México D.F. Martes 27 de mayo de 2003
El líder cubano convoca multitudes en Buenos Aires, que hace 44 años no visitaba
Me emocionan los recuerdos del Che y la solidaridad con Cuba: Castro
Kirchner se reúne con varios mandatarios, entre ellos Hugo Chávez, con quien habló del Mercosur
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 26 de mayo. Espontáneamente, una multitud comenzó a congregarse esta noche frente la Facultad de Derecho, donde Fidel Castro tenía programada una conferencia en el aula magna, obligando al mandatario cubano a salir a las puertas del recinto universitario, frente a una plazoleta, en lo que se convirtió en un acto masivo.
"Esta plaza está llena de luz", dijo Castro a los miles de argentinos ahí reunidos, ante los cuales admitió: "yo no tenía esta noche el propósito de pronunciar una arenga, me sentía en el deber de ser cuidadoso en mis palabras, pensaba hablar de mi país y de mundo que es lo que estoy haciendo, pero no podía hacerlo sin verlos a ustedes".
El plan original era una conferencia organizada por la embajada de Cuba y personal no docente, para la cual se repartieron invitaciones. Pero cientos de alumnos y de personas que no habían sido invitadas tomaron por la fuerza posiciones en el aula magna, con capacidad para poco más de mil personas.
Al mismo tiempo, miles de personas se reunían afuera, coreando consignas de apoyo a Cuba y otras como: "Bush, fascista, vos sos el terrorista", y varias calles de los alrededores eran cortadas ante la afluencia de gente.
La conferencia se retrasó entonces, ya que la situación amenazaba con el caos total por la cantidad de asistentes que desbordó todas las expectativas. Esto llevó a los organizadores a admitir que era imposible que el líder cubano llegara al lugar, ya que las avalanchas de los que querían entrar al recinto incluso ponían en peligro a todos los asistentes.
Ante esta situación, se pensó en poner una pantalla gigante para que quienes estaban afuera, en las escalinatas de la facultad, pudieran seguir el discurso de Castro, pero ya la situación se había salido de cauce.
Un mensaje desde la capital argentina
"Jamás olvidaré -dijo el veterano líder cubano ya en las afuerzas del recinto- lo que este pueblo hizo esta noche, cómo se organizó para permitir este acto", al cual consideró "un mensaje que está mandando el pueblo de la ciudad de Buenos Aires a los que piensan bombardear a Cuba."
Luego recordó las amenazas de Estados Unidos de bombardear a cualquier país "en cualquier rincón oscuro del mundo" si lo considera necesario. Ahí es cuando dijo que "la plaza está llena de luz".
Castro llegó para la toma de posesión de Néstor Kirchner, cuya primera jornada como presidente argentino fue muy intensa, ya que se reunió con casi todos los presidentes que asistieron a los actos de ayer domingo, y con enviados de otros gobiernos, entre ellos de los representantes europeos.
Su primer encuentro fue con el príncipe de Asturias. También se reunió con los presidentes de Uruguay, Jorge Batlle; Perú, Alejandro Toledo; Colombia, Alvaro Uribe; Bolivia, Gonzalo Sánchez de Losada; y Venezuela, Hugo Chávez, en ese orden.
Tanto la visita de Chávez como la del presidente cubano fueron las que concitaron mayor atención , e incluso hubo ovaciones en las calles para ambos mandatarios. Chávez entregó a Kirchner una réplica del sable de Simón Bolívar.
Ambos mandatarios se comprometieron a "hacer realidad los sueños de Simón Bolívar y José de San Martín" por una unidad de América Latina, y Chávez dijo luego a la prensa que le propuso a Kirchner impulsar la integración latinoamericana y un combate frontal a la pobreza.
El venezolano Chávez declaró a La Jornada que se llevaba una "excelente impresión del mandatario. Creemos que se puede avanzar en una agenda de encuentros y cooperación, que el Mercado Común del Sur se puede ampliar. Es un gran momento para nuestra América, aunque el camino, como estamos viendo por todo lo que nos ha sucedido en Venezuela, no es fácil. Pero nunca como ahora hemos tenido tal afinidad de criterios, tantas situaciones comunes, tanta necesidad de entendernos (...) la realidad nos ha puesto frente a la antigua verdad de nuestros héroes: la América unida".
