México D.F. Miércoles 25 de junio de 2003
Sombra de duda
Hace un par de días, se dio a conocer que George Orwell ''entregó" al gobierno británico una lista de 38 artistas e intelectuales sospechosos de ser comunistas o simpatizantes de esa causa en los tiempos de la guerra fría.
El corresponsal en Londres del diario catalán La Vanguardia, Rafael Ramos, explica el contexto luego de que algunos medios de diversos países, en una especie de edicto mediático, condenaron al autor de 1984.
''Orwell era una persona ordenada que hacía listas de todo, también de 'comunistas', 'seudocomunistas' y 'compañeros de viaje' del comunismo"; poco antes de morir se enamoró de Celia Kirwan, quien trabajaba en una oficina dedicada a contrarrestar la propaganda soviética. Ella rechazó la propuesta de matrimonio del escritor, pero siguió frecuentándolo. Cuado Orwell estaba en el hospital, a punto de morir, Celia le pidió -a instancias de sus jefes- nombres de ''sospechosos".
''Todo apunta a que Orwell en ningún momento pensó que las listas tuviesen un propósito siniestro más allá de impedir que una serie de periodistas, artistas e intelectuales de izquierda demasiado afines a Moscú, expusieran sus opiniones procumunistas mediante los órganos del Estado"; para complacer a Celia, pidió que le mandaran por correo la relación, en la que figuraban Charles Chaplin y el poeta escocés Hugh McDiarmid.
''Aunque ninguno de los acusados sufrió represalias y Gran Bretaña nunca cayó en los excesos del macartismo estadunidense, el episodio proyecta una sombra sobre la imagen de Orwell", concluye La Vanguardia. MONICA MATEOS-VEGA
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