México D.F. Sábado 21 de junio de 2003
Cura del lugar denuncia el "silencio cómplice"
oficial
Desdeñan ultimátum colonos de Cuauhtémoc
ROSA ROJAS ENVIADA
Colonia Cuauhtemoc, Matias Romero, Oax., 20 de junio.
El presidente y el tesorero del consejo de administración de
esta población, Anselmo Reynaldo Díaz Rodríguez y
Wilfrido Hernández Jiménez, desestimaron el ultimátum
que puso este jueves la asamblea de Santa María Chimalapas para
que los colonos desalojen las tierras en conflicto en 10 días. Se
pronunciaron por "mantener la paz dentro del marco legal" y dijeron que
el asunto compete al gobierno federal; "el gobierno estatal no contamos
con él" puntualizó Hernández.
El párroco de la colonia, Juan Ignacio Ortega,
afirmó que el conflicto, originado por el traslape de límites,
se ha exacerbado por falta de intervención de las autoridades: "Qué
cosas se solapan, por qué se permiten, por qué el silencio
cómplice e irresponsable", pero también, añadió,
porque con el telón de fondo del Plan Puebla-Panamá (PPP)
la región de los Chimalapas es codiciada por muchos intereses. Citó
entre ellos el "capitalismo rapaz" de las trasnacionales, que pretenden
apoderarse de la biodiversidad, de sus minerales, de la reserva estratégica
de agua en la región, que representa un gran porcentaje de las aguas
superficiales del país, y el narcotráfico. Mientras se enfrentan
"campesinos indígenas contra campesinos indígenas se descuida
el enemigo principal", advirtió.
Antesala de la privatización
Comentó en entrevista que aquí también
se ha dado la concentración de terrenos en pocas manos, lo cual,
dijo, es muy preocupante. Mencionó que en esta zona se ha querido
declarar una reserva de la biosfera, "que es la antesala de la privatización"
-puso de ejemplo a Montes Azules- para luego empezar a desalojar a los
pueblos.
Comentó que el PPP prevé que los 12 millones
de campesinos que viven en el sur del país se reduzcan a 3 o 4 millones.
A los demás "se buscará desarraigarlos, proletarizarlos en
las franjas de maquiladoras o vaciar los pueblos, que se vayan al norte
quienes pueden defender sus tierras".
Díaz Rodríguez y Hernández Jiménez
negaron que en la colonia haya un grupo que posee armas de alto poder,
como aseguran los chimas, y señalaron que aquí sólo
hay escopetas de caza. Esta aseveración fue secundada por el párroco,
quien comentó que en la colonia la gente no anda armada, tiene sus
escopetas y rifles para cazar, excepto la "gente rica" que a veces por
placer dispara tiros al aire; "son muy localizados, no pasan de tres personas".
Comentó que en días pasados "vinieron ganaderos de la región
a ofrecer el apoyo que quisieran (los colonos) y ellos sí traían
lo que quisieran", pero afortunadamente los colonos rechazaron ese apoyo.
Respecto al ultimátum de Santa María Chimalapa,
Díaz Rodríguez y Hernández Jiménez cuestionaron
"¿quién es Reynaldo Cruz (el comisariado de bienes comunales
de Santa María) para darnos un ultimátum?" Comentaron que
los colonos tienen sus títulos apegados a derecho, una sentencia
en favor de la colonia que ya causó ejecutoria, y que los zoques
no respetan y rechazaron que pueda haber una negociación con los
comuneros.
-¿Qué va a pasar si en 10 días baja
la gente de Santa María a querer desalojar esa parte en conflicto?
-se le preguntó a Díaz Rodríguez.
-Vamos a esperar que las cosas se den. Vamos a tratar
de ser personas civilizadas y dejar que las cosas se den.
Se les preguntó si es cierto -como aseguran los
chimalapas- que en la zona de conflicto sólo hay 25 propietarios.
Comentaron que es falso, que hay 300 familias.
Se les preguntó si ha habido concentración
de lotes en la colonia. Díaz Rodríguez contestó que
eso "depende de la capacidad de cada quien; alguien no tiene nada porque
no tiene capacidad; es como dondequiera, si alguien compra un terreno y
compra otro y otro es su capacidad".
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