México D.F. Jueves 29 de mayo de 2003
El arquero detuvo tres penales en la victoria 3-2 sobre el equipo de Turín
El brasileño Dida dio al Milán su sexta Liga de Campeones al vencer a Juventus
Final a la italiana, con más garra que futbol, en el mítico estadio de Old Trafford
AGENCIAS
Manchester, Inglaterra, 28 de mayo. El brasileño Dida se puso el traje de héroe y le dio al AC Milán su sexta Liga de Campeones al derrotar 3-2 al Juventus de Turín en ronda de penales, después de que el partido y la prolongación terminaron sin goles en una final muy "a la italiana".
El ucraniano Andrei Shevchenko marcó el penal del triunfo, luego de que Dida detuviera tres tiros.
El brasileño atajó los lanzamientos de David Trezeguet y de los uruguayos Marcelo Zalayeta y Paolo Montero, quienes tiraron abajo y en medio.
Sólo Alessandro Brindelli y Alessandro del Piero le anotaron. Por Milán marcaron el brasileño Serginho, Alessandro Nesta y Shevchenko.
El arquero Gianluigi Buffon también tuvo destacada actuación para La Juve, al contener los disparos de Kakha Kaladze y Clarence Seedorf.
Real Madrid, con nueve títulos, es el único que ha ganado más veces que el Milán el campeonato europeo.
La derrota dejó al Juventus con las ganas de conquistar un doblete, ya que el equipo turinés fue campeón de Italia.
El Old Trafford del Manchester United fue escenario de una final italiana carente de brillo, en la que hubo más garra que futbol.
Juventus echó de menos al checo Pavel Nevdev, quien está suspendido, y a Mauro di Vaio, que se quedó en el banco por razones tácticas, ya que el técnico Marcelo Lippi alineó al argentinoitaliano Mauro Camoranesi y encomendó el ataque a Trezeguet y Del Piero.
En el Milán, el técnico Carlo Ancelotti prescindió del brasileño Rivaldo e hizo jugar a Andrea Pirlo con Shevchenko y Filippo Inzaghi como delanteros netos.
El juventino Edgar Davids fue el patrón del mediocampo, pero los avances del conjunto turinés se diluyeron siempre en tres cuartos de cancha, ya que una firme defensa milanesa aisló a Del Piero y Trezeguet.
El equipo de Ancelotti fue más insistente en el ataque. Manuel Rui Costa y Shevchenko confundieron a la zaga juventina, que por momentos pareció perder las marcas.
Los delanteros blancos (Milán jugó con una casaca alba) tuvieron más espacios para maniobrar y encontraron la red tempranamente al minuto siete, pero el tanto, anotado por el ucraniano Shevchenko, fue anulado por el árbitro alemán Markus Merk por posición adelantada de Rui Costa que algunos consideraron pasiva.
Buffon tuvo una atajada providencial ante un cabezazo a quemarropa de Inzaghi y hacia el final del primer tiempo respondió bien ante un zurdazo del georgiano Kaladze. Además se salvó de milagro a los 37, cuando un derechazo de Rui Costa salió rozando el poste.
Trezeguet tuvo apenas una aparición en todo el primer tiempo, cuando cabeceó afuera desde muy buena posición a los nueve minutos.
Del Piero se hizo ver dos veces en la etapa inicial, con un tiro desde 20 metros y con un remate desde posición angulada que motivó una buena atajada de Dida.
Juventus estuvo cerca del gol a los 44; hubo un peloteo frente al arco milanés y Nesta alcanzó a despejar cuando la caída del marco parecía inminente.
Camoranesi, que casi no se había visto, dejó su plaza a Antonio Conte en el complemento y el italiano metió un cabezazo que sacudió el travesaño apenas reanudadas las acciones.
Pero Milán recuperó la iniciativa y poco después Paolo Maldini, que jugaba su sexta final europea, cabeceó desviado desde posición inmejorable, sin que nadie lo molestara.
En el complemento, con Milán dominando, Lippi se jugó a todo o nada sacando a Davids, cuyo rendimiento había mermado, para dar cabida a Zalayeta.
La medida no dio resultados y Milán siguió mandando, empujado por Costa y Seedorf, quien ganó su tercer campeonato europeo con un equipo distinto.
También fue campeón con Ajax en 1995 y con Real Madrid en 1998. El holandés se convirtió en el primer futbolista de la historia en lograr la marca y apenas terminó el partido rompió en llanto.
El gol no llegó y hubo alargue. Antes de finalizar el tiempo reglamentario el brasileño Roque Junior, quien había entrado a los 65 por Alessandro Costacurta, sufrió un tirón. Siguió en la cancha, ya que Milán había agotado los cambios, pero casi no podía moverse y su equipo vio esfumarse su dominio.
Los 30 minutos finales fueron anodinos, sin que ninguno de los dos arriesgara nada, hasta que se llegó a los penales.
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