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México D.F. Martes 27 de mayo de 2003
La Plaza, Acerina, Casquera y la Yucatán,
presentes
Entre jóvenes y viejos, miles rindieron culto
al danzón en el Gran Forum
JAIME WHALEY
La extensa pista resultó insuficiente para contener
a la gran cantidad de parejas que el sábado se encontraron para
entrarle con devoción y ahínco a su semanal, aunque para
algunos cotidiana, diversión.
En el escenario del Gran Forum, poco más de tres
mil personas se dieron cita para festejar, pues de eso se trataba tal como
lo indicó el nombre, al conocido monarca, el rey danzón.
La
Playa, que es agrupación de prosapia allá en el puerto de
Veracruz, Acerina, José Casquera y la Yucatán, fueron las
orquestas que amenizaron la multitudinaria reunión, el Segundo Festival
de las Danzoneras que, probado estuvo, resulta ya un éxito tanto
de taquilla como de tradición para conservar el gusto de ejecutar
la danza.
Jóvenes y viejos, aunque con prevalencia de estos
últimos, que aquí pierden la edad y se hacen -los hace el
baile- intemporales, lucieron incansables a lo largo de las poco más
de cinco horas que duró el guateque y muchas parejas hasta en los
pasillos realizaron los sacramentos dancísticos, aunque con movilidad
limitada por aquello que no es lo mismo duela que tapete.
Los de La Playa, procedentes de Paso de Ovejas, pusieron
a prueba la sapiencia de la chilangada, pues, como oportunamente hizo notar
Jorge León, interpretan el danzón a contratiempo y con falsos
remates lo que dificulta su ejecución, pero ello no obstó
para que El Capi, personaje de cualquier salón de baile capitalino,
le atorara e indiscriminadamente tuviese hasta dos frondosas damas por
pareja en forma simultánea.
La danzonera visitante cumple 57 años de haber
sido fundada por Germán Varela y cobija a tres generaciones de músicos.
"Intentamos imitar a la charanga cubana, pero con respeto a las cañas
(los clarinetes, en el argot de los atrilistas), explica Gonzalo Varela,
el nieto del fundador, quien dice que, a pesar de su calidad, en toda su
trayectoria nunca han salido al extranjero: "Nada más tocamos aquí,
en el país, pero hemos estado ya en el Festival Cervantino". En
sus comienzos la danzonera era llevada a lomo de mula para tocar en poblados
veracruzanos, donde se amanecían en bailes que duraban hasta 10
horas. "Mi abuelo me contaba que en la madrugada les servían adobo
bien picoso para mantenerlos despiertos."
León, cronista de Iztapalapa y adicto a este más
que centenario baile, anunció, por su parte, que próximamente
se pondrá en uso la plaza del danzón en la Magdalena Contreras
y por lo pronto funciona ya otra en el parque María Teresa de la
colonia Estrella, allá en la Gustavo A. Madero, cerca de la Fundación
Mier y Pesado, espacio verde que también es conocido como el parque
de los cocodrilos. Por lo pronto los danzondependientes pueden estar tranquilos
de que el espacio dedicado a ellos en la Alameda del Sur perdurará
si es que Miguel Bortolini, candidato perredista a jefe delegacional en
Coyoacán, ocupa el cargo, pues el político aprovechó
la euforia sabatina para anunciar, desde el escenario, que si el voto lo
favorece conservará esta sana práctica.
Ante la respuesta que ha tenido este tipo de bailes, Jorge
Barrientos, dirigente filarmónico, se animó a anticipar ya
con la próxima celebración de un encuentro, dual-meet,
se diría en términos deportivos, entre Veracruz y el Distrito
Federal con intérpretes de danzón, son y salsa.
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