México D.F. Miércoles 18 de junio de 2003
En la demarcación los extremos se juntan:
la mayor riqueza y la marginalidad
Retos en Miguel Hidalgo: inseguridad, desorden urbano
y despoblamiento
En esta delegación es variable la correlación
de fuerzas entre los principales partidos
SUSANA GONZALEZ Y ANGEL BOLAÑOS
En la delegación Miguel Hidalgo los extremos se
juntan, pero no se mezclan. Aquí, en la demarcación territorial
con mayor poder económico entre las 16 delegaciones y los 2 mil
343 municipios que existen en el país y la segunda con menor marginación
del Distrito Federal, se unen la abundancia y la pobreza, pero también
el despoblamiento y el envejecimiento de la gente.
En Miguel Hidalgo viven más de 350 mil habitantes
-apenas 4.10 por ciento de la población capitalina-, lo que representa
35 por ciento menos que hace dos décadas y una novena parte de la
población que existía en 1970.
La infraestructura urbana y la prestación de servicios
públicos alcanzan una cobertura de prácticamente ciento por
ciento y la colocan sólo un punto debajo, en una escala de siete,
con que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática clasifica el nivel de desarrollo y de bienestar en las
comunidades y estados del país, pero los habitantes que pueden disfrutarlo
disminuyen sin cesar, porque la comercialización de sus predios
desplaza el uso residencial y complica la vida en varias colonias.
El ejemplo más notorio es Polanco, cuyas calles
y avenidas se encuentran saturadas de oficinas, tiendas, restaurantes y
hoteles, mientras la vía pública resulta insuficiente para
los miles de vehículos que circulan diariamente y se estacionan
en la zona, frente a la impotencia de los colonos, que ven obstruidas las
entradas a sus casas.
En Presidente Mazaryk, donde se concentran por igual boutiques
de firmas extranjeras que bares y restaurantes diversos, no importa que
sea de día o de noche para que decenas de coches último modelo
con señoras, jóvenes y ejecutivos resguardados por guardias
privados busquen un lugar para estacionarse, mientras los franeleros
explotan cada centímetro cuadrado.
Envejecimiento poblacional
Mientras, en el extremo contrario, al norte de la demarcación,
sobreviven derruidas vecindades frente a nuevos departamentos de interés
social para una población que, en general, no padece la falta de
servicios públicos, pero envejece sin que existan programas específicos
para atenderla.
Sin embargo, la emigración continúa y el
envejecimiento irreversible de los habitantes parece ser un tema secundario
en las plataformas políticas de los 11 candidatos a la jefatura
delegacional, quienes de manera coincidente colocan el problema de la inseguridad
pública como prioritario. La semejanza de propuestas es tal, que
por lo menos tres se pronuncian por la creación de una policía
vinculada con la gente y de la cual sólo parece cambiar el nombre
pues, según sea el partido, ha sido bautizada como "cercana", "comunitaria"
o "vecinal".
Es la séptima delegación de la capital donde
más delitos se cometen -en promedio 33.9 por día-, de acuerdo
con la procuraduría capitalina, y la preocupación por la
inseguridad pública se explica en gran medida por la concentración
y el desarrollo de zonas comerciales, hoteleras, bancarias, embajadas y
medios de comunicación, así como áreas residenciales
para gran número de personas de nivel socioeconómico alto
-con ingresos mayores a 50 mil pesos mensuales, según el Instituto
Electoral del Distrito Federal (IEDF)-; esto la convierte en prioritaria
para diversos grupos de poder, como las cámaras empresariales y
comerciales, la Iglesia católica y comunidades como la judía,
la española y la libanesa.
En la zona sur de la delegación, a resguardo de
las miradas ajenas, grandes bardas de piedra volcánica protegen
las residencias de algunas de las familias más ricas del país
-Las Lomas y Bosques, por ejemplo-, mientras en el norte persiste el hacinamiento
en viviendas de las colonias populares como Argentina, Pensil y Anáhuac,
donde tienen influencia organizaciones de solicitantes de vivienda, vendedores
ambulantes y locatarios de mercados.
