.. |
México D.F. Miércoles 18 de junio de 2003
IRAK: REPRESION Y RESISTENCIA
El
pasado primero de mayo el presidente estadunidense, George W. Bush, dio
por concluidas las operaciones de la guerra lanzada por su gobierno y por
el de Gran Bretaña contra Irak. De entonces a la fecha, medio centenar
de ocupantes han caído en diversas acciones en el territorio iraquí,
y la guerra sigue su curso lógico, entre la creciente represión
por parte de los invasores y la resistencia cada vez más clara por
parte de los invadidos. Una y otra se manifiestan en acciones bélicas,
así como en comunicados que permiten definir con claridad a los
bandos en pugna.
El proconsulado estadunidense en Bagdad, que preside Paul
Bremer, anunció hace unos días la operación Escorpión
del desierto contra "los leales al partido Baaz, las organizaciones terroristas
y los criminales". Los saldos de tal operación son, hasta ahora,
unos 400 detenidos, decenas de iraquíes -combatientes y civiles-
muertos y una persecución política e ideológica cada
vez más clara contra quienes se oponen a la presencia de los invasores.
Según un funcionario británico citado por el londinense The
Telegraph en su edición del lunes, el equipo de Bremer "es la
organización más caótica para la que yo haya trabajado
nunca" y "está obstaculizando seriamente la satisfacción
de necesidades básicas del pueblo iraquí como el pago de
salarios, el suministro de electricidad o la seguridad". La única
preocupación de Bremer parece ser, en cambio, el establecimiento
de mecanismos represivos como cortes especiales y la penalización
de cualquier actividad que, en criterio de los ocupantes, constituya una
"incitación a la violencia" contra los invasores.
Esa violencia, claramente legítima y justificada,
se expresó en un primer comunicado de las Brigadas de Resistencia
Iraquíes que difundió ayer la cadena Al Jazeera y en el cual
esa organización, hasta entonces desconocida, se acredita "todas
las operaciones de combate" contra la soldadesca estadunidense y se deslinda
en términos inequívocos del régimen de Saddam Hussein
y sus partidarios, quienes "contribuyeron a la pérdida de la patria
y a agravar sus heridas".
La opinión pública internacional asiste,
así, a la conformación del clásico escenario de ocupación
militar colonial a la cual se enfrentan expresiones orgánicas de
liberación y resistencia que, en el vocabulario también clásico
de los invasores, son definidas como "terroristas" y "enemigas de la paz".
Tarde o temprano saldrán a la luz las historias negras de los "benefactores"
estadunidenses e ingleses, los cuales previsiblemente hacen actualmente
en Irak lo mismo que han hecho en otras naciones ocupadas: perseguir, torturar,
asesinar, corromper, crear "aldeas estratégicas" -como en Vietnam-,
desinformar, saquear y robar. Tarde o temprano, los invasores tendrán
que irse del sojuzgado país árabe, y será entonces
que éste pueda celebrar su auténtica liberación.
|