México D.F. Viernes 27 de junio de 2003
Colonias con todos los servicios contrastan con el abandono en la zona alta
Delegación Magdalena Contreras: síntesis de la urbanización desordenada
En vez de gastar tanto en propaganda, deberían atender la pobreza: vecino de Tierra Colorada
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Adentrarse en la delegación Magdalena Contreras, una de las más pequeñas y menos pobladas del DF, recorrer sus colonias y pueblos, es pasar de la opulencia a la escasez.
Subir por sus tres principales avenidas: Luis Cabrera, San Jerónimo o Camino a Santa Teresa, es encontrarse con residencias de fachadas modernistas, equipadas con cámaras de video, interfón y sistemas electrónicos de apertura de sus portones; es observar calles privatizadas con plumas o rejas, custodiadas por elementos de seguridad.
Es la zona donde vive 10.4 por ciento de los contrerenses que, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, tiene estudios de licenciatura o más elevados; que son empresarios, gerentes o ejecutivos, o bien profesionistas independientes, y que perciben los sueldos más altos de la demarcación.
Ahí prácticamente no falta nada. En cerca de 20 colonias se localizan los únicos teatro y cine que hay en Magdalena Contreras; tienen escuelas particulares de todos los niveles, calles asfaltadas, iluminación, centros comerciales, sitios de taxis y hospitales públicos o privados de primer nivel. En esta zona, en 2000 el voto mayoritario fue por la alianza PAN-PVEM.
La avenida Luis Cabrera tiene seis carriles; a decir de los vecinos, fue ensanchada por órdenes del entonces presidente Luis Echeverría, para que pudiera llegar más rápido a su casa; además, se le adornó y dotó de semáforos sincronizados.
La otra cara de la moneda
Pero más arriba, conforme se adentra uno en la delegación, están colonias como El Tanque, Los Padres, La Malinche, Cuauhtémoc, Barranca Seca, entre otras, donde son comunes los grafittis en las bardas, los baches en las calles y la propaganda política en postes y puentes. Sobre la seguridad pública, el dueño de un restaurante de la colonia Ojo de Agua advierte: "šAguas con caminar por aquí en las noches! Hay muchos jóvenes que se ponen a drogarse y luego andan asaltando a la gente".
Respecto de los servicios básicos, se cuenta con agua, luz, drenaje y calles asfaltadas, pero el agua en ocasiones escasea, las luminarias tienen poco voltaje, el drenaje es insuficiente para las corrientes de agua de lluvia, que bajan de las partes altas, y las calles tienen trazos irregulares; algunas carecen de guarniciones y banquetas. Pero su principal característica es que son estrechas, y apenas pasan dos vehículos a la vez.
El transporte público -autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros y micros de las rutas 16, 41, 42 y 66 es insuficiente para los habitantes de las colonias Las Cruces, Las Palmas, El Toro, Pueblo Nuevo Bajo, San Bernabé Ocotepec y Cerro del Judío.
Los embotellamientos son comunes en varios puntos. Inclusive en Cerro del Judío, donde se consolidó uno de los primeros asentamientos de la cordillera de Magdalena Contreras, que conforma la cuenca del valle de México.
En la parte media se concentra 43 por ciento de población que, según datos de la demarcación, gana de uno a dos salarios mínimos diarios, tiene estudios promedio de primaria y secundaria y debe trasladarse largas distancias para acudir a alguna de las dos clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La proliferación de asentamientos irregulares en zonas de reserva ecológica se agudiza en Huayatla, El Ocotal, San Nicolás Totolapan y Tierra Colorada, considerada ésta zona de alto riesgo. Es aquí donde termina el espacio de suelo urbano y comienza el área de conservación, donde se asientan Los Dinamos.
En los asentamientos irregulares escasea todo: escuelas, centros de salud, transporte, espacios deportivos y áreas de esparcimiento y cultura.
En Tierra Colorada el panorama lo conforman, en su mayoría, casas de lámina, madera y adobe, incrustadas en laderas de cerros. Las escarpadas calles carecen
de nomenclatura, banquetas y guarniciones, y abundan los montículos de basura.
La directora general de Desarrollo Social de Magdalena Contreras, Estela Rivas Pastor, refiere que estudios realizados por la delegación y el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán revelan que aquí la mayoría de la población infantil padece anemia y desnutrición. La situación de media y alta marginalidad se refleja en niños bajos en talla y peso.
Aquí, los enfermos son atendidos en una pequeña clínica y por las brigadas médicas que recorren esporádicamente la zona. La funcionaria precisa que si no se ha dispuesto ahí equipamiento hospitalario es porque la zona está en un juicio legal. Pocas unidades policiacas llegan a subir a los puntos más altos, donde la electricidad y el agua se obtienen por medio de tomas clandestinas.
Lo que más abunda en Tierra Colorada son los perros y la propaganda partidista, pero los habitantes prestan poca atención a los carteles.
Tomás Noyola Lozano, dependiente de un estanquillo en la calle Fresno, sintetiza así el sentir de los vecinos: "aquí la gente sigue igual de jodida que siempre. Los candidatos nomás vienen, entregan su pinche propaganda y cuando llegan al gobierno se olvidan de todo. Nosotros solos, con cooperaciones y mano de obra, hemos echado las calles, pues hemos pedido apoyo a la delegación, y nada. El delegado ni siquiera acepta recibirnos, pero eso sí, cuando estuvo de candidato vino, prometió cosas y luego, nada de nada".
Luego estalla: "no sé por qué, si tienen tanto dinero para tirarlo en propaganda, no hay para atender la pobreza. En lugar de que gasten en esa basura, que vengan y pavimenten las calles. Yo creo que alcanzaría para eso y más".
Un documento del Instituto Electoral del DF precisa que en las elecciones de 1997 el PRD arrasó en Magdalena Contreras. Duplicó los votos del PRI y triplicó los del PAN. Sin embargo, aunque volvió a ganar en 2000, perdió cerca de 10 mil votos, mientras PAN-PVEM y PRI avanzaron en la preferencia electoral.
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