden evitar que en algunos medios los resultados se utilicen para efectos de competencia, "que además no es mala, pero depende de cómo se haga".

Lo que no se debe hacer, subraya, es poner a competir de manera indiscriminada a escuelas que no son comparables y luego castigarlas sin tener en cuenta los matices de por qué obtienen esos resultados.