México D.F. Sábado 7 de junio de 2003
Presentará mañana su nuevo disco
en el Metropólitan
He pulido el grito y ahora ya sé dirigirme al
público: Luz Casal
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Hacía tres años que Luz Casal no sacaba
un disco y ahora, cuando cumple dos décadas de trayectoria musical,
la cantante lanza una nueva producción discográfica titulada
Con otra mirada. En este trabajo, el noveno de su carrera, encontramos
a una Luz que amplía su abanico de estilos musicales transitando,
con la mayor de las naturalidades, del rock al bolero, de la balada a la
ranchera y del blues al pop. Una compositora que no se detiene en la pureza
del ritmo, sino en la riqueza de las mezclas. Una voz, con sello propio,
que ha encontrado el perfecto equilibrio entre la rigidez y la ternura,
entre la ansiedad y el sosiego.
Figura
esencial del rock español de los años 80, género reservado
en aquel entonces para músicos varones, Luz Casal constituye un
referente obligado en el espacio que se fue abriendo la mujer dentro del
rock, sobre todo a partir de 1983, cuando acompañó a Miguel
Ríos en su kilométrica y legendaria gira El rock de una
noche de verano.
Como parte del tour que está realizando
por diferentes ciudades latinoamericanas, la cantante ofrece tres conciertos
en nuestro país. El miércoles 4 de junio se presentó
en el teatro Luis Elizondo, de Monterrey; el jueves 5 hizo lo propio en
el teatro Galerías, de Guadalajara, y mañana domingo 8 de
junio actuará en el teatro Metropólitan, del Distrito Federal.
Sonidos artificiales y gritos pulidos
Días antes de sus presentaciones en México,
nos recibe en uno de los salones de su disquera. Vestida con pantalón
de piel negro y blusa aterciopelada, solicita a los reporteros gráficos
que no le tomen fotos debido al cansancio. Sin embargo, y a pesar de la
larga jornada de entrevistas que ha tenido, se ve atractiva, serena y muy
simpática.
-¿Cuál es esa "otra mirada" que encontramos
en este disco y no en otros?
-En otros no había sonidos tan artificiales como
en éste.
-¿El cambio está más enfocado en
el sonido que en las letras?
-Al ponerle al disco ese título quise advertir
que en él hay otra mirada, pero no significa que haya cambiado de
estilo. Unicamente incorporo otros sonidos, porque lo que yo hago tiene
que ver con mi manera de ser y, por tanto, es casi imposible, salvo que
tuviera un episodio enormemente dramático en mi vida, que apareciera
otra persona en el disco. En éste aparecen el mismo tipo de canciones
pero con la particularidad que reflejan mi actual momento.
-En este disco vuelve a interpretar boleros y, además,
incluye una canción ranchera (Dame un beso). ¿Hay
algún otro estilo mexicano en el que le gustaría incursionar?
-Un estilo puro, no. Puedo hacer una canción que
tenga cierto aroma a determinado género, pero nunca un estilo enteramente
puro. La música folclórica mexicana me gusta, me produce
un sentimiento de alegría y fiesta. El tema Dame un beso
salió como algo gracioso. La mezcla de un rock clásico con
una ranchera es como un chiste, por lo que lo aparté varios meses.
Hasta que, un día, recuperé esa canción y hoy es una
de mis preferidas.
-En estos momentos, ¿qué lugar ocupa el
rock en sus composiciones?
-Tengo una cultura musical pop, y sobre todo rock, que
están ahí. Por tanto, es de esas cosas que no puedes cambiar
porque son parte de ti.
-¿Qué diferencias existen entre la Luz de
El rock de una noche de verano y la que veremos en el Metropólitan
el próximo 8 de junio?
-He pulido el grito. Durante muchos años, una vez
que se acababa la música, no sabía cómo dirigirme
al público. Hace poco, estando en un estudio de grabación,
me mostraron una cinta de uno de los conciertos de esa gira y, cuando me
escuché hablar, pensé: "cómo asustaría a la
gente con semejantes gritos". Creo que eso ya no lo hago.
-Cuando empezó a cantar había mucho machismo
en el rock. Nadie quería apostar por usted porque decían
que una mujer roquera no vendía discos. Hoy, 20 años después,
¿cree que eso ha cambiado?
-Ha cambiado bastante, porque hay un número mayor
de mujeres en la música. Pero antes era diferente. Eso de llegar
con pantalones de piel y decirme "viene en cueros" y tenerme que cagar
en la puta madre de quien lo decía. O como un comentarista de rock,
todavía en activo, que me dijo "deberías ir a fregar platos".
Afortunadamente eso ya ha cambiado.
-Después de haber sacado su anterior disco, Un
mar de confianza, se comentaba que se quería retirar, ¿pensó
en ello alguna vez?
-No, lo que ocurre es que acababa de perder a mi padre
y a una persona que quería casi como a mi madre en un lapso muy
corto. En ese momento me sentí muy afectada y exhausta. Por otro
lado era como la chica comodín, todos me llamaban para participar
en historias que poco tenían que ver con la música, por lo
que decidí irme una temporada a Londres. Pero nunca pensé,
ni pienso, retirarme de la música.
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