Instalan comisión para dirimir desacuerdos políticos

"Acotar activismo" de Fox, exigen partidos en Bucareli

PRD y México Posible impugnan injerencia de prelados

ALONSO URRUTIA

En medio de reclamos de la oposición para que "se acote el activismo electoral" del presidente Vicente Fox y la exigencia de que la Secretaría de Gobernación ponga fin a la injerencia de la Iglesia católica en las campañas, ayer quedó instalada la Comisión de Coordinación Electoral en Bucareli, instancia que, según el responsable de la política interior, Santiago Creel, servirá como espacio de interlocución para dirimir diferencias políticas en tiempos de comicios.

Al salón Juárez acudieron dirigentes partidistas, el secretario de Gobernación y la fiscal especial para la Atención de Delitos Electorales, María de los Angeles Fromow, para instalar una nueva mesa de discusión que servirá como espacio de desahogo de diferencias, sin que ello implique, según Creel, inmiscuirse en tareas de exclusiva responsabilidad del Instituto Federal Electoral.

En ese ámbito de discusión sobre la civilidad política que debe prevalecer en la contienda, comenzaron a desgranarse los primeros reclamos por el rumbo que ha tomado el arranque de la campaña, y dos fueron los blancos opositores: el Presidente y la jerarquía católica.

El secretario general perredista, Carlos Navarrete, lanzó los primeros cuestionamientos sobre el clima electoral. Habló de la necesidad de que en los comicios el gobierno deje que realmente los candidatos, los partidos y los ciudadanos sean los actores de la contienda y que se inhiba el activismo desde las diversas instancias de gobierno, pero especialmente, del Poder Ejecutivo federal.

"Sería muy útil que a antes del 6 de junio, en un acuerdo de autolimitación, los titulares del gobierno federal, los ejecutivos estatales y los presidentes municipales pudiesen abandonar la escena pública, eliminando su presencia en medios de comunicación, en promoción de gobierno, de obras específicas", dijo Navarrete.

El perredista externó su preocupación por la proliferación que se empieza a advertir del programa Oportunidades, por lo que demandó medidas concretas para evitar que ese plan oficial se utilice con fines partidarios.

Segundos después, el secretario general panista, Manuel Espino, salió en defensa de gobierno, al "celebrar" lo que definió como "expresa voluntad" oficial de no interferir en la contienda, como sucedía hace años. Anunció que su partido había ya lanzado una convocatoria a gobernadores y alcaldes panistas para no usar sus programas en el terreno electoral.

A la defensa panista sobre el papel del gobierno siguió una nueva crítica opositora. Esta vez de la secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, quien dijo que más que una autolimitación, el gobierno debería comprometerse a no manipular los programas en función de sus intereses electorales.

"El gobierno tiene derecho de aplicar políticas públicas, pero no hay derecho de manipularlas en relación con procesos electorales", expuso la lideresa.

No fue el único reclamo. Resultó inevitable la alusión a la injerencia de la jerarquía católica en la campaña, tema que pusieron en la mesa el PRD y México Posible. Navarrete manifestó su preocupación por este activismo de los miembros de la Iglesia católica. "El Estado tiene instrumentos de carácter legal y político, por lo que puede y debe actuar de manera mucho más clara y precisa para evitarlo", planteó el perredista.

También habló Wilfrido Salazar, representante de México Posible, quien lamentó la postura asumida hasta ahora por la Secretaría de Gobernación y señaló que su demanda contra jerarcas católicos no pretende inhibir la libertad de expresión, sino exigir el cumplimiento de la ley.

Frente a todos los reclamos opositores, María de los Angeles Fromow declaró el compromiso con la sociedad de sacar adelante las denuncias que se presenten.

A su vez, Creel reivindicó la voluntad de los actores de llevar adelante un proceso electoral con tranquilidad, así como dirimir desacuerdos por este nuevo cauce de interlocución. "En la comisión ventilaremos eventuales diferencias, aclararemos puntos de vista y buscaremos disminuir tensiones que naturalmente surgen en los procesos electorales". De la Iglesia católica, ni una palabra.