El ingenio Bellavista vertía aguas residuales desde el año pasado, aseguran pescadores

La mortandad de peces en Jalisco, por descarga de metales: UdeG

El presidente municipal de Acatlán de Juárez exige restauración y saneamiento del embalse

DE LA CORRESPONSALIA

Guadalajara, Jal., 24 de junio. El Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingeniería (CUCEI), dependiente de la Universidad de Guadalajara (UdeG), concluyó que las altas concentraciones de cobre y hierro en las aguas de la presa Bellavista provocaron la muerte de más de 20 toneladas de peces la semana pasada.

Héctor Salgado Rodríguez, rector de la UdeG, informó que el ingenio Bellavista, que administra el gobierno federal, lavó con ácido sulfúrico sus calderas construidas con cobre, lo que originó el desprendimiento de los metales que provocaron la mortandad.

Héctor Manuel Ramírez Flores, uno de los 16 pescadores de la cooperativa local, reveló que desde el año pasado sabían que la planta de tratamiento del ingenio Bellavista descargaba agua sin tratar, producto de la zafra, por medio de un ducto en malas condiciones. "La planta tiene mucho tiempo sin funcionar porque resulta muy caro ponerla a caminar", dijo.

Por su parte, el alcalde de Acatlán de Juárez, Martín Dávalos Gómez, exigió la reparación del daño, esto es, que la presa sea saneada y restaurada para la actividad pesquera, independientemente de la multa que vaya a aplicar la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que puede ir de un millón a 20 millones de pesos. "Este dinero se va al fisco, no se va a la reparación del cuerpo de agua", señaló.

A diferencia del monitoreo efectuado por el gobierno del estado, el CUCEI llevaba a cabo desde hace tres meses una investigación en esas aguas, a petición de los lugareños y de los pescadores cooperativistas, quienes aseguran que desde el año pasado observaron un comportamiento anormal en los peces.

Ramírez Flores explicó que los cooperativistas poseen una vi-deograbación que pondrán a disposición de las autoridades, junto con una denuncia que se sumará a la que por este mismo motivo ya presentó el ayuntamiento de Acatlán de Juárez, municipio donde se ubican la presa y el ingenio.

Este seguimiento de concentración de metales documentado en la grabación coincide con el registro de la UdeG, que certifica el crecimiento de la acidez del agua en los últimos meses, lo que explica el paulatino derrame del ducto, que culminó el pasado día 18 de junio con una concentración en volumen y contenido ácido de los líquidos provenientes del mantenimiento del ingenio, "que agravó las condiciones de la presa".

José Antonio Gómez Reyna, coordinador del departamento de ingeniería y proyectos del CUCEI y autor de la mayor parte de la investigación, aseguró que la ambigüedad y la tardanza en las acusaciones directas al ingenio, que administra la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, "se explican por el origen mismo de la propiedad; basta saber de quién es para explicar todo", dijo.

Comentó que hace dos años la presa Bellavista se encontraba llena de lirio y de otras malezas y en ella no vivían peces. Pero a iniciativa de los pescadores y pobladores de la región se limpió y se cultivaron principalmente tilapias, bagres y carpas; luego se evidenció la contaminación que el ingenio producía, pues antes "nadie se daba cuenta de lo que pasaba porque no había peces", dijo.

Además, Gómez Reyna precisó que la pérdida total no fue de 20 toneladas de peces, sino de 40, y que también pereció gran cantidad de animales como víboras, patos y tortugas.

De su lado, el alcalde Dávalos Gómez informó que él no ordenó el procedimiento que se usó para la desaparición de los peces muertos y que contaminó además el aire de todo el valle, "los incineró la Dirección de Protección Civil", se deslindó.

Durante una charla con representantes de la prensa, Dávalos Gómez apostó a la reparación del daño, "independientemente de la sanción que vaya a aplicar la Profepa". Pero confió en que no sea una multa "blandengue, sino justa".

Al respecto, Luis Alberto Plascencia, de la división de estudios jurídicos de la UdeG, expresó que las acciones legales que se pueden practicar por la contaminación de la presa son por las vías civil, penal y administrativa.

Mencionó que las reformas al Código Penal del estado aprobadas recientemente en el Congreso local ya contemplan los delitos ambientales, aunque todavía no están vigentes.

"Sin embargo sí se puede aplicar supletoriamente el Código Penal federal, el cual menciona que se impondrá pena de tres meses a seis años de prisión y multa de mil a 20 mil días de salario mínimo al que sin la autorización o en contra de las disposiciones establecidas realice ese tipo de descargas a una presa", refirió.