El apoyo de unos y otros grupos es buscado por los candidatos
a la jefatura delegacional, a la Asamblea Legislativa y a la Cámara
de Diputados, sin importar las diferencias ideológicas ni las alianzas
o enfrentamientos del pasado.
Desde 1994, la correlación de fuerzas entre los
tres principales partidos políticos -PRI, PAN y PRD- se modifica
en Miguel Hidalgo cada elección local o federal, debido a las cambiantes
preferencias políticas de sus 250 mil electores.
Hace nueve años fue la última vez que el
PRI ganó en esa delegación del noroeste capitalino, con 39.7
por ciento de la votación total, seguido por el PAN con 26.30 por
ciento, mientras el PRD logró 20 por ciento de los sufragios.
Pero un trienio después, en la primera elección
para jefe de Gobierno, el PRD arrasó, con 47 por ciento de los votos;
el PRI se ubicó en el segundo lugar, con 25.08 por ciento, y el
PAN obtuvo 15 por ciento; este orden se repitió, con porcentajes
similares, en las elecciones de diputados locales y federales.
Hace tres años cambiaron nuevamente los papeles:
el PAN se colocó como la primera fuerza electoral de la demarcación,
al integrar con el Partido Verde la Alianza por el Cambio, ganó
40 por ciento de los votos; 29 por ciento fue para la coalición
de cinco partidos que encabezó el PRD y 25 por ciento para el PRI.
Los panistas confían en conservar el poder en Miguel
Hidalgo y garantizar así los proyectos emprendidos por la administración
actual. De hecho, gran parte del presupuesto del aspirante a suceder a
Arne aus den Ruthen Haag, Fernando Aboitiz Saro, ya está comprometido
en obras que concluirán después de su salida, como la construcción
de cuatro bibliotecas, los Faros del Saber, que representan uno de los
18 programas delegacionales de los que el candidato asegura en su página
electrónica haber sido el responsable.
Hay empatía y alianzas naturales del PAN con la
iniciativa privada y los sectores económicos altos, pero la administración
de Arne aus den Ruthen no ha estado exenta de desacuerdos con empresarios;
así, mientras unos aplauden su constante confrontación con
el gobierno capitalino -por el presupuesto, la administración del
Bosque de Chapultepec y el control de la policía-, otros la critican
al juzgarla inecesaria. En su contra también tiene a vendedores
ambulantes -recuérdese el frustrado desalojo en Tacuba-, grupos
de solicitantes de vivienda y a los trabajadores delegacionales, quienes
lo acusan de autoritario, y todo ello hereda su amigo Aboitiz Saro.
El PRD está empeñado en desmentir que Miguel
Hidalgo es bastión blanquiazul, y la campaña de su
candidato, Agustín Barrios Gómez -a decir de sus contrincantes-,
peca de derroche y ostentación: decenas de carteles con su rostro
están pegados en microbuses que circulan por Paseo de la Reforma
y Polanco, brigadas especiales reparten trípticos y regalos casa
por casa, y hasta ha organizado funciones de box.
Para los punteros y los partidos chicos en esta
contienda electoral, el PRI y su candidato, Carlos Girón, "ni siquiera
pintan", e inclusive Cuauhtémoc Velasco, candidato de Convergencia,
ya se atribuye el tercer lugar de las preferencias electorales. "Apenas
esta semana vimos que colocaron un espectacular de Girón en las
Lomas de Chapultepec, pero no ha hecho trabajo de campaña. Además,
por lo erosionado de su partido, no tiene ninguna posibilidad", aseguró
Velasco.
Candidatos a jefes delegacionales de Miguel Hidalgo
|
C. Velasco Oliva (Convergencia)
|
Fernando Aboitiz (PAN)
|
Augusto López Ortiz (PMP)
|
Agustín Barrios Gómez (PRD)
|
María de la Luz Leos (PSN)
|
Miguel Angel Hernández (PT)
|
Marisa Juárez Garavito (PLM)
|
Carlos Girón (PRI)
|
|
Miguel Arroyo (PVEM)
|
Luz María Esquivel (PAS)
|
|
|