México D.F. Sábado 7 de junio de 2003
La historia de la oca, obra infantil en El Orientación
''Lúdica y propositiva'' obra sobre el maltrato a los hijos
CARLOS PAUL
El maltrato físico y sicológico infligido por los padres a sus hijos es una de las problemáticas universales más graves, cotidianas y silenciosas de la violencia hereditaria, que es llevada a escena en la obra infantil La historia de la oca.
Escrita por el canadiense Michel Marc Bouchard, esa historia ''más que hacer un juicio sobre dicho comportamiento, propone reflexionar sobre cómo los niños reproducen el esquema de la violencia".
Se expone cómo alguien más fuerte (''šcállate!, eres un niño, no tienes derecho a opinar, por ejemplo") ejerce poder sobre un pequeño y cómo éste a su vez ejerce el suyo sobre su mascota, ''todo eso contenido en un cuento infantil muy divertido", explica Boris Schoemann, director del montaje dirigido a niños de siete u ocho años y a sus padres.
Hemos querido hablar de ''la violencia hereditaria, de padres a hijos y de los niños hacia otros seres--comenta Schoemann-, porque es una problemática universal que no se ventila de manera pública. Vemos esa cuestión como algo normal y cotidiano, y no analizamos esa violencia desde su origen.
''El autor se propone romper con ese silencio que habita en un ser física y moralmente débil. Bouchard no emite un juicio sobre este tipo de comportamientos. A Michel le gusta sugerir las cosas, dejar mucho a la imaginación, y en esta puesta es hasta el final cuando el espectador advierte la magnitud del drama, pues la mayor parte de la obra es muy divertida.
La historia de la oca -escribió el autor- ''es una historia de leyes. Todo mi trabajo consistió en buscar una salida para Mauricio. El reza a Bulamutumuno, como sus padres a Dios. Desea convertirse en Tarzán, como su mascota desea volar algún día. Encuentra en parte una solución real, sometiéndose al maltrato, participando en un vil trueque (de premios y castigos). He ahí sus salidas. El no interroga la esencia de esa violencia; la violencia forma parte de las leyes. Hoy existen más Mauricios de lo que uno piensa. Ellos y ellas pertenecen a todas las edades y están todavía callados y calladas. Espero que esos niños humillados lean este texto o que vean el espectáculo para que hablen de su miseria con alguien. ''Hablar sobre esa situación o escribir sobre ella son las primeras salidas. Pero eso -apuntó el dramaturgo- no eclipsa la tormenta, sólo calma el rayo".
Con las actuaciones de Alejandro Morales, Emmanuel Márquez, traducción de Gilberto Flores, escenografía e iluminación de Jorge Ballina, diseño sonoro de Jacobo Lieberman, vestuario de Adriana Olivera y diseño de títeres de Haydeé Boetto, la obra se escenifica sábados y domingos a las 13 horas en el teatro Orientación, del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.
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