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México D.F. Martes 27 de mayo de 2003
MEXICO SA
Carlos Fernández-Vega
El monstruo frente a Kirchner
Aterrador panorama económico y social, con 45%
de la población urbana en la miseria
PARA QUE ARGENTINA VUELVA a ser una nación
"con todos y para todos", como se comprometió al asumir la Presidencia
de la República, Néstor Kirchner deberá no sólo
derrotar a una terca realidad económica y superar los agudos y delicados
conflictos políticos internos, sino, sobre todo, recuperar la credibilidad
de la población en sus autoridades.
NO SE SABE CUAL ES el punto más delicado
de la agenda argentina, pero si Kirchner no quiere tener una presidencia
tan efímera como la de sus múltiples antecesores, de entrada
tendrá que hacer frente, rápida y creativamente, a un panorama
económico y social aterrador, entre el que sobresale que más
de 45 por ciento de la población urbana sobrevive en la miseria
(alrededor de 17 millones de personas), desempleo galopante (se estima
que 22 por ciento de la PEA se encuentra en esa condición), concentración
del ingreso y la riqueza, creciente corrupción, deuda externa cercana
a 140 mil millones de dólares y una fuga de capitales que roza esa
misma cantidad.
LO
ANTERIOR, SI QUIERE hacer efectivo otro compromiso: "Reconstruir un
Estado con políticas de inclusión social, que luche contra
la corrupción y que no pague la deuda a costa del hambre y la exclusión
de los argentinos". El nuevo mandatario dice saber "hacia dónde
vamos" y por ello "hacia dónde no queremos volver". Como discurso
no suena mal, pero si de algo están hartos los argentinos, como
los latinoamericanos en general, es de retórica barata.
EL MONSTRUO QUE Kirchner deberá enfrentar
y vencer es enorme, y la paciencia se agotó. Por ello, un análisis
del Banco Interamericano de Desarrollo sobre la circunstancia argentina
-si bien no definitivo ni exhaustivo- permite acercarse a la realidad económica
y social de esa nación:
LA ECONOMIA ARGENTINA comenzó a transitar
una etapa recesiva hacia el tercer trimestre de 1998, acumulando una caída
del producto interno bruto per cápita de 11 por ciento. A la par,
se acumularon dificultades en el frente externo y fiscal que adicionalmente
debilitó el acceso al financiamiento internacional, tanto para el
sector público como para el sector productivo, y la actividad productiva
no se pudo reactivar. En el periodo 1999-2001, la inversión total
se desplomó en 32 por ciento, a lo que se sumó la persistente
caída del resto de la demanda interna.
EN EL FRENTE INTERNO, la existencia de un régimen
de tipo de cambio fijo, combinado con déficit fiscales crecientes,
llevaron a un aumento de la deuda pública en dólares, generando
dudas sobre su sostenibilidad. En el frente externo, Argentina fue negativamente
afectada, por un lado, por la disminución de los flujos de capital
internacional hacia los países emergentes desde la crisis de Rusia
(1998) y, por otro, por la sobrevaluación del peso argentino frente
a las monedas de sus socios comerciales, la caída en los precios
de los bienes exportados y la desaceleración de la economía
mundial, que debilitaron el sector exportador y llevaron a que el ajuste
por la menor entrada de ahorro externo se produjera vía recortes
en la demanda de productos importados, en particular de bienes de capital
y vía una fuerte caída de las reservas internacionales.
EN ESTE CONTEXTO DE sucesivo deterioro del nivel
de actividad económica, se agudizaron los problemas en el mercado
laboral, que ya habían caracterizado a la primera mitad de los noventa,
dejando a más de 4.5 millones de personas con problemas de empleo.
Esto último se produjo como consecuencia de la reducción
de las remuneraciones reales, del incremento de la desigualdad en la distribución
del ingreso y, consecuentemente, del aumento de la pobreza.
DESDE MEDIADOS DE 2001 se volvió a observar
un rápido deterioro de la situación macroeconómica,
imposibilitando nuevamente al país a acceder a los recursos externos
para cubrir las necesidades de financiamiento del sector público.
La creciente pérdida de credibilidad en cuanto a la política
económica y su sustentabilidad (especialmente las políticas
relativas a la convertibilidad, a los persistentes desequilibrios fiscales
y al elevado grado de endeudamiento público) provocó una
disminución sustancial de los depósitos del sistema financiero
y de las reservas internacionales (léase fuga masiva de capitales).
En el tercer trimestre el PIB reportó una caída de 6.5 por
ciento.
EN DICHO AÑO, EL TOTAL de depósitos
del sistema financiero cayó cerca de 20 mil 800 millones de dólares
(25 por ciento) y las reservas internacionales más de 21 mil millones.
Este clima de desconfianza y sus efectos sobre las tasas de interés
deterioraron más el nivel de actividad y de empleo, culminando con
una corrida bancaria que obligó al gobierno a tomar medidas de restricción
a los retiros masivos de depósitos del sistema (el corralito).
Al mismo tiempo, se observó la abrupta caída del crédito
(interno y externo), el incremento del costo de financiamiento, y a final
del año el rompimiento de la cadena de pagos. Las protestas sociales
motivaron la renuncia del presidente De la Rúa el 20 de diciembre
de 2001, profundizando la crisis político institucional del país.
DE AHI PARA ADELANTE ha sido el caos dentro del
caos, traducido como el desplome de los ya de por sí deteriorados
indicadores sociales y el fortalecimiento de la concentración de
la riqueza. Las más recientes estimaciones oficiales revelan que
alrededor de 45 por ciento de la población urbana se encuentra bajo
la línea de pobreza, es decir, quienes tienen ingresos mensuales
menores a 120 dólares. En algunas provincias como Formosa, Chaco,
Corrientes y Misiones, dicho indicador abarca a 57.3 por ciento de la población.
DE ESE TAMAÑO ES EL monstruo y de ese tamaño
tiene que ser la respuesta.
Las rebanadas del pastel:
LA ASOCIACION MEXICANA para el Estudio del Retardo
y la Psicosis Infantil AC realizará sus 15 Jornadas con el tema
Prevención primaria en salud mental, con la participación
de especialistas destacados en este campo, los días viernes 30 y
sábado 31 de mayo próximos, en el auditorio de la Dirección
General de Servicios de Salud Mental (Periférico Sur 2905, San Jerónimo
Lídice)... Los interesados pueden comunicarse a los teléfonos
56586870 (de 8 a 18 horas), 56598951 (de 14 a 16) y 56819707 (de 9 a 14
horas), o consultar la página electrónica www.amerpi.org
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