México D.F. Sábado 21 de junio de 2003
Baúl de Luna es un compendio de
canciones difícil de clasificar, afirma el cantante
Lourdes Ambriz y Jorge Luján presentan nuevo
disco luego de 13 años de no grabar juntos
ARTURO CRUZ BARCENAS
Animados por una amistad que los ha unido en el arte y
en la vida desde la década de los 80, Lourdes Ambriz y Jorge Luján
presentan un nuevo disco titulado Baúl de Luna (Ediciones
Pentagrama), recopilación de sus conciertos en festivales como el
Internacional Cervantino y el de Arte y Cultura de Brasilia, así
como en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Ambriz debutó cantando ópera en Bellas Artes
interpretando el papel de Olympia en Los cuentos de Hoffman; ha
encarnado numerosos personajes clásicos de la ópera, como
Julieta (junto a Fernando de la Mora), Gilda, Susana, Pamina, Ilia y Musetta.
Participó en la ópera Fedora al lado
de Plácido Domingo, en 1999. Forma parte del grupo Ars Nova, dedicado
a la música antigua.
Luján es músico, escritor y arquitecto nacido
en la ciudad de Córdoba, Argentina; radica en México desde
hace varios años. No sólo compone canciones para niños,
sino también para públicos diversos. Baúl de Luna
es su cuarta grabación, donde algunas de las piezas fueron escritas
por infantes y él sólo las musicalizó.
En
entrevista en su casa disquera, Ambriz y Luján, quienes se separaron
en 1990 para seguir sus respectivos caminos, hablaron del disco que ahora
los involucró por ocho meses. Luján hizo la letra y la música,
salvo las del tema Corazón-papaya, que es de Juan Felipe
Herrera. Dijo: "si algo distingue a este disco es su perspectiva poética
y su diversidad musical, rítmica, genérica, temática.
"Casi podríamos decir que es como un caleidoscopio.
No es como otros, de los cuales uno está acostumbrado, en los que
si se escucha la primera canción ya hay un rango donde se va a mover;
es decir, una línea. Acá lo que sigue es inesperado. En cada
canción los timbres son distintos, gracias a los arreglos de Eugenio
Toussaint, quien apoyó el material que le dimos, en vez de musicalizarlo.
Apoyó la diversidad".
Para Luján, la noción de diversidad tiene
que ver con el mundo contemporáneo, "y también con mi cabeza,
pues todo el tiempo estoy indagando otras cosas, tal vez para no repetirme.
En el disco hay un discurso no asertivo. Cuando se trata un tema, aunque
sea críticamente o irónicamente, como en Bocado de cardenal,
la mirada es un poco más artística".
Buscan, agregó, la respuesta individual. "Nuestras
voces entrelazadas sí dan una unidad. Conjugamos las voces de una
manera que no es la habitual. Trabajar otra vez con Lourdes fue interesante;
lo hicimos de 1985 a 1990. Los arreglos son para tres voces; ella canta
en algunos temas dos ocasiones. Su voz es educada y creo que lo importante
son las intenciones del canto.
"Hay un contraste muy fuerte, pero al mismo tiempo una
complementariedad. Esperamos que guste, pues creo que hay pasión
en el disco, que no es fácil de catalogar. Mucha gente se desconcierta
porque quiere clasificarlo", precisó.
Ambriz consideró que "todo el chiste es cómo
se dicen los textos, más que un color de voz. Esto a lo mejor en
otro contexto es más importante, pero en este caso vale la forma
de decir las cosas. Si queremos que haya una multiplicidad de lecturas
y que cada quien logre una asociación con sus vivencias, sus sentimientos,
no podemos darle todo digerido".
Es un disco de recuerdos intensos, "de seis años
que vivimos en Baúl de Luna. Hay músicos que nos acompañaron
que ya se dedican a otras cosas, y varios se fueron a sus países.
No reconstruimos lo que hicimos cuando fuimos dueto. La idea genial fue
presentarle el mate- rial a Eugenio Toussaint. Opinó que le gustaba
mucho y que quería participar e hizo lo arreglos.
"Se volvieron otras canciones, con otros ritmos, pero
respetó su esencia, eso las enriqueció. Dijo que le gustaría
que sonara a banda, que ahora es común, pero en los 80 no", precisó
Ambriz. Luján: "le echó ganas".
Ambriz señaló que la canción Cuadros
desvelados recuerda pinturas de Paul Klee. "No sabíamos que
él es un fan de este pintor; en su casa tiene cuadros". El
tema Dama demonio también tiene que ver con Klee.
El disco, precisó Luján, tiene "muchas experiencias
vividas por nosotros".
Por lo pronto, el disco no será presentado en vivo
al público. "Esperaremos la reacción de la gente, y ya veremos.
Queremos que lo pasen en algunas estaciones de radio, pues estamos acostumbrados
a una actitud participativa en vivo", expuso Luján, quien dejó
entrever que Baúl de Luna puede revivir, en función
de lo que pase con esta producción de 12 temas, aunque el disco
contiene 13, pero uno es una versión en spanglish de Corazón-papaya,
de autor chicano.
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