Nina Zambrano, directora del recinto, presentó su libro Más allá de las palabras

Siglo XX: grandes maestros mexicanos, proyecto del Marco para acercar el museo a la comunidad

MERRY MAC MASTERS

El Marco es mucho más que un museo: es una institución cultural, afirma Nina Zambrano. La presidenta del consejo de directores y titular interina del Museo de Arte Contemporáneo (Marco) de Monterrey, se describe como persona ''tremendamente optimista", actitud que se impone en su primer libro Más allá de las palabras (Grijalbo, 2003), presentado anoche en el Distrito Federal, y en el que permea su actividad en el recinto con 12 años de vida.

En ese tenor se emprendió el proyecto Siglo XX: grandes maestros mexicanos, de cuatro exposiciones -ahora se presenta la tercera-, ya que ''en Nuevo León y los demás estados del norte del país, no habíamos tenido oportunidad de ver obras de esa calidad por diferentes motivos, entre ellos, porque no nos las querían prestar en la ciudad de México. No hablo de los coleccionistas privados, que fueron muy generosos, sino de las instituciones públicas.

''Qué desastre. Cómo batallamos. No querían prestar las obras al norte porque su guión museográfico se dañaba. Les decía, 'pero tu guión ha estado 80 o 40 años y nosotros no los hemos tenido ni un día'. Tuve que hablar con demasiadas personas, convencerlas, suplicarles. Fueron muchas llamadas, mucha tristeza y mucho coraje, pero al fin entendieron nuestro propósito. Nos ayudaron, en la primera exposición menos, pero en la segunda mucho más porque vino el éxito. Todavía me acuerdo de las personas que tenían enfrente por primera vez Los alcatraces, de Diego Rivera. Lo habíamos visto desde chiquitos en todos los libros".

Por la descentralización

A raíz de la respuesta del público, el Marco desarrollará un programa de exposiciones de artistas mexicanos a la manera de high lights, para que los espectadores conozcan más a los pintores menos reconocidos, pero que fueron relevantes. Todo eso será posible en la medida que las instituciones públicas del centro ''se dieron cuenta de que éramos serios -ya lo sabían- y que debían descentralizarse; les dimos la oportunidad de hacerlo. Ahora, todos dicen que se descentralizan y qué bueno por los otros museos, porque los hay fuera de la ciudad de México que reúnen todos los requisitos. El patrimonio es nacional, no es del deefe. Eso hay que tenerlo muy claro".

Siglo XX -se cerrará a finales de 2004 con una revisión de los años noventa en México- responde a lineamientos de trabajo impulsados por Zambrano, es decir, acercar más el museo a la comunidad y que no se perciba de manera elitista. Otros son abrir más a las exposiciones de Europa y Asia, porque mayoritariamente se hacían mexicanas y latinoamericanas, y no sólo hay que montar muestras de pintura, escultura, etcétera, sino también traer grandes escritores a dar conferencias e impulsar la música. Aunque las exposiciones serán siempre ''nuestro foco principal y al que ponemos más atención", Zambrano no quiere ''perder" todo lo demás, en aras de subir ''el nivel intelectual del Nuevo León".

Respecto de los dineros, el Marco es uno de los museos privilegiados de México. Para manejar un recinto de su envergadura sus necesidades requieren ''más de 4 millones de dólares", que son aportados por la iniciativa privada, en primer lugar Cemex, aunque el gobierno estatal ayuda también. Además de tener patrocinios para diferentes programas, de acuerdo con Zambrano, ''nos hemos vuelto muy eficientes. Hacemos lo mismo que cuando se tenía mucho dinero".