México D.F. Lunes 19 de mayo de 2003
La mano de obra en días hábiles durante mayo es de 4 mil personas
Se duplicó el número de trabajadores en el distribuidor vial San Antonio
Ayer domingo no hubo poder humano que hiciera laborar a más de cien operarios
MIRNA SERVIN VEGA
Para la conclusión de las obras del distribuidor vial San Antonio, el número de trabajadores aumentó este mes a casi el doble, por lo que ahora la mano de obra en días hábiles asciende a más de 4 mil personas.
Sin embargo, a 14 días de la fecha anunciada para la entrega total de la obra, "no hubo poder humano que haciera trabajar a un albañil en domingo", por lo que ayer el número de trabajadores no sobrepasó cien en la totalidad de las obras del distribuidor.
A José Guadalupe "no le queda de otra". Recibe una jornada extra de paga y así resuelve también qué hacer con su único día de descanso, que de todos modos le resulta insuficiente para regresar hasta Acapulco, de donde es originario.
El no es carpintero, "pero de todo le hace uno por necesidad", cuenta mientras prepara las bases de madera para sostener los parapetos o barandales que se sostendrán en estructuras de metal colocadas en las orillas de los carriles.
Durante el día no se llevaron a cabo movimientos de trabes ni colocación de plataformas. Los pocos trabajadores que laboraron en domingo se concentraron principalmente en los cruces de las vías principales, como Patriotismo-Río Becerra y avenida Revolución-San Antonio, en la preparación de los movimientos nocturnos y en el acabado de los tramos donde la cimentación y colocación de carriles ha concluido.
Para los supervisores de las obras se complica continuar con el mismo ritmo de avance en domingo. "Hay que dejar preparados los detalles para la colocación de los carriles durante la noche y los trabajadores de este turno se quieren ir temprano."
Aun cuando falta la pavimentación en toda la obra, en los tramos más acabados se realizaron ya trabajos de recolección de escombro, material que no se utilizó y se retiraron las estructuras para subir por las laterales de la obra.
El trabajo de los cruces resulta tan impresionante debido a la altura o grosor de las estructuras, que gracias al poco tráfico de la mañana en día de descanso, los automovilistas bajan la velocidad para distinguir las pequeñas figuras de los trabajadores que apenas se distinguen desde las avenidas.
"Yo creo que sí terminamos. Somos muchos, aunque ahorita se vean poquitos", asegura José Guadalupe, quien dice que son ya los detalladores los que en su mayoría llegan a la obra para concluirla.
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