En una ''gran fiesta sonora'' presentó su disco Hay de todo en la viña del señor

La trova cubana es muy antigua, sólo se ha renovado: Jorge García

En su más reciente producción utiliza instrumentos antiguos como el laúd o la guitarra barroca

Se trata de una mezcla de sonoridades con las que quise experimentar, señala el músico

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 28 de mayo. Dentro de la larga tradición de la trova, pero con una revolucionaria propuesta, que incluye el empleo de instrumentos antiguos, el cantautor cubano Jorge García presentó su más reciente disco, Hay de todo en la viña del señor, ante un público que saludó con calidez la reaparición de este creador en los escenarios locales.

"No sé si habré hecho una fusión musical", dice García a La Jornada. "Más bien creo que la palabra es mezclar. Se trata de una mezcla de sonoridades, con las que quise experimentar."

De 44 años de edad, graduado en el Conservatorio Alejandro García Caturla, autor de tres discos anteriores, Jorge García ha realizado giras por Alemania, Argentina, Nicaragua y Venezuela. Estuvo ausente del circuito de conciertos durante más de dos años, el tiempo que le llevó preparar su nuevo fonograma, con música y textos propios.

En su trabajo, que acaba de sacar a la venta el sello Unicornio y fue realizado en los estudios Abdala, dirigidos por Silvio Rodríguez, el autor se apoya en la dotación habitual de la trova moderna (bajo, piano, drum y guitarra) mezclada con instrumentos como la viola da gamba, la flauta dulce, la guitarra barroca y el laúd, ejecutados por el grupo de música antigua Ars Longa. "Es un disco complicado, porque cada canción es distinta desde el punto de vista de los formatos musicales y hay muchos músicos involucrados", dice García.

''El público mexicano es muy cercano a la trova''

En su concierto de presentación, este fin de semana, el trovador inició el programa solo, con su guitarra, y el escenario se fue poblando poco a poco, hasta reunir al acompañamiento básico, un cuarteto de cuerdas y el Ars Longa, en un gran final apoteósico (o "una gran fiesta sonora", como le llama Jorge).

El autor también incursiona en géneros. La pieza que da título al disco arranca con un toque de flamenco. Marta es una dulce canción de amor que se desliza sobre un cello apenas acariciado por la clave. Fragancia y pensamiento, en la más pura tradición trovadoresca, es un homenaje a Pensamiento, la célebre obra de Rafael Gómez. No todo se pierde recuerda, con el sonido del folclor latinoamericano, a Violeta Parra, Julio Cortázar y Gabriela Mistral.

"Pero finalmente es trova cubana", dice García. "Es la misma trova que conocemos, aunque soy yo, son mis canciones."

-ƑDirías que estás en la tercera generación de la nueva trova?

-No puedo decir eso. En realidad la trova cubana es muy antigua, viene desde el siglo XIX y se ha transformado y renovado a lo largo de todo este tiempo, quizás con distintas expresiones en cada momento.

El disco se presentará de inmediato en España y en Portugal, aunque García espera llevarlo a México: "El mexicano es un público muy cercano a la trova cubana y creo que tendría mucha comunicación con este disco".

En línea con el espíritu de juglar moderno, Jorge García toca en sus textos fibras sensibles de la realidad. En Hay de todo... dice, por ejemplo: "En cualquier parte un profeta enmudeció,/un delincuente redacta alguna ley,/ un religioso se aparta de su fe,/ un comunista defiende una traición". Y en Los Salieris, inspirada en el músico italiano intrigante en la corte de Viena: "Se afila las uñas cuando va a atacar/ y desgarra lunas indefensas,/ a su presa muestra una sonrisa fiel/ y en su sombra gris esconde muecas./ Está en la servidumbre,/ en la avaricia,/ en la traición,/ en el burocratismo,/ en la tibieza,/ en la corta visión".