También llegaron a su turno Mel Martínez, el funcionario de origen cubano enviado por Estados Unidos para los actos de traspaso de mando, y el presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez. A su vez, el canciller Rafael Bielsa comentó que Kirchner viajará a Estados Unidos en los próximos 90 días.
Pero el plato fuerte del día fue la reunión de Kirchner con Castro, que duró más de una hora. Además, mientras el nuevo mandatario cumplía su maratónica agenda, nuevamente el cubano se convertía en centro de atención. Más de mil personas trataron de acercarse cuando el líder cubano llegó al gran salón del Hotel Four Seasson, donde estaba programado un encuentro con personalidades políticas, gremiales, intelectuales y algunos periodistas. Los apretujones y arremolinamientos de gente hicieron finalmente que Castro, de buen humor, se subiera a una mesa para saludar a todos y, en respuesta a la demanda de fotos de los que querían posar con él, se convirtiera él mismo en fotógrafo por un rato.
Aplausos y ovaciones cerrraon la entrevista en la que participaron silenciosos y humildes, los hermanos de Ernesto Che Guevara: Celia, Juan Martín y Roberto, quienes admitieron a este periódico vivir el encuentro con gran emoción.
En la mañana, el mandatario cubano colocó una ofrenda floral en el monumento de José de San Martín, y tuvo cálidas palabras para recordar la antigua amistad cubano argentina, unida por muchos lazos y personajes, entre los que citó a José Martí y el comandante Ernesto Che Guevara. Luego se emocionó visiblemente al colocar una ofrenda floral en un monumento a Martí en un parque porteño, el Rosedal de Palermo.
En breves declaraciones a La Jornada durante la recepción de la tarde, el presidente Castro dijo que estaba "muy emocionado. No venía a esta ciudad desde 1959 (en un viaje en mayo de ese año, a pocos meses del triunfo revolucionario) y aunque estuve en una cumbre de presidentes en el sur (Bariloche) me separaban de Buenos Aires 44 años. Mi emoción es por los lazos y por la presencia de tanta gente aquí que nos acompaña y por los recuerdos del Che sobre esta ciudad y su país. Me emociona tanta gente aquí que se solidariza con Cuba, en un momento muy difícil para nuestro país".
Castro también comentó las dificultades por las que atraviesa la nación caribeña bajo muchas amenazas e intentos de "repetir graves episodios del pasado", en alusión a cuando Estados Unidos intentó invadir Cuba.
Imposible dar la espalda al enemigo
También, como repitió luego ante los invitados a la reunión, advirtió que "no se puede dar la espalda al enemigo y menos en momentos".
Tuvo palabras de reconocimiento con el pueblo argentino por su solidaridad "e incluso la de quienes yo comprendo que no puedan entender ciertas decisiones nuestras. Sólo que hay que estar frente a un tipo de situaciones como las que estamos viviendo nosotros, para tener una dimensión del peligro que vivimos, y la amenaza que está sobre Cuba", en alusión a las recientes penas de muerte a tres secuestradores.
Al respecto, señaló durante el acto en el Rosedal, que "hubo fusilamientos, pero fueron de acuerdo con la ley. A nadie le gusta (pero) cuando se trata de defender la vida de 11 millones de cubanos, no se puede vacilar".
Después de la reunión con Kirchner, Castro se vio sorprendido por los pedidos de muchos trabajadores de la Casa de Gobierno que quisieron fotografiarse con él y al salir, como en todos los otros actos lo esperaba una ovación y gritos de "Fidel, Cuba, el pueblo te saluda".
En tanto, la nota triste de la jornada fue la muerte por problemas cardiacos del veterano líder del Partido Socialista y ex candidato presidencial Alfredo Bravo, reconocido por su defensa de los derechos humanos y la cárcel y torturas sufridas durante la última dictadura.
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