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México D.F. Lunes 19 de mayo de 2003
Pacifismo, crimen para Aznar y el PP
Enjuician por ''injurias'' a profesor que financió
página web contra la guerra en Irak
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 18 de mayo. Juan Carlos Monedero es un
profesor universitario -catedrático de ciencia política de
la Universidad Complutense de Madrid- que es sometido a un juicio por ''injurias''
acusado de patrocinar una página web que surgió a
raíz del clamor popular contra la invasión de Estados Unidos
y Gran Bretaña a Irak, con el apoyo del gobierno español,
presidido por el conservador José María Aznar.
Un grupo de ex alumnos le pidió apoyo económico
para poner en marcha el dominio cibernético y él accedió.
Semanas después recibió un citatorio judicial para someterse
a un proceso judicial en el que podría ser condenado a cinco años
de cárcel a petición del derechista Partido Popular (PP).
El supuesto delito: que en la página www.noalaguerra.org se acusó
a los diputados del PP que refrendaron la guerra de ''cómplices
de asesinato''.
En entrevista con La Jornada, Monedero explicó
los prolegómenos de la querella, a la que tacha de un intento más
del gobierno y del Partido Popular por criminalizar a la oposición
y a las millones de personas que dicen no a la guerra.
''Esto
forma parte del contrataque del Partido Popular, que es consciente de que
nueve de cada 10 personas en España están en contra de la
guerra y están saliendo a la calle a decirlo, con el que el gobierno
opta por una cosa muy castiza, que dice que la mejor defensa es el ataque;
esto es, empiezan a disparar contra aquellos que están contra
la guerra, cargan en las manifestaciones de una manera absolutamente gratuita,
empiezan a demonizar a la oposición, a poner multas a los manifestantes
y, como castigo ejemplar deciden querellarse contra una página web
que les había llamado cómplices de asesinato'', explica quien
también funge como asesor político del líder de Izquierda
Unida (IU), Gaspar Llamazares.
''La querella es un intento de aplicar un ejemplo, no
sé si porque ahora celebramos el 50 aniversario del comienzo de
los juicios de McCarthy, pero lo que está claro es que la actitud
del PP forma parte de una estrategia, que es lo que parece más preocupante.
Cuando se pide cinco años de cárcel contra un profesor queda
claro el intento de amedrentar y de dar un paso más allá,
es decir, la actitud del PP tiene mucho que ver con ese escenario de guerra
global permanente que vivimos sobre todo a partir del hundimiento de la
Unión Soviética. Si uno repasa aquellos derechos fundamentales
que son suspendidos en el caso de un estado de excepción en España,
uno se da cuenta que una buena parte de esos derechos están siendo
vulnerados con la excusa de la lucha contra el terrorismo, como la libertad
de manifestación, de expresión, de reunión, de información,
de asociación o el habeas corpus", dijo el catedrático
universitario.
Al ser cuestionado si cree que hay cierta complicidad
entre el juez y el PP, el profesor acusado de injurias añadió:
''No creo que haya ni presión ni complicidad con el juez, aunque
debo decir que quizá hay jueces que son reos de algunas presiones
o que tienen puntos de vista afines para entender este tipo de querellas,
pero en mi caso el juez fue exquisito hasta el punto de que llamó
la atención al abogado del PP porque estaba haciendo preguntas que
quebraban principios constitucionales, por ejemplo cuando me exigió
con malas formas que manifestara cuál era mi condición ideológica
y mi supuesta militancia en un partido político. Pero el juez le
paró y le dijo que esa pregunta no era pertinente."
Monedero explicó que un día después
que su comparecencia, uno de los voceros del PP aseguró que "no
sólo no me había retractado, sino que había insistido,
por lo que como no había mostrado señales de arrepentimiento
irían hasta el final y exigirán la máxima pena. Ahora
el juez está valorando la sentencia después un juicio largo
e inquisitorial en el que el magistrado le tuvo que llamar la atención
al abogado del PP en varias ocasiones. Desde mi condición de profesor
de ciencia política creo que estamos ante el intento de un poder
basado en un Estado de excepción virtual sin la necesidad de su
aprobación parlamentaria, y en el que a la ciudadanía nos
correponde autocensurarnos y ser cuidadosos. Por eso nunca cobró
tanto sentido recordar que el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga
Iribarne (actual presidente de la Xunta de Galicia), fue un tipo que formó
parte del régimen dictatorial de Francisco Franco y que firmó
sentencias de muerte".
Monedero consideró además que ante los embates
de Aznar y su gobierno contra las libertades públicas, "los españoles
tenemos la obligación de volver a ganar esas libertades perdidas,
sobre todo después la etapa de mayoría absoluta del PP -los
últimos tres años- en la que se ha producido un deterioro
estricto, que además ha coincidido en el ámbito internacional
con dos personas con las que Aznar se entiende muy bien, que son George
W. Bush, con quien comparte criterios religiosos, de castigo y de venganza,
y con Tony Blair, el dirigente que menos fe tiene en una Europa política
e unificada. Ese trío tiene detrás un proyecto político
claro: una España nacional-católica, una Europa como un gran
mercado y un mundo donde no quepa la ONU. Aznar es como los emperadores
romanos que embarcan en guerras ajenas a sus pueblos, y siempre hacen dos
cosas: la primera es que cuando regresan victoriosos cortan la cabeza de
los tribunos de la plebe o de los senadores que osaron cuestionar la supuesta
bondad de aquella guerra, y la segunda es erigir arcos del triunfo para
mayor gloria de su gesta".
Por último, Monedero señaló que "el
juicio, pase lo que pase, terminará con la ignominia del PP. Si
el juicio es sobreseído quedará claro que los dirigentes
de ese partido trabajan con malas artes e intentan amedrentar a la universidad
y a la izquierda, pero si el juicio sigue su curso se encontrarán
con miles de imputados porque son miles los españoles que por fortuna
hemos pensado que lo que estaba haciendo nuestro gobierno no nos representaba.
Si España ahora mismo no ha perdido la vergüenza no ha sido
por el gobierno, sino por los millones de españoles que hemos salido
a la calle y nos hemos hermanado con el resto de los pueblos del mundo
que también salieron a las calles".
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