México D.F. Jueves 29 de mayo de 2003
Gobernación: no se restringen libertades;
el asunto, ajeno al IFE: Woldenberg
"Exhortan" al clero a evitar proselitismo
Legisladores de PRI, PRD y PVEM critican a prelados
La UNPF y AN los defienden
La Secretaría de Gobernación envió
a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) una "atenta exhortación"
y "sin perjuicio de su libertad de expresión" para que obispos,
presbíteros y diáconos "se abstengan de hacer pronunciamientos
que pudieran considerarse violatorios de las disposiciones jurídicas
electorales", y los llamó a no hacer proselitismo político.
En tanto, en la Comisión Permanente del Congreso,
la injerencia del clero católico en el proceso electoral, y la insuficiente
respuesta de Gobernación para detener sus ataques contra partidos,
fueron motivo de debate a partir de un punto de acuerdo promovido por el
PVEM, dirigido a exhortar a la dependencia a agilizar las investigaciones
contra los jerarcas que hayan incurrido en estas prácticas.
Por
su parte, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE),
José Woldenberg, consideró que para preservar la pluralidad
política y religiosa es imprescindible que se mantenga la separación
de la actividad política y la fe.
En cambio salió a defender el activismo del clero
el presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF),
Guillermo Bustamante, quien señaló que los obispos de Tlaxcala,
Jacinto Guerrero; de Querétaro, Mario de Gasperín; de Cuernavaca,
Felipe Olvera, y de Acapulco, Felipe Aguirre, no cometieron delito alguno
y, por el contrario, "asumieron una posición clara y orientadora".
Llamado desde Bucareli
En medio de las críticas contra Gobernación
por su pasividad frente a la intromisión de la jerarquía
católica en ámbitos electorales, la dependencia dio a conocer
anoche que envió un "exhorto" al presidente de la CEM, Luis Morales
Reyes, arzobispo de San Luis Potosí.
La dependencia difundió una carta enviada por el
subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos,
Javier Moctezuma, en la que sostiene que sin afectar la libertad de expresión
de los miembros de la Iglesia ni su derecho a propagar su doctrina, es
necesario que se abstengan de emitir pronunciamientos que pudieran interpretarse
como violatorios de las disposiciones jurídicas.
Moctezuma subraya que esto es necesario para favorecer
y mantener el clima electoral ordenado, participativo y democrático.
Recuerda que desde enero, en ocasión de que se iniciaba un año
de gran intensidad comicial, se solicitó la colaboración
de las asociaciones religiosas para que evitaran incurrir en proselitismo
electoral o declaraciones contrarias a partidos y candidatos.
Por otro lado, Woldenberg destacó que el IFE no
tiene competencia alguna en relación con la injerencia de las iglesias
en las campañas, pues es algo que corresponde exclusivamente a Gobernación.
Subrayó: "Lo que más le conviene a la democracia mexicana
es que las esferas de la fe y de la política sigan separadas, eso
es precisamente lo que establece la legislación electoral y yo comparto
la noción que hay en nuestras leyes".
Demandan concluir investigaciones
Mientras tanto, en la Comisión Permanente, el tema
fue motivo de debate. El priísta Enrique Jackson, el perredista
Jesús Ortega y la ecologista Sara Castellanos exigieron a las autoridades
federales que inicien una investigación en torno a la estrategia
asumida por la Iglesia católica para incidir en las elecciones de
julio próximo. Por el contrario, el panista Diego Fernández
de Cevallos justificó la actitud de los prelados porque "tienen
derecho a promover la participación política".
Castellanos, senadora por el PVEM, denunció la
estrategia de la Iglesia católica para que en las homilías
se sugieran las formas de votar. "Las consignas afectan no sólo
a los partidos en lo individual, sino al sistema en lo general, porque
su influencia puede desbalancear los pesos políticos existentes,
creando un estado de excepción y privilegio para un actor social
que durante muchos años ha tenido que ser limitado y controlado",
dijo.
La senadora presentó un punto de acuerdo para exhortar
a Gobernación a que agilice las investigaciones y dé respuesta
a la denuncia contra el obispo Mario de Gasperin. En ese sentido, Ortega
expuso que desde el púlpito no es posible hacer política
y menos recomendar a los feligreses cómo y por quién votar:
"Eso tergiversa la vida política y legal de nuestro país
y deben ser objeto de una sanción los obispos que cometieron ese
error".
A su vez, Jackson insistió en la obligación
de las autoridades de exigir el apego a la ley: "No se puede permitir que
se excedan. Aquí no se puede jugar con eso, no es sano para la República
ni para la vida y armonía nacional que se mezcle la política
con la religión. Es una bomba explosiva, un tema que requiere de
una buena dosis de habilidad política, de firmeza y de capacidad
de los integrantes del Ejecutivo, para que no les tiemble la mano al momento
de aplicar la ley".
En tanto, la Unión Nacional de Padres de Familia
salió en defensa de los obispos. Lo que hicieron, dijo Bustamante,
fue orientar a los fieles de sus respectivas diócesis, a
razonar su voto, y en consecuencia a no votar por el partido político,
sea el que sea, que promueva y pretenda legalizar el aborto y la unión
homosexual.
ALONSO URRUTIA, ROBERTO GARDUÑO, GEORGINA SALDIERNA
Y CLAUDIA HERRERA
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