México D.F. Sábado 21 de junio de 2003
La sentencia, dictada en ausencia por autoría
intelectual de matanza perpetrada en 97
Condenan a 40 años de prisión a jefe
de paramilitares derechistas de Colombia
Un coronel deberá purgar la misma pena; mueren
26 guerrilleros en ofensivas del ejército
AFP, DPA Y REUTERS
Santafe de Bogota, 20 de junio.
La justicia colombiana condenó en ausencia a 40 años de prisión
a Carlos Castaño, máximo jefe
de los paramilitares de extrema derecha, así como
a un coronel del ejército retirado por coautoría, en relación
con la matanza de una treintena de campesinos perpetrada en 1997 en Meta.
La sentencia, pronunciada por un juez bogotano, es una
de las más severas por un caso de violación de los derechos
humanos, y fue dictada contra Castaño, líder escuadronero
de las Autodefensas Unidas de Colombia, como autor intelectual.
Castaño es requerido por Estados Unidos bajo cargos
de narcotráfico y su organización está catalogada
como grupo terrorista.
La misma sentencia fue extensiva al ex coronel Lino Hernando
Sánchez, como coautor de la matanza, quien entonces era comandante
de la Brigada 2 del ejército. Asimismo, fueron condenados dos sargentos,
uno a 32 años de cárcel y el otro a 22. Estos militares ya
no podrán ocupar cargos públicos, tras ser acusados de haber
hecho caso omiso, no evitar o facilitar los crímenes cuando los
paramilitares actuaron en su jurisdicción.
Los
paramilitares, que tienen asiento en las regiones de Córdoba y Urabá,
se trasladaron hace seis años por vía aérea hasta
el caserío de Mapiripán, en el central departamento de Meta,
adonde arribaron la madrugada del 15 de julio de 1997. Durante una semana
llevaron a cabo actividades en la región.
Allí retuvieron, torturaron, decapitaron, descuartizaron
y asesinaron a campesinos bajo la acusación de que "cooperaban"
con las guerrillas. Luego, arrojaron la mayoría de cadáveres
al río Guaviare. Durante la incursión paramilitar ni la policía
ni el ejército se dieron por enterados, pese a que se trataba de
un despliegue de unos 300 hombres armados y pese a haber recibido denuncias
del juez local y otras personas.
Castaño, quien ha recibido otras sentencias en
su contra y cuya organización negocia la paz con el gobierno de
Alvaro Uribe, recibió recientemente a enviados estadunidenses, quienes
supuestamente le refirmaron que sigue en pie el pedido de su extradición,
aunque Washington también apoya las pláticas de paz con el
grupo.
Defensores de derechos humanos señalaron que el
fallo del juez prueba una vez más los nexos existentes entre oficiales
de las fuerzas armadas y los paramilitares de derecha, que ahora mantienen
una tregua mientras negocian con las autoridades.
Mientras, autoridades militares afirmaron haber causado
al menos 26 bajas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
en dos operaciones. Según el informe, 20 rebeldes perecieron en
un bombardeo lanzado por la fuerza aérea en las cercanías
del municipio de Pradera, departamento de Valle de Cauca, y otros seis
en combate con el ejército en el departamento de Norte de Santander.
En tanto, el presidente Uribe descalificó en forma
airada la propuesta de las FARC de reunirse con los mandatarios del Grupo
de Río, al afirmar que así reafirman su condición
de "hipócritas", porque son "grupos violentos" y "terroristas" que
piden audiencias al mundo y rechazan un diálogo mediado por Naciones
Unidas.
Por otra parte, Colombia y Costa Rica acordaron reforzar
la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico
internacional y el crimen organizado, al término de una visita a
San José de Alvaro Uribe.
A su vez, el canciller venezolano, Roy Chaderton, declaró
que su país no está en disposición de penetrar en
territorio colombiano en el contexto de operaciones conjuntas contra la
insurgencia del vecino país, al señalar que no es una guerra
de Venezuela. No obstante, exhortó a los colombianos a llegar a
un acuerdo de paz.
Mientras, el grupo de derechos humanos Human Rights Watch
expresó su respaldo a los esfuerzos del gobierno colombiano por
conseguir una paz negociada tanto con la insurgencia como con los paramilitares
de derecha. Empero, dijo, la paz no debe dejar impunes delitos como la
tortura o la desaparición forzada de personas.